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EL 2 DE AGOSTO DE 1810


Enviado por   •  13 de Agosto de 2012  •  2.963 Palabras (12 Páginas)  •  893 Visitas

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EL 2 DE AGOSTO DE 1810

No es mi afán realizar una simple lectura de historia, todo lo contrario mi intención es generar parámetros de comparación entre esta gesta y el impacto de estos acontecimientos en situaciones posteriores y en nuestros días.

Para poder comprender los acontecimientos ocurridos hace 195 años debo primero efectuar un recuento de los antecedentes que culminaron con este hecho.

Para respaldar y emitir juicios debemos recordar que la etapa colonial y su secuela de discrimen social, económico, etcétera, originaron y alentaron descontentos y rebeliones de indígenas, mestizos y españoles criollos contra los representantes de la Corona española afincados en nuestro territorio.

QUITO EN CRISIS.-

Lo que sucedía en los ámbitos económico, político y social en la Audiencia de Quito. A de finales del siglo XVIII se asemeja a las actuales, de finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI: crisis económica, caos social, pérdida de valores, revueltas, desastres naturales.

En contraste, en el mismo período, Guayaquil gozó de prosperidad económica debido al auge del comercio y de las construcciones navales, Cuenca y Loja, gracias a la producción de quina para satisfacer la demanda europea.

El desigual desarrollo económico regional, provocó conflictos entre las diferentes elites locales. Esas diferencias han dificultado -hasta hoy- la consolidación de un proyecto político nacional.

La elite quiteña buscó salidas a la crisis. Varios visionarios propusieron proyectos que buscaban dar a Quito la bonanza que se merecía. Las propuestas no tuvieron acogida en la Corona. La situación había llegado a su límite. La tensión social era insostenible: sobrevino la reacción que culminaría en la lucha armada.

Hasta 1765, año de la Rebelión de los Barrios de Quito, Quito contaba con apenas una veintena de soldados encargados del resguardo de la ciudad y de las Cajas Reales. A causa de los levantamientos indígenas, dos batallones, los de “Murcia” y “Nápoles”, llegaron de Panamá en 1767. Con algunos hombres se formaron, hacia 1771, las tres “Compañías Fijas” de Quito. En la creación del ejército miliciano quiteño con la elite criolla la que encontró en este escenario un nuevo espacio de poder.

Para diciembre de 1792, existe la constancia de que existían las tres “Compañías Fijas” de Quito, además del piquete de “Dragones Montados”.

Esos actos se incrementaron con las jornadas pioneras independentistas Estados Unidos (1776) y Francia (1789), y por la acción precursora de figuras de la talla de Antonio Nariño, Eugenio Espejo, a quien todos conocemos y sabemos quien y qué fue, Luís de Saà., verdadero Patriota y prócer de la Independencia, que al igual que Espejo tenían ideas claras de libertad e independencia total, nacido en Quito a fines del siglo XVIII. Estuvo muy relacionado con el

Dr. Eugenio Espejo y fue uno de los miembros más activos de la famosa "Escuela de la Concordia", en la que se empezaron a sembrar las primeras semillas de la libertad. Plenamente identificado con los movimientos insurgentes quiteños, asistió a todas las reuniones en las que se preparó la Revolución del 10 de Agosto de 1809, de la que se convirtió en protagonista fundamental.

La burguesía quiteña que por diversas razones personalistas, rechazaban la política de la Corona, tomaron como pretexto para acometer actos de conjura contra las autoridades monárquicas, las denominadas juntas antibonapartistas y defensoras de Fernando VII que se instauraron en la Península Ibérica para apoyar al monarca que fue obligado a abdicar.

Los conjurados se reúnen, el 25 de diciembre de 1808, en la hacienda del Marqués de Selva Alegre con el propósito de instaurar la primera Junta Soberana de Gobierno de Quito, la cual tendría como prioritaria aspiración deponer a las autoridades españolas, acusándolas de responder a los intereses franceses, y reemplazarlas con mandos netamente criollos que gobernarían en nombre de Fernando VII.

La conjura tarda demasiado en avanzar más allá del mero deseo de redención, ya que sus integrantes son hombres de disímiles propósitos y difíciles de ponerse de acuerdo entre sí, no obstante el unánime afán revolucionario que les mantiene unidos. Mientras tanto, los conjurados se reúnen de manera regular y clandestina en casa de doña Manuela Cañizares, quien no escatima esfuerzo ni ocasión para propiciar en su morada reuniones de aquellos caballeros que, aparentemente, no buscan sino solaz y aventuras galantes. La estratagema alcanza el resultado apetecido: las autoridades nada columbran de lo que realmente se cuece allí. Como el resto de los habitantes de la franciscana ciudad, murmuran acerca de la conducta impropia de doña Manuela admirados de que tomase ella tal derrotero.

EN LA NOCHE DEL 9 DE AGOSTO DE 1809 SE CONGREGAN LOS COMPLOTADOS POR ÚLTIMA VEZ PARA JURAR INCONDICIONAL FIDELIDAD A LA CORONA ESPAÑOLA Y PROCLAMAR SU RESPALDO A FERNANDO VII...

Es entonces cuando por las diferencias de intención de varios de los comprometidos en la conspiración, esta flaquea, ya que los intereses de pensamiento versus los económicos se contraponen y amenaza con hacer naufragar el movimiento en un mar de frustraciones. El hálito de temor que estruja el corazón de los pusilámines, que temen enemistarse con los virreyes es decir con el poder dominante.

Ronda peligrosamente el fracaso entre la concurrencia, ya que por diferencias de pensamiento e intereses unos querían la independencia total de la corona, otros velaban por sus intereses, entre los primeros estaban gente que tenia muy en cuenta los principios básicos de nuestra ORDEN, es decir, LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD, entre el resto solo querían aprovechar el momento que vivía la monarquía ibérica.. Cuando parece que, al menos para la fecha prevista, todo está perdido, increíblemente una de las mas convencidas de la verdadera idea de libertad e independencia, Manuela Cañizares, los amonesta con estas célebres palabras que caen como un trallazo en la conciencia de los aludidos, haciéndolos reaccionar: "¡Cobardes… hombres nacidos para la servidumbre! ¿De qué tenéis miedo…? ¡No hay tiempo que perder…!"

“Hombres nacidos para la servidumbre”, pero si la mayoría estaban jurando respaldo a su rey FERNANDO VII, es decir a la corona y al colonialismo ibérico, ?No será que como ha sucedido a lo largo de nuestra historia, ellos juraban lealtad a sus intereses?, realmente muy pocos de los complotados tenían la conciencia tranquila y la convicción certera de buscar la libertad.

Es por esto que la verdadera independencia

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