Afganistán y su contexto sociocultural y económico
ludimar7 de Abril de 2013
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Su pueblo, cultura, vida y antecedentes.
Afganistán ,nombre oficial, Dowlat-e Eslami-ye-Afghanestan o Di Afganistan Islami Dawlat, Estado Islámico de Afganistán, república del suroeste de Asia que limita al norte con Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán; al este con China, el estado indio de Jammu y Cachemira y Pakistán; al sur con Pakistán y al oeste con Irán. Afganistán tiene una figura casi elíptica, con una longitud máxima, de noreste a suroeste, de 1.450km y una anchura de 725km. Tiene 652.225 km² de superficie.La población, predominantemente rural y estructurada en tribus y clanes que dominan todos los ámbitos de la vida, se divide en cuatro grandes grupos étnicos. Los pashto (también llamados pashtunes) forman un 50% de la población total y se dividen en dos subgrupos: los duranios y los ghilzais. Los tayikos, de etnia iraní, componen el 25% de la población, y el resto en su mayoría se compone de uzbekos (9%) y hazaras (9%).
La movilidad social ha sido constante desde la década de 1950. Ha disminuido el papel de la familia patriarcal como aglutinante de los individuos y las mujeres se han emancipado en gran medida, si bien la guerra civil y el régimen integrista instalado tras la misma han provocado una regresión respecto a estos progresos.
En 1998 la población afgana ascendía a 24.792.375 habitantes, entre los que se encuentran unos 2.500.000 nómadas. La densidad de población media era de 38 hab/km². La población residente en el país se estimó en 16.560.000 personas en 1990; otros 5.600.000 afganos están refugiados en Pakistán e Irán. En 1993 el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados informó de que en 1992 la población de refugiados más numerosa del mundo era la de Afganistán, cifrada en unos 4.500.000, de los que 2.900.000 estaban en Pakistán y 1.500.000 en Irán. Al finalizar ese año, 1.500.000 afganos habían vuelto a su país desde Pakistán. El 79% de la población vive y trabaja en áreas rurales y 2.600.000 personas llevan todavía una vida nómada.
Afganistán se divide en 31 provincias: Badajshan, Badghis, Baghlan, Balj, Bamian, Farah, Faryab, Ghazni, Ghor, Helmand, Herat, Jouzjan, Kabul, Kandahâr, Kapisa, Kunar, Kondoz, Laghman, Logar, Nangarhar, Nimruz, Nuristan, Paktika, Parwan, Patya, Samangan, Sar-i-Pul, Tajar, Uruzgan, Wardak y Zabul.
La capital es Kabul, con una población (según estimaciones para 1995) de 2.034.000 habitantes; por su situación en el este del país, domina las rutas vitales a través de los pasos de montaña. Otras grandes ciudades son los centros comerciales de Kandahâr (225.500 habitantes) y Herat (177.300 habitantes), famosas por sus numerosas mezquitas y palacios antiguos y otros restos arquitectónicos. Más del 99% de los habitantes de Afganistán son musulmanes, principalmente suníes. El resto, especialmente los hazaras, son shiíes. Las comunidades minoritarias de judíos, hindúes y parsis están dispersas por las ciudades. Mazar-i-Sharif es el primer centro de peregrinación del país.
Afganistán es uno de los países más pobres del mundo, con un ingreso anual per cápita de tan sólo 220 dólares. La economía se basa en la propiedad privada, modificada por una forma limitada de socialismo durante el periodo de gobierno prosoviético. En 1962 se iniciaron una serie de planes quinquenales para el desarrollo de la industria, la agricultura, la minería, el transporte y los servicios sociales. Todos los recursos son propiedad del Estado. A finales de la década de 1970 y durante la de 1980 la economía sufrió un duro golpe por el enfrentamiento entre las fuerzas militares de la antigua Unión Soviética (URSS), que ocuparon el país, y la resistencia que opuso la guerrilla afgana. Alrededor del año 1985 los gastos anuales del gobierno se estimaron en 650 millones de dólares, que incluían 370 millones de dólares en gasto de capital. Alrededor del 70,3% de la población se dedica a la agricultura y la ganadería. Los mayores problemas en el terreno laboral son el desempleo generalizado y la carencia de trabajadores y funcionarios públicos cualificados.
Afganistán fue una monarquía hasta 1973, año en que el rey fue derrocado y se proclamó la república. La Constitución promulgada en febrero de 1977 atribuía amplios poderes al presidente, consideraba a Afganistán un régimen de partido único, y declaraba el islam como religión estatal. El poder legislativo se atribuyó al Parlamento (Shura), formado por una cámara alta (Cámara de los Ancianos) y una cámara baja (Cámara del Pueblo). Esta Constitución se suspendió en abril de 1978 a consecuencia de un golpe de Estado, y el Consejo Revolucionario se convirtió en el principal cuerpo de gobierno del país.
