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“TWAIN Y UNA PERSPECTIVA SEGREGADA DE LOS PERSONAJES NORTEAMERICANOS DEL SIGLO XIX”


Enviado por   •  25 de Abril de 2019  •  Ensayos  •  3.481 Palabras (14 Páginas)  •  280 Visitas

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“TWAIN Y UNA PERSPECTIVA SEGREGADA DE LOS PERSONAJES NORTEAMERICANOS DEL SIGLO  XIX”

En estas dos lecturas de Mark Twain; se narra la situación en que vivían los negros esclavos y marginales americanos en la antigua época y como buscaban, en su necesidad, salir adelante ante la adversidad de su realidad. Éstas lecturas muestran una realidad, según mi opinión, penosa y cruda sobre la violación de derechos humanos y la lucha por conseguir un mejor futuro, futuro que es estrecho y no formidable; ya que, esperan un futuro conformista por la ignorancia que dichas personas poseían.

Revisaremos muchos aspectos encontrados en el texto para responder así, de manera correcta las preguntas planteadas. En el primer texto La célebre rana saltadora del distrito de Calaveras, nos hablan de Jim Smiley que, “era un hombre de lo más raro: armaba apuestas acerca de cualquier cosa que a uno se le ponía por delante…sin embargo, era un hombre con una suerte extraordinaria: casi siempre ganaba” (Twain, La célebre rana saltadora del distrito de Calaveras 128). Éste hombre, como se mencionó con anterioridad, disfrutaba de las apuestas y apostaba en cualquier tipo de negocio; desde corrida de caballos, pelea de gallos, perros, entre otros. En ésta época, cabe resaltar, que las personas dedicadas a la apuesta eran personas consideradas de mal vivir y pícaras al momento de realizar negocios; ya que buscaban siempre su beneficio, sin importar qué. Después que su perro llamado “Andrés Jackson” falleciera después de una forzosa pelea, Smiley encontró una rana y la llevó a casa para entrenarla; es de aquí que sale el título del texto. La rana fue apodada como “Daniel Webster” y fue amaestrada con tal precisión que no solo saltaba a la orden de su dueño, sino que sabía hacer saltos mortales y era experto atrapando moscas. Luego que la rana estuviera lista para alguna apuesta, Jim Smiley buscó a alguien con quien apostar y encontró su oportunidad en un campamento. Él dijo “…Pero yo tengo mi opinión, y apostaré cuarenta dólares a que la gana a saltar a cualquier otra rana del distrito de Calaveras” (Twain, La célebre rana saltadora del distrito de Calaveras 132). Y así fue, Daniel Webster y una rana cualquiera participaron y lamentablemente la rana del campamento ganó. Smiley no encontraba explicación hasta que Daniel Webster quiso escupir y es ahí donde se dio cuenta que estaba llena de dos puñados de perdigones. Ya que Smiley no estaba acostumbrado a perder, creía firmemente en que algo raro había pasado con la rana y si el individuo hubiera querido apostar otra vez, según mi opinión, Smiley hubiera querido una revancha. Luego él supo que el individuo había llenado la boca de la rana Daniel con muchos perdigones mientras que Smiley buscaba una rana cualquiera del campamento para realizar la apuesta. La historia de éste texto termina cuando el relator de ésta historia, Simón Wheeler es llamado por otra persona e interrumpe el final de la historia. El oyente, que sólo había ido para buscar información sobre el Reverendo Leónidas W. Smiley para un amigo suyo; no quiso escuchar el final de la historia porque no había obtenido la información sobre el Reverendo y se retiró de lugar.

