Capítulo 2 Guerra Y Paz

Capítulo 2: Guerra, Paz y Hegemonía a comienzos del siglo XXI

I

La historia avanza a gran velocidad, y por eso es imposible hablar sobre el futuro político del planeta , y esto se ha visto acrecentado por el fin, a mediados del siglo pasado, de la historia tal y como la conocemos. Cambios basados en las transformaciones tecnológicas y en los procesos de producción, en Internet, en la sociedad urbana formada por el campesinado, en la sustitución de un mundo basado en la comunicación verbal en otro donde la lectura es universal y en los cambios en la situación de las mujeres.

Un hecho importante es el declive del sector agrario en el mundo desarrollado, dejando, en pocas décadas, de ser una especie rural.

Además no es este el modelo típico de urbanización basada en la huida del campo a la ciudad, sino que ahora las ciudades viven una suburbanización alrededor del centro.

Este cambio supone un cambio político entre las zonas muy densas y las poblaciones rurales; además el cambio educativo influye, al igual que la emancipación de la mujer.

II

A lo largo del siglo XX aparecieron una serie de estados independientes que reclamaban la legitimidad del pueblo con motivo de que la mayor parte de los pueblos dejaron de ser gobernados por potencias extranjeras, y las personas pasaron a ser ciudadanos y no súbditos.

En gran parte del planeta se ve un cambio de postura de estado independiente a unidad política: en la región noratlántica se inspiraba en innovaciones de la revolución francesa como el monopolio de los mecanismos de poder y de los coercitivos.

Esta fase del desarrollo del estado alcanzó su punto álgido en los 40, continuando creciendo hasta los 70 ajeno a cuestiones ideológicas y de organización política.

Pero la situación actual ha cambiado, vivimos en un mundo que se globaliza y que depende de las empresas privadas transnacionales que limita la capacidad de los gobiernos para controlar sus economías y que hace que los estados dejen sus actividades en manos de agentes privados.

Por otro lado, el imperialismo del siglo XIX y XX no habría sido posible si la población no quisiese aceptar un poder estatal estable, pero la obediencia de los ciudadanos también es cosa del pasado.

Derivado de esto y relacionado con la guerra, se puede decir que hoy en día sería muy difícil que una población luchase por la patria en un gran conflicto.

Además, la vigilancia a la que se ven sometidos los ciudadanos debido al aumento de los medios tecnológicos, ha provocado una pérdida de libertad de estos.

Todo esto ocurre en una época en al que se han acentuado las diferencias regionales del planeta debido a que la globalización da lugar a un crecimiento dispar, y trae consigo el aumento de la población que emigra, lo que provoca un aumento de la tensión social.

Se puede considerar que el desequilibrio más importante de los que han derivado la globalización económica es el desplazamiento del centro de la economía mundial a Asia.

En lo relacionado con la

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