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Formacion Docente


Enviado por   •  29 de Junio de 2012  •  5.147 Palabras (21 Páginas)  •  556 Visitas

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ESTADO DOCENTE:

LA SOCIEDAD EDUCATIVA, HUMANÍSTICA, PRODUCTIVA Y CONSTRUCTORA DEL CONOCIMIENTO

RESUMEN

Se plantea la revisión de los planteamientos del estado docente centralizado que ha gobernado la educación venezolana en los últimos 50 años del siglo XX y se propone la adopción de la sociedad educativa, humanística, productiva y constructora del conocimiento como tesis del nuevo estado docente, en el contexto sociopolítico de la descentralización y en el cambio de la nomenclatura jurídica del estado.

Parte del debate sobre la educación escolar venezolana se relaciona con el estado docente. Este fue definido por Prieto Figueroa (Luque, G. 1994), y se refiere, a la responsabilidad que tiene el estado de asumir la orientación y dirección de la educación escolar; de forma que los principios y propósitos de la nación, sean interpretados por él, como representante de los intereses de los grupos y clases sociales dominantes que tienen el poder de la sociedad. Para Sánchez Vázques (1979) por ideología se puede entender:

...un conjunto de ideas acerca del mundo y la sociedad, que responden a intereses, aspiraciones o ideales de una clase social en un contexto social dado y que guían y justifican un comportamiento práctico de los hombres acorde con esos intereses, aspiraciones o ideales. (292)

En gran medida, las ideas de Prieto son una muestra del ideario ideológico-político-educativo de un grupo de socialdemócratas venezolanos, de la primera mitad del siglo XX, quienes estaban convencidos de la posición de neutralidad que el aparato del estado debía tomar cuando se trataba de representar propósitos generales de la sociedad. Es la nomenclatura del estado como árbitro que respondía a las necesidades del bien común. La educación escolar, la entendieron, como un derecho contemplado en la doctrina pública y social. Y como tal, el estado, expresión de la institucionalidad jurídico política de la nación, era el llamado a establecer y orientar los principios doctrinarios de la sociedad, del hombre y de la mujer que se querían formar consolidando el proceso de identidad nacional.

La reorientación de la educación de castas a la educación de masas, dos versiones del proyecto educativo escolar republicano, que tuvo lugar en la época de finales de los años treinta y en la década de los cuarenta del siglo XX, respondió a la necesidad de darle cobertura a las demandas de cualificación que exigían los sectores medios de la población que irrumpían en el escenario de la participación política y búsqueda de su cuota de poder.

"Un aspecto importante del papel que juega lo educativo-formal en la consolidación del Estado, es el de ser el instrumento más idóneo para formar en la sociedad los valores que expresan la consistencia general de reafirmación del Estado Republicano" (Ramos, 1987:36)

Con ello se aseguraba que los procesos de integración de la nacionalidad fueran conducidos con igualitarismo y propósitos comunes en un contexto socio-político centralizado.

El estado docente, dentro de las líneas maestras definidas por Prieto Figueroa, ha dominado el escenario educativo venezolano durante los últimos cincuenta años del siglo XX. Los regímenes de gobierno, continuaron con el diseño de una educación escolar con marcado tinte de preeminencia de lo político, colocado encima de otros propósitos, para la configuración de lo nacional. Con la restitución de la Democracia de partidos y en el marco de la geopolítica mundial, en la década de los sesenta, se privilegió el control social y la escolaridad se asumió como instrumento para mantener la hegemonía político ideológica de quienes detentaban el poder. La educación se concibió como dimensión para la consolidación de la versión cultural de la identidad nacional que el poder establecido configuró para Venezuela. Se pretende hoy revisar la vigencia de las tesis políticas de la educación formal y avanzar en una nueva versión de pacto social para el país, que requiere de la revisión del ayer, para reconstruir hoy, la vigencia del mañana.

La educación es indispensable para-construir y reconstruir el conocimiento aceptado socialmente y permite la expansión de las ideas y propósitos del poder como expresión del control social. En esa dimensión la educación es un hecho político que puede ser orientado para la legitimación social. Aunque las posibilidades de críticas al orden establecido requieren de la educación como proceso socio histórico

y forjador de conciencia social. Ambas dimensiones, la crítica y la legitimación o reproducción, forman parte de la educación como hecho político.

Para Rodríguez, (1989:295), el Estado venezolano...ha pasado a controlar los contenidos de la enseñanza y la formación de los docentes, creando un aparato burocrático para administrar el sistema. Las decisiones sobre fines, métodos y contenidos de la enseñanza entraron a formar parte de la disputa ideológica, especialmente en los niveles de la educación obligatoria, los cuales por estar directamente administrados por el aparato burocrático, pueden más fácilmente subordinarse a los intereses de los grupos en el poder.

En la lucha político ideológica que se ha llevado a efecto por el control de las orientaciones del poder en el campo de la Educación Preescolar, Básica y Media Diversificada y Profesional, se colocaron de lado los propósitos de la formación de la población escolar en la construcción social de conocimientos y en la consolidación de una diversidad cultural, de y para, la productividad. Por otra parte, la exagerada intromisión de los partidos políticos en estos niveles de la escolarización, desvirtuó las estrategias para la búsqueda de la calidad, creando las condiciones para el deterioro acelerado y progresivo de la educación venezolana en sus dimensiones formal y no formal, situación que presenta aún los mismos indicadores. La producción social de conocimientos es posible hacerla si se rescata la idea que la Educación debe ser asumida por la sociedad en la que actúan los agentes educativos en la formación del ser y la conciencia social. Reinsertar a los sectores sociales en la diversidad cultural, asumida como meta nacional, requiere armonizar la educación con las fortalezas y debilidades que exhiben las particularidades naturales y culturales de cada región venezolana. El proceso descentralizador representa un nuevo escenario para esta reorientación educativa.

Se trata de buscar con la dicotomía descentralización-centralización el cambio jurídico del Estado, esto conlleva, a « Una mayor participación ciudadana en la difícil administración de

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