Los personajes que son considerados marginales en ésta historia son, sin dudar, Jim Smiley, joven infame que buscaba hacer dinero ante cualquier oportunidad y también el viejo simpático charlatán llamado Simón Wheeler que vivía en el antiguo campamento minero de El Ángel. Ya que éste texto no posee variedad de personajes se podría mencionar que los representantes del estado laico, podría ser el amigo que busca información sobre el Reverendo Leónidas W. Smiley y el oyente de la historia de Jim Smiley. Éste oyente buscaba información sobre un joven ministro evangelista que residió por muchos años en el campamento de El Ángel y a cambio, solo recibió una historia que él consideraba “…tan larga y tediosa para mí como desprovista de interés.” (Twain, La célebre rana saltadora del distrito de Calaveras 127). Ambas eran personas educadas que buscaban averiguar más sobre que había sido de la vida de dicho Reverendo. La relación que el personaje marginal, Simón Wheeler, y el oyente poseen es de narrador y oyente ya que no se puede ver una interacción copiosa entre el oyente y el relator Simón Wheeler; pero si se ve como Simón desarrolla su historia, muchas veces exagerando, característica propia de un charlatán. El oyente no interrumpe a Simón en ninguna ocasión, es por eso que la interacción es mínima y el mensaje que Simón transmitía se daba con una impresionante seriedad y sinceridad, como si todo lo que él dijera fuera trascendente. Él habla sobre cómo Jim Smiley,  joven que en busca de saciar su necesidad por dinero, apuesta sobre lo más irreverente con el fin de ganar la apuesta. En la antigua época americana; muchas personas que carecían de educación buscaban según sus posibilidades y medios mejorar su calidad de vida, buscando así unos centavos más, muchas veces de manera viva o criolla como se le dice coloquialmente. Jim Smiley es una clara imagen de esto y como se involucraba en diferentes rubros de apuestas para obtener ganancias, sin pensar muchas veces que utilizaba a animales inocentes para su propósito. Era considerado marginal ya que la gente creía que su trabajo no era digno y era segregado muchas veces por personas con más posibilidades económicas y mejor posición social. Si nos ponemos a analizar éstas ideas en nuestra actualidad, nos podemos dar cuenta que aún las personas que se dedican a la apuesta y juegos de azar no tienen necesariamente una estrecha relación con personas de nivel A o B, es más, dichas personas pueden pertenecer a bajos estratos sociales y su trabajo es aún visto como paupérrimo y deplorable. Personas que gustan de los vicios y no cumplen las normas de la sociedad.

