Tratado De La Republica
diana_cedillo18 de Marzo de 2014
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Con base en la lectura de Cicerón, Tratado de la República, Libros I y III, en una cuartilla define los conceptos de ley, pueblo y República. Iniciaré, diciendo que el libro “Tratado de la República” es una obra filosófica que reúne los pensamientos más gloriosos de Marco Tulio Cicerón y aunque desgraciadamente el libro permaneció perdido por años y no está del todo completo, aún así, nos proporciona ideas claras de su pensamiento. Según Cicerón, quien gobernó Cilicia, un lugar gobernado con desinterés y equidad. Para él, la ley es la justicia misma y ésta se encuentra ligada a la ley, es la medida en la que una no puede coexistir sin la otra, sin embargo, según se establece, la ley es el deber de cumplimiento, su aprobación, pero sobre todo, su aplicación en la sociedad. Es la razón, en concordia con la naturaleza, con Dios, ya que ésta debe estar por encima de todo, porque es su obra, su finalidad primordial es el bien común, y el cumplimiento justo de sus mandatos realizados a través del deber, es también la creación humana, la obra del Estado que es la representación social de la ley, que la integra al pueblo para garantizar el bien común y su buena convivencia. La ley estimula el cumplimiento del deber y sus contravenciones alejan al hombre del mal. Por otro lado, el pueblo es la formación del ser humano que vive en sociedad, basando su trato en la justicia y el derecho. Ya que si el pueblo no existiere, no coexistiría ni la Ciudad, ni la República, ya que son su continuación misma. Cicerón manifiesta: “la cosa pública es cosa del pueblo: no es pueblo toda congregación de hombres formada de cualquier manera, sino solamente la reunión cimentada en el pacto de justicia y en la comunidad de intereses y utilidad. La primera causa para reunirse no existe en la debilidad del hombre, sino en el espíritu de asociación que le es natural”. El pueblo es un grupo de hombres unidos en una comunidad con los mismos intereses, derechos y leyes. Por otra parte, para Cicerón no todas las cosas deben ser comunes, ya que las esposas y los hijos no debían ser comunes sino que los hijos debían conocer su verdadero origen, pues como podrían respetar a sus padres, o las esposas a sus maridos y los padres podrían querer a un hijo que no supieran propio?, Cicerón dijo: “y todavía más: he reservado la curia para las mujeres, concediéndoles el acceso al ejército, a las magistraturas y al generalato”. Por último, la República que Cicerón nos despliega es un sistema político de naturaleza histórica, de orden natural y divina, en la que fundamenta una vida en sociedad con los mismos intereses, es un mandato natural respaldado en la ley de Dios. De ahí que no podemos concebir una República sin leyes, que es una de las condiciones de vida en comunidad. Los ciudadanos, son hombres libres e iguales ante el Estado, forman parte del pueblo y están ordenados bajo una misma ley. En la República, el hombre existe para servir a sus semejantes y perfeccionarse en la práctica, ya que esta virtud debe practicarse y no solo predicarse, una virtud en la que la República debe esforzarse, ya que debe estar constituida por su derecho común y sus costumbres, que necesitan ser regidos con claridad e inteligencia, pues declara que: “la cosa del pueblo, debe tener duración, ser regida por una autoridad inteligente. Esta autoridad debe siempre tener ante todo relación con el primer principio que ha producido la ciudad. Luego debe colocarse en manos de uno solo, o en algunas manos escogidas o en las de la muchedumbre o universalidad”. La República, es propiedad del pueblo, y su gobierno el órgano que administra los propósitos de la República, con el objeto de describir y diferenciar las formas de gobierno, utilizando un criterio mayormente moral que político, fundamentándose no en quién gobierna y como, sino en sus estructuras políticas, ya que según dice Cicerón, la República sólo
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