Teologia De La Educacion

La Educación Teológica en el ámbito del cristianismo tiene suficiente reconocimiento dentro de la historia de la cultura y de la civilización como para que todos sepamos a qué nos estamos refiriendo con este concepto dirigido a la formación, capacitación y entrenamiento de las vocaciones ministeriales tanto para el campo estrictamente eclesial como para el líder cristiano laico que ejerce su ministerio en el mundo secular.

Esta Educación se compone de cuerpo organizado y sistematizado de contenidos teológicos, pedagógicos y de una filosofía en un determinado contexto que los condiciona necesariamente. En resumen, no hay educación en el vacío, siempre será desde una plataforma cultural y contextual. El mundo está cambiando rápida y radicalmente y también su cultura encontrándonos hoy dentro de un Nuevo Orden Mundial en pleno proceso de globalización.

A través de la historia de la Pedagogía hemos avanzado hacia puntos de no retorno, desde la invención de la imprenta en Gutenberg hasta los últimos 30 años, donde visionarios de la ciencia educativa pronosticaron la llegada de un Nuevo Orden para la Educación y para la Pedagogía en particular, tal como lo hizo Illich con sus conceptos de "sociedad no escolarizada" y de "aldea Global" o McLuhan, con la pedagogía del "aula sin muros"

Hace 5 siglos la concepción del mundo para Europa no iba más allá del horizonte físico-geográfico. Don Cristóbal Colón pagó el precio de vagar por más de dos meses tratando de cruzar el Atlántico cuando hoy en día solo se toma 5 segundos para llegar con un email al otro lado del mundo. En ese intento de ajustarse a las nuevas exigencias de la globalización, las universidades cristianas ocupadas en la tarea de la Educación Teológica están reflexionando sobre el fenómeno al tiempo que implementando los cambios y ajustes necesarios para adaptarse al nuevo ritmo de la historia y de la producción.

Palomino Iparraguirre en su exposición Globalización y Educación en la Pontificia Universidad Católica de Perú, 1999, trata sobre estos elementos de una manera magistral y es con base en sus enfoques que a manera de introducción queremos esbozar cinco puntos pendientes de reflexión para todos aquellos que de una u otra manera nos encontramos inmersos en el excitante espacio de la Educación Teológica Formal.

La globalización es un reflejo de la realidad, hoy el hombre ha logrado una Imagen más exacta del mundo. Las interacciones que por ello se han generado lo han puesto en otro nivel de la esfera de desarrollo y pretender una Educación Teológica para servir y formar a ese hombre de hoy, nos ubica en la necesidad de integrarnos dentro de este proceso con la claridad que ameritan las nuevas exigencias de competitividadpropias del fenómeno de Mundialización, internacionalización y globalización.

La concepción de la Educación ha cambiado radicalmente brindando una Super-carretera de información llamada Internet. Hoy la Educación Teológica no se puede reducir a un conjunto de informaciones, por la sencilla razón de que el hombre de hoy no está necesitado de mucha información, ya que es de eso precisamente de lo que se encuentra saturado. Lo que sí requiere, aunque se resista a aceptarlo, es de una concepción ética del mundo que por su coherencia epistemológica y axiológica sea capaz de sacudirlo y reubicarlo en su ethos, es decir en su razón de ser como criatura de Dios.

El aula física ha sido sustituida en gran parte por el "aula virtual" y por el "quirófano virtual" esto ubica a la Educación Teológica fuera de la pizarra y la tiza tradicional de la cual no tendrá necesariamente

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