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Chicha De Jora


Enviado por   •  26 de Junio de 2013  •  1.631 Palabras (7 Páginas)  •  416 Visitas

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Chicha de Jora

Historia

La Chicha de Jora, es un producto oriundo del Perú, que se elabora artesanalmente y se consume además otros países de América del Sur. Se denomina Chicha de Jora, a la bebida alcohólica obtenida por fermentación de la materia azucarada contenida en el mosto de malta de maíz. Emilio Balizan (1927) atribuye a la casualidad el descubrimiento de la chicha de Jora, apoyado en el relato de Genaro Herrera Durante el mandato del Inca Túpac Yupanqui. Según cuenta la historia, debido a las fuertes lluvias que ocasionaron que los cultivos de maíz se estropearan, el Inca ordenó que de todas maneras sea usado para el consumo pensando que al sancocharlo esto generaría mote (nombre genérico para distintos granos o legumbres cocidos en agua). Muchos de los pobladores desecharon este maíz ya que tenía un aspecto desagradable; sin embargo, otros por hambre decidieron comer este maíz, originando la inmediata embriaguez de los mismos. Luego ésta vendría a formar parte del uso diario en el imperio incaico.

A la llegada de los españoles, cuando el sacerdote dominicano Vicente de Valverde que llego en reemplazo de Francisco Pizarro a la plaza de Cajamarca se encontró con Atahualpa, el general Kalkuchimac se acercó con una vasija de chicha jora, como muestra de disposición al diálogo de parte del Inca. Pero el sacerdote Vicente de Valverde boto el quero que contenía la chicha, ya que él pensaba que lo iban a envenenar. Esto se puede confirmar en el siguiente texto:

“Atahualpa ingreso a la plaza de Cajamarca se sorprendió de verla vacía, él había esperado encontrar al jefe de los barbudos. En su reemplazo apareció el sacerdote dominico Vicente de Valverde acompañado por un intérprete, el tristemente célebre Felipillo. Después de mirar con atención, Atahualpa le alcanzo al sacerdote español un quero (qiru en la lengua quechua) de oro lleno de chicha, para brindar en forma ritual y poder comenzar una conversación entre seres civilizados, según al manera andina.”.

La chicha de jora es la bebida del maíz, la planta sagrada por excelencia, que simboliza al estado y expresaba la riqueza de una sociedad agrícola. El maíz, preparado tanto como en sólido como en forma líquida, era el alimento que representaba la civilización, el triunfo sobre el hambre y la superación de los miedos ancestrales. El maíz había desplazado a la papa a una condición subordinada, por así decirlo. El consumidor de la papa era el pobre; quien no tenía más que tubérculos para alimentarse era un ser humano destituido de refinamiento. Solo los comedores y bebedores de granos tenían civilización y estaban a otro nivel, eran superiores.

De esta manera, el maíz despertaba entusiasmo y alegría; al tiempo de su cosecha, las mazorcas eran llevadas a casa con gran festejo, hombres y mujeres cantaban, rogaban al maíz para que durara mucho tiempo. El cultivo del maíz fue muy importante, dominaron todo el territorio andino y tanto así que desplazo a la papa, en esa época este tubérculo solo lo utilizaban para sus ritos domésticos y comunales. Tal y como lo puedo constatar en el siguiente texto:

“La papa en cambio no despertaba tanta euforia; sus ritos eran domesticados y comunales, apenas considerados posteriormente por los cronistas de la conquista. La papa era humilde y carecía del regocijo inspirado por el maíz.”.

El maíz fue consumido de diversas maneras e interesa destacar, en primer lugar, su uso bajo la forma de líquido. Sucede que el agua cruda siempre ha tenido mala reputación en los andes: está asociada a enfermedades y a todo tipo de parásitos. El agua cruda es un gran transmisor de diversos males, bacterias y gérmenes. Por ello los seres humanos en los andes la evitan en forma sistemática. Así de acuerdo a la versión del sabio Santiago Antúnez de Mayolo (1981), el poblador andino nunca bebió agua cruda, sino como componente de otros preparados como chupes, mates y chicha. Había chichas para diferentes edades como también para las diferentes horas del día. En la cual existía dos tipos uno para la vida cotidiana y otra para celebraciones.

Guaman Poma observaba que en el temprano siglo XVII el consumo cotidiano de chicha se había extendido y pedía una reforma consistente para volver a la antigua costumbre inca. Según el cronista indio, en tiempos del Tahuantinsuyo se habrían bebido seis pocillos diarios de chicha, un promedio litro y medio por habitante en una corriente.

La chicha tenía un alto contenido simbólico. Recibir al visitante a beber es una costumbre humana muy extendida en todo el planeta. En los andes había llegado a representar al conjunto de normas de etiqueta. Todo y toda ceremonia comenzaban brindando en queros. Eran dos los recipientes iguales que se llenaban para beber, honrando el encuentro y la subsiguiente conversación. La nobleza imperial tenía queros de oro y plata que eran llamados achillas. De este tipo fue el quero que Atahualpa ofreció a Val verde en Cajamarca. Los españoles no comprendieron nunca el ritual de la chicha y lo atribuyeron a una supuesta esencia beoda y decadente a la sociedad andina.

Cuando se iniciaron las guerras de la emancipación se abrió una época breve de reconciliación formal entre la cultura criolla y la indígena. Algunos intelectuales criollos y mestizos que deseaban romper con España estaban en busca de una nueva simbología que rechazara el dominio ibérico. Aunque se sentían muy superiores y totalmente distintos de los indios, estos intelectuales

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