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Formacion Docente


Enviado por   •  9 de Mayo de 2012  •  1.618 Palabras (7 Páginas)  •  432 Visitas

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FORMACIÓN CONTINUA

La formación de profesores siempre ha sido tema de preocupación del sector educativo y así lo testifican la cantidad de acciones que, en cada plan gubernamental, se proponen para atender a esta problemática.

De igual manera se puede afirmar que el profesor, en cuanto actor central del proceso educativo, es tema de interés múltiples agentes que coinciden en señalar la importancia de su formación continua.

Por otra parte, la evaluación es otro proceso que ha formado parte fundamental de las políticas publicas en nuestro país – particularmente con mayor presencia desde los años noventa- por lo que no seria de extrañar que las acciones de formación continua también sean objeto de evaluación en los próximos años.

Si la evaluación de la que se esta hablando llega a ocurrir, será necesario actualizarnos y tomar una buena postura ante las polémicas sobre como concebir la formación de los profesores, ya se trate de la inicial o de la continua.

FORMACIÓN:La formación consiste en un proceso que faculta para la adquisición, estructuración y aplicación experta de conocimientos, habilidades y valores, considerados imprescindibles para el desempeño de una función, proceso que requiere como fases, una primera inicial de base y otra continuada de actualización. En el caso de la formación docente existe una triple dimensión:

La formación intelectiva: Respecto a las competencias teórica y práctica propias del área de conocimiento en la que es especialista el docente, estrechamente vinculada al magisterio e investigación universitarios. Esta formación sigue las líneas de investigación de la comunidad científica.

La formación aplicativa: Respecto a las destrezas que el docente debe adquirir para ser capaz de transmitir con eficacia a los educandos la formación que la comunidad escolar y la sociedad que la acoge estiman como pertinentes, referidas a la competencia o área de conocimiento de las que es especialista el docente. Esta formación depende de la corriente pedagógica y didáctica imperante en la comunidad educativa.

La formación ejecutivaRespecto a las acciones educativas concretas que el docente pone en práctica en su aula para lograr unos objetivos didácticos concretos, conforme a una metodología y evaluación concretas. Esta formación depende del conocimiento experto de la eficacia de los distintos diseños curriculares y programaciones didácticas.

Este concepto de formación docente es el que se ha visto radicalmente alterado por el advenimiento de la sociedad de la información y la exigencia, desde todos los círculos, de su necesaria transformación en sociedad del conocimiento.

A los docentes se les plantean problemas diferentes y nuevos. La materia de su actividad, de por sí, es cambiante y, además, tienen una nueva función: enseñar para aprender. Es decir, ahora es clave que los alumnos aprendan a desarrollar procesos cognoscitivos para ser aplicados a situaciones reales; y no sólo aplicaciones del conocimiento.

Es una nueva función del docente porque no se enseña igual (tampoco se aprende igual) un conocimiento establecido, probado, comprobado, que una habilidad, una actitud, o lo más demandado ahora por la sociedad, una competencia.

RETOS EN LA FORMACIÓN DE DOCENTES

Las nuevas funciones y demandas al docente repercuten en la formación del mismo; se vienen a sumar a la complejidad propia de ese campo.

Una forma de analizar esa repercusión es a partir de la característica de "no dejar la escuela", propia de la formación de docentes. Esa peculiaridad es fuente de varias tensiones. Tres son relevantes: entre teoría y práctica, entre lo objetivo y lo subjetivo y entre pensamiento y acción.

Tensión entre teoría y práctica

Es quizá la más importante. El alumno de una escuela de docentes requiere dominar la filosofía y la teoría del aprendizaje, de la conducta humana, del desarrollo de la persona y de la escuela, tanto en sus aspectos psicológicos como en la dimensión social o sociológica.

Enseñar, suscitar aprendizajes en personas concretas supone dominar cómo y por qué se lleva a cabo el acto educativo. Además, debe dominarse la teoría de las materias en las cuales se pretende propiciar ese aprendizaje.

Por otro lado, el docente se enfrenta en la práctica a hechos no conocidos durante su formación, pues el desarrollo real de la vida escolar se da en medio de situaciones múltiples y muchas veces únicas. Para enfrentar esa situación el docente recurre a su intuición. Y así conforma un saber práctico que entra en tensión con la teoría aprendida en la escuela.

El docente, en su formación (y luego en su actividad profesional), se encuentra con dos fuentes de incertidumbre. Por otra parte, el docente, en su acción, se enfrenta a la incertidumbre acerca de la consecución del logro buscado o pretendido.

Tensión entre objetivo subjetivo

En la misma medida en que se sustentó el supuesto técnico, se sustentó el objetivismo en la formación de docentes, pues se trataba de formar para "un saber hacer" prescriptivo. Todo era reducible al cumplimiento de normas objetivas cuya eficacia estaba probada por el uso y la costumbre, y el supuesto éxito alcanzado.

Para nada se veía, como hoy, que los problemas de la práctica docente dependen de los sujetos que los definen. Tampoco que la enseñanza y el aprendizaje suponen una reestructuración perceptiva y que el proceso educativo se desarrolla entre

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