En 1987 el gobierno comunista con respaldo soviético elaboró una nueva constitución, que estipulaba la elección indirecta de un presidente para un periodo de siete años. La Asamblea Nacional bicameral (Mejli Shura) se componía de Senado y de Cámara de Diputados. El Partido Democrático Popular controlaba el ejecutivo, pero 50 de los 234 escaños en la Cámara de Diputados se reservaron a los partidos de la oposición.
Después de la salida de las tropas soviéticas en 1989 y la caída del régimen comunista en abril de 1992, tomó el poder un consejo interino. En diciembre de 1992 tuvo lugar la elección indirecta del presidente. No obstante, la situación de guerra civil que vive el país desde 1994, impide hablar de autoridad estatal o de instituciones de gobierno. Más bien, habría que considerar la existencia de diversos poderes locales de base étnica y, desde septiembre de 1996, de un poder central radicado en Kabul que intenta organizar el territorio bajo su dominio de acuerdo con una interpretación restrictiva de la ley islámica (sharia).
El tribunal superior en Afganistán es la Corte Suprema. Los tribunales religiosos tratan casos tanto civiles como militares. Cada provincia es administrada por un gobernador nombrado por el gobierno central. Las provincias se dividen en distritos y subdistritos.
Entretanto, Dost Muhammad había llamado a las autoridades coloniales británicas en la India para proteger el territorio afgano reclamado en el Punjab. Cuando los británicos rechazaron su llamada, pidió ayuda a Rusia.
Ante el temor a que la esfera rusa de influencia se extendiera a las fronteras indias, el gobernador general británico en la India, George Eden, conde de Auckland, se presentó a Dost Muhammad con un ultimátum que solicitaba la expulsión de un delegado ruso en Kabul. Rechazados los requerimientos británicos, en marzo de 1838 el ejército angloindio invadió Afganistán, desencadenando la Primera Guerra Afgana (1838-1842). Al encontrar una oposición poco efectiva, los invasores capturaron Kandahâr en abril de 1839 y Ghazni en julio. Cuando Kabul cayó en agosto, Shah Shuja, un nieto de Ahmad Shah, se instaló en el trono afgano en lugar de Dost Muhammad, que él mismo entregó a los británicos.
El 2 de noviembre de 1841, Akbar Kan, un hijo de Dost Muhammad, encabezó con éxito un levantamiento contra Shah Shuja y las guarniciones afgano-indias del país. Una expedición de castigo angloindia reforzó las guarniciones durante un breve periodo, pero en diciembre de 1842 los británicos hubieron de abandonar finalmente el país. Dost Muhammad fue entonces liberado de su encarcelamiento y recobró su trono.
Las relaciones entre Afganistán y los británicos continuaron tensas hasta 1855, momento en que Dost Muhammad determinó un acuerdo de paz con el gobernador de la India.
La lucha fratricida entre los hijos del emir llevó al país a agitaciones durante más de una década tras su muerte en 1863. Shere Alí Kan, su tercer hijo y sucesor, despertó la enemistad de los británicos al adoptar una política amigable hacia Rusia en 1878. Al rechazar un segundo ultimátum, en noviembre de 1878 las fuerzas angloindias de nuevo invadieron Afganistán. En el curso del conflicto resultante, conocido como la Segunda Guerra afgana (1878-1879), los afganos sufrieron varios cambios. Kabul fue ocupada en octubre de 1879; Yakub Kan, hijo de Shere Alí, que había ocupado el trono en marzo del año anterior, fue forzado a abdicar y, en 1880, Abd al-Rahman Kan, nieto de Dost Muhammad, se instaló en el trono.
El nuevo soberano confirmó la cesión, previamente acordada con los británicos por Yakub Kan, del paso Jyber y otros territorios afganos. Durante su reinado, que duró hasta 1901, Abd al-Rahman Kan arregló las disputas fronterizas con la India y Rusia, creó un ejército permanente y frenó el poder de diversos jefes tribales.
En 1907 durante el reinado de Habibullah Kan, hijo y sucesor de Abd al-Rahman, los gobiernos británico y ruso prometieron respetar la integridad territorial de Afganistán. Habibullah fue asesinado en febrero de 1919. Su hermano, Nasrullah Kan, que le sucedió en el trono durante sólo seis días, fue depuesto por la nobleza afgana en favor de Amanullah Kan, el hijo de Habibullah. Determinado a quitar completamente su país de la esfera de influencia británica, Amanullah declaró la guerra a Gran Bretaña en mayo de 1919. Los británicos, enfrentados a la vez con el creciente Movimiento Indio de Liberación, negociaron un tratado de paz con Afganistán en agosto. Por los términos del mismo (firmado en Râwalpindi) Gran Bretaña reconoció a Afganistán como Estado soberano e independiente. En 1926 Amanullah Kan cambió su título de emir por el de rey.
La popularidad y el prestigio que el rey Amanullah había ganado gracias al trato recibido de los británicos se disiparon
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