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ANARQUIA DE COLOMBIA


Enviado por   •  30 de Enero de 2013  •  8.186 Palabras (33 Páginas)  •  445 Visitas

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ANARQUIA DE COLOMBIA

Colombia, como Venezuela, no tuvo un movimiento anarcosindicalista comparable al de otros países sudamericanos (Uruguay, Argentina, Brasil, etc.) por su fuerza y trascendencia. Lo tuvo, sin embargo, en mayor medida que su vecina y protagonizó luchas memorables y heroicas en la década del 20. Produjo, por otra parte, algunas figuras relevantes y dignas de ser recordadas en el plano de la ideología, de la propaganda y de la literatura.

Un hecho interesante y curioso es que Colombia fue el único país de América Latina visitado por dos grandes pensadores anarquistas del siglo XIX: Eliseo Reclus y Miguel Bakunin. Argentina recibía más tarde a Enrique Malatesta, Pedro Gori y otras figuras descollantes del anarquismo europeo.

Bakunin, sin embargo, sólo permaneció algunos días, en 1861, en el istmo de Panamá, que por entonces formaba parte de la república de Colombia: después de huir de la Siberia oriental hacia el Japón, llegó a San Francisco en los Estados Unidos, y desde allí se embarcó a Panamá, cruzó el istmo y volvió a embarcarse en Aspinwall-Colón hacia Nueva York, para seguir luego viaje a Londres. Ni en Colombia (Panamá) ni en Estados Unidos (San Francisco-Nueva York) parece haber llevado a cabo ninguna labor de propaganda o de organización [1].

Eliseo Reclus visitó Colombia en su condición de geógrafo, y emprendió una expedición científica (típica de los sabios europeos del siglo XIX) en 1855. De ese viaje nació luego su obra Viaje a la Sierra Nevada de Santa Marta, publicada en París en 1861 [2].

En Colombia, como en los demás países de América Latina (con la única excepción, tal vez, de México), cuando se trata de historiar el origen y organización del movimiento obrero, así como sus luchas, se suele tener en cuenta sólo la actividad de los partidos políticos (comunistas, socialistas, liberales). Liberales y marxistas “se disputan entre sí el protagonismo en este período de la historia colombiana y se proclaman como los promotores del desarrollo de la clase obrera”. En consecuencia, “el partido comunista y el liberal, se han ido encargando de borrar poco a poco la participación de los sectores que no hicieron parte de sus proyectos” [3].

Pero, en Colombia, como en los demás países de América Latina puede decirse que los verdaderos iniciadores de las luchas y de la organización obreras han sido los anarquistas.

A mediados del siglo XIX hubo en ese país, como en casi todos los demás de América Latina, diversas expresiones del socialismo utópico que se relacionan con “las luchas artesanales contra los efectos disolventes del librecambismo” [4]. Entre 1847 y 1854 algunos círculos intelectuales leían y comentaban no sólo las obras de Fourier y Saint-Simon sino también las del proto-anarquista P.J. Proudhon. Algo parecido sucedía en Venezuela donde Fermín Toro muestra influencias de los socialistas utópicos, y Baralt cita con frecuencia los escritos de Proudhon, a quien conoció personalmente en París, Inclusive Simón Rodríguez, maestro de Bolívar, acogió con entusiasmo ciertas ideas de Fourier, y por eso, no sin razón, dice de él Manuel Díaz Rodríguez, que aquel fue incomprendido por sus contemporáneos “porque se adelantó en la América de su tiempo al europeo socialista de hoy” [5].

Tal vez valga la pena recordar también que Pierre Cerreau, exiliado en Venezuela al fracasar en Francia la revolución democrático-socialista de 1848, publicó en la ciudad de La Victoria un Credo igualitario, básicamente inspirado en las ideas comunistas de Babeuf y “los iguales”.

El propio Ezequiel Zamora, figura protagónica de la Guerra Federal y “general del pueblo soberano”, aspira a emular “la filosofía de la igualdad de Babeuf” [6] A partir de 1851 considera las ideas de otros socialistas pre-marxistas, y ya en 1849 dialoga con Luciano Requena y José Branford sobre la “república social” y sobre Augusto Blanqui, [7] pero por entonces llega a conocer y admirar, a través del licenciado Francisco J. Iriarte, las ideas de Proudhon, cuya teoría de la propiedad discute: “Zamora considera que en los Llanos la tierra no es de nadie; es de todos en uso y costumbres, y además, antes de la llegada de los españoles, los abuelos de los godos de hoy, la tierra era común como lo es el agua, el aíre y el sol. Cierto, alguien robó una cosa que no era suya, sino de todos, responde José Branford, y de esta manera tendría razón Proudhon cuando considera que la propiedad es un robo” [8]

En Colombia las ideas de Proudhon son divulgadas, entre otros, por el periódico El Neogranadino, de Manuel Murillo Toro. Las numerosas alusiones a las ideas del anarquista galo en las polémicas ideológicas de mediados del siglo XIX nos permiten inferir alguna influencia de las mismas entre los miembros de las Sociedades Democráticas (1847-1851) y la misma organización de estas asociaciones dejan entrever ciertos elementos de la ideología de Proudhon, aunque mezclados sin duda con ideas corrientes en el partido liberal de la época [9]. Miguel Urrutia Montoya refiere que en los debates de dichas asociaciones era frecuente apelar al célebre apotegma proudhoniano: “La propiedad es un robo” [10].

Puede decirse, sin duda, que algo análogo sucedió contemporáneamente en otros países latinoamericanos. En México, por ejemplo, Melchor Ocampo, secretario de Benito Juárez [11], tradujo una parte de la Filosofía de la Miseria de Proudhon, aunque sin llegar a ser nunca un verdadero proudhoniano [12]. Poco más tarde, la singular figura de Plotino C. Rhodakanaty, griego, filósofo panteísta y médico homeópata, introdujo en México las ideas de Fourier y de Proudhon [13].

Durante el Imperio y la Reforma tales ideas no dejaron de expandirse y fueron llevadas al terreno de la lucha obrero-artesanal y campesina [14].

Alfredo Gómez recuerda que en 1853 se publicaron en Chile folletos sobre Anarquía y rojismo en Nueva Granada y observaciones sobre las ideas anarquistas en la república de Colombia, firmados por M. Ancízar y un autor anónimo respectivamente [15].

En Colombia “después del golpe dado por José Mará Melo, con el apoyo de muchos sectores populares, entre ellos el artesanado, se dio a conocer un programa de gobierno inspirado en mucho en las Sociedades Democráticas, que puede dar a pensar que Proudhon aportó su grano de arena a través de su pensamiento, Eso se evidencia en el rechazo a la representatividad política, es decir, respecto a la autonomía popular para gobernarse a sí mismos; en el desconocimiento a las leyes y constitucionalidad existentes; en la

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