El segundo texto tiene como nombre Huckleberry Finn y tiene como personaje principal, al igual que el nombre del título a Huck Finn. De manera autobiográfica, Huck nos cuenta un poco sobre su vida, su amistad con Tom Sawyer, su lucha contra civilizarse, las peripecias que pasa con su padre y cómo logra escapar de la vida a la que siempre había estado acostumbrado. La historia empieza cuando Tom Sawyer y Huck encontraron dinero que unos ladrones habían escondidos en una cueva y se volvieron ricos. “Recibimos seis mil dólares cada uno,…todo en oro…El juez Thatcher lo cogió y lo puso a interés y eso nos daba a cada uno un dólar al día durante todo el año entero” (Twain, Huckleberry Finn 77). La viuda Douglas se propuso adoptar a Huck y quería lograr civilizarlo, pero Huck siendo un joven abandonado por mucho tiempo, se sentía incómodo usando ropa apretada y cumpliendo las normas de etiqueta social que Douglas siempre le exigía. Aquí podemos deducir, que aunque muchas personas segregadas en la sociedad norteamericana quería superarse, encontraban muy difícil éste proceso ya que recibir buenos tratos o una mejor calidad de vida era una oportunidad en un millón que éstos marginales podían recibir. Un día Huck decidió escaparse y juntarse con Sawyer, quién le ofreció ser parte de una banda de ladrones pero para eso, tenía que volver con la viuda Douglas y convertirse en una persona honrada, en mi opinión, para no despertar sospechas. Una noche se encontró con Tom Sawyer y en la oscuridad decidieron hacerle una broma a uno de los esclavos negros llamado Jim, que vivía en la casa de la viuda Douglas. Al día siguiente, el esclavo negro aludía que las brujas lo habían poseído y fueron ellas quienes cabalgaron encima de él por todo el Estado, día después seguía exagerando la historia diciendo que lo llevaron hasta Nueva Orleans y por todo el mundo. En muchos casos éstos esclavos querían mejorar su condición y podrían crear historia extraordinarias para lograr mayor notoriedad y resaltar entre los demás esclavos, como se aprecia en ésta cita “Jim estaba monstruosamente orgulloso con este asunto, y llegó al punto que casi no miraba a los otros negros. Los negros venían desde muchas millas para escuchar la historia de Jim, y fue más admirado que cualquier otro negro en este país” (Twain, Huckleberry Finn 83). Más adelante en la historia, Sawyer, Rogers, Harper, Finn y entre otros decidieron formar la banda de ladrones con un pacto de sangre. Así fue, pero nunca lograron perpetuar ningún crimen aunque ellos se sentían muy preparados. Mientras esto ocurría, Huck trataba de resistirse a la educación en la escuela pero logró aprender a leer y escribir, y era algo que no le disgustaba; poco a poco empezó a acostumbrarse a la vida civilizada, queriendo dejar de lado a la banda de ladrones. Él fue a reclamar el dinero que poseía ante el juez, pero solo quiso retirar un dólar, dólar que le dio a su padre una noche oscura en que éste, después de un año de haber estado desaparecido volvió. De esta parte de texto, podemos analizar que aunque su padre volvió a buscar a Huck, su ignorancia y ganas de obtener dinero, característica propia de los marginales de aquella época, hizo que se conformara con un dólar para ir en busca de bebidas alcohólicas. Un tiempo después, los esfuerzos del juez y la viuda Douglas fueron inútiles y Huck estaba a manos de su padre. El padre de Huck por temor a que le vuelvan a quitar a su hijo, y se puede afirmar que también con un sentimiento de egoísmo, se lo lleva a las afueras de la ciudad y de una manera u otro el pobre Huck, vuelve a querer esa vida de desdicha en la que antes estaba sumergido y ahora es su nueva realidad. Más adelante, cansado de los maltratos de su padre; decide escaparse fingiendo que todo fue un robo y él había muerto. El plan sale a la perfección, y con una canoa llega muy lejos de donde se encontraba. Su padre, la viuda y el juez, junto con la policía vienen a buscarlo pero es inútil ya que él logra zafarse de dicha persecución. Los días pasan y Huck se sentía muy solitario, y en una de sus exploraciones por aquellas millas se encuentra al esclavo negro Jim, que también se encontraba escondido. Se puede reflejar el miedo que poseían los antiguos esclavos americanos cuando estaban a punto de ser vendidos mediante la siguiente cita“…Me di cuenta de que estuvo un tratante de negros por allí bastantes veces en esos días, y me empecé a preocupar. Bueno, una noche me acerque a la puerta bastante tarde, y la puerta no estaba bien cerrada, y oí a la vieja señora decir a la viuda que me iba a vender en Orleans; que no quería hacerlo, pero que, claro, le daban ochocientos dólares por mí, y era un montón tan grande de dinero que no podía resistirse. La viuda trató de hacerle decir que no lo haría, pero yo no esperé a escuchar lo demás. Me marché deprisa, deprisa, te digo” (Twain, Huckleberry Finn 125). Ambos decidieron escapar juntos y encontraron una caverna alejada de su anterior lugar de refugio. Finalmente, ambos estuvieron juntos como buenos amigos hablando sobre sus vidas y penurias; cómo el dinero le sirvió a Huck para calmar a su padre y cómo Jim perdió todo su dinero queriendo generar intereses. Para finalizar, Jim y Huck escaparon cuando buscaban a Huck por última vez, y volvieron a la casa de la caverna, estando sanos y salvos. En éste texto, podemos entender que Twain, crea una relación estrecha entre un personaje joven, como lo es Huck, que aún posee una mente inocente en lo que respecta al racismo y uno mayor como lo es Jim o su padre, que eran personajes segregados de la sociedad, para así dar a entender cómo se sentían y evocar a una reflexión acerca del racismo para los lectores. En la última parte de la historia también, se ve como Finn, consciente de que no entregar a un esclavo fugitivo es un delito, empieza a ver a Jim como un ser humano más y no como propiedad de nadie, lo cual también, opino que fue una lección planeada para el lector, dada por Twain. Se ve claramente cuando Huck Finn comenta: “…Me llamarán puerco abolicionista y me despreciarán por callarlo, pero da igual. No voy a contarlo, y además no voy a volver nunca allí” (Twain, Huckleberry Finn 125). Para agregar, se puede observar un conflicto interno entre lo que dice la ley y lo que es humanidad para el personaje principal.

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