Compañia De Jesus

COMPAÑÍA DE JESÚS

1.- HISTORIA DE LA IGLESIA COMPAÑÍA DE JESÚS

Desde la fundación de la ciudad de Arequipa en 1540 se establecieron los Padres Dominicos, Mercedarios, Franciscanos, agustinos y los Jesuitas; procedentes de la ciudad del Cuzco llegando a la ciudad de Arequipa en 1573; los religiosos de la Compañía de Jesús los padres: José de Acota, Luís López y Gonzalo Ruiz . Los cuales predicaron e impartieron la religión cristiana entre criollos y mestizos; y enseñarían a los niños y aun a los adultos para lograr la aceptación en el pueblo arequipeño, lograron acumular 17.508 pesos sin embargo consideraron este dinero insuficiente para la fundación de su templo así que se regresaron a la ciudad de Lima.

Al año siguiente 1574 el Padre Jerónimo de Portillo envió una nueva misión conformada por el Padre Luís López, acompañado por el Hermano Juan García de Yanguas y el padre Maestro Alonso de Barzana. En esta oportunidad hubo un cabildo abierto en el que se señalo la necesidad de la fundación del templo de la Compañía para lo que aumentaron sus donaciones en 10.000 pesos. según la “Historia de la Compañía de Jesús de Arequipa y relación de la erupción del volcán Omate, ocurrida en 1600”, relato anónimo escrito por los miembros de la Compañía, eran los evangelizadores de su Orden, se habían visto que eran ellos hombres sin interés, y habiendo cumplido ya los padres con lo que tocaba a esta misión y queriéndo partir, se tornó la decision cabildo abierto y estando ellos en él las donaciones que estaban hechas se ratificaron y de nuevo se hicieron otras, de modo que la suma de la primera y segunda llego a 27.508 pesos.

El padre Plaza en carta dirigida al P. Mercurian le manifestaba que, en 1578 don Diego Hernández Hidalgo, vecino de la ciudad de Arequipa, influenciado por el Capitán Jerónimo Pacheco y su esposa Dña. Lucia de Padilla, habían decidido aplicar todos sus bienes a la fundación de una casa de la Compañía en dicha ciudad, a cambio de la cual solicitaba que los Jesuitas lo reconocieran como Fundador. Posteriormente añadió a su testamento un codicilo en el que daba plazo de un año para que aceptaran su donación; en caso de no ser posible la fundación de dicha casa sus bienes pasarían a ser destinados a la fundación de una obras que tenia señaladas.

Los jesuitas aceptaron la donación y acordaron reconocerlo como fundador de la casa de la compañía. Así iniciaron su construcción en 1578, a base de los planos confeccionados cinco años antes por el arquitecto Gaspar Báez y que desgraciadamente, se derrumbo con el terremoto de

1582. Ocho años mas tarde el hermano Diego Pólipo, sobre las ruinas del primer templo y desarrollando siempre los planos de Gaspar Báez, inicio la segunda reconstrucción del templo dedicado al apóstol Santiago. Finalmente, existe evidencias de una tercera reconstrucción a mediados del siglo XVII y concluida en 1667, año en que Esteban Lara clavaba la cruz en el capitel de la torre. La fachada lateral se edifico en 1654y la fachada principal en el año de 1698 y la torre original en 1662. El maestro cantero Simón de Barrientos, el 22 de octubre de 1654, ante el escribano Alonso Laguna, suscribía con el padre Jerónimo Martel, rector del colegio Jesuita de Arequipa, el contrato para realizar en el templo que estaban edificando una escalera de caracol en cuadro que conduciría de la antesacristía a la bóveda; un pretil con su cornisa de vara y cuarto de alto a lo largo de toda la obra y con sus respectivos desagües: dos capitolios al lado de la epístola, desde sus cimientos y correspondientes de las dos del patio y en proporción de las demás, cubiertas a la perfección, para lo cual se desarmaría la capilla de la Virgen de Loreto y se abriría arco a la capilla del Santo Cristo, de manera que guardara proporción con las demás; dos bóvedas grandes en el cuerpo principal de la iglesia con sus arcos correspondientes y en la forma en que construida la parte que sigue al arco toral, con sus ventanas y cunetas, según la otras bóvedas, de la misma traza y forma con sus respectivos tarjones; la puerta y portada que da a la calle de los ejercicios de piedra negra dura, quijarreña, pamposa y jarifa y con buen arte. Barrientos por su parte se obligaba a presentar los diseños y a trabajar cuatro horas diarias en la obra; los padres en cambio le proporcionarían los peones indios y negros necesarios, medio cordero cada semana y lo pagarían 2.500 pesos de ocho reales, de los que 400 corresponderían a la capillas, 150 a la portada, 300 a la escalera de caracol, 150al pretil y cornisa y 550 a cada una de las dos bóvedas de la nave cotarla.

El terremoto de Santa Ursula que sacudió la ciudad de Arequipa el 20 de octubre de 1687 derrumbo el campanario y la capilla de la Virgen de Loreto; esto obligo a los Jesuitas solicitar ayuda para su reparación. La fachada lateral fue diseñada y construida por el cantero Barrientos en 1654; está es considerada como una de las mas antiguas del arte mestizo arequipeño, pues señala puntos de partida para el complicado tapiz de la fachada principal.

Un frontón muy abierto y elevado, sobre el arco de medio punto de la puerta alberga bajo una gran venera o concha el altorrelieve del apóstol Santiago matando a los indios; la escultura del apóstol guerrero en actitud arcaica, levanta el sable sobre los vencidos indios que se encuentran en el suelo y que son aplastados por su caballo; la repisa saliente esta sostenida por dos sirenas

aladas; sobre los frisos, sostenidos por capiteles corintios, bajo relieves representando al león del apóstol San Marcos a la derecha y al Buey de San Lucas a la izquierda; columnas corintias con soldaduras en zig-zag, decora el tercio medio sosteniendo trozos de entablamento en un friso adornado con flores, querubines y mascarones. El terremoto de Santa Ursula también daño la fachada principal obligando así a la comunidad a solicitar la ayuda necesaria y a poner todo su esfuerzo para levantarla. La reedificación se realizo en solo 9 meses del año 1698 y a un costo de 8.395 pesos y 2 reales. El encargado de dirigir esta obra fue Agustín de Acosta y la ejecución estuvo bajo el control del cantero Diego Adrián.

1.1.-CUATRO HISTORIAS DE UNA TORRE

Lucia sólida y baja, casi pesada coronando la primera iglesia de la Compañía, construida según un proyecto de Gaspar Báez en 1573. Era la torre del campanario del templo que once años mas tarde habría de desplomarse con el terremoto de 1582. Su silueta, sus volúmenes, sufrieron a través de poco menos de cuatro siglos diversas alteraciones. La segunda torre se elevo sobre el calco de la anterior, en 1698, fecha que se tiene históricamente como la definitiva. Al menos, el hecho de que la cifra esta esculpida en la fachada, así permite suponerlo. En el terremoto de 1868 el campanario se vino al suelo. Luego de un tiempo lo volvieron a reconstruir pero este campanario no concordaba con el resto de la iglesia y así quedo con sus falsedades adosadas a materiales extraños, madera y calamina. Pero los sismos dramáticos de 1958 y 1960, la compañía sufrió tales remezones que el falso campanario afectado cayo definitivamente al suelo. Entonces y por fin se planeo su recuperación. Es así que poco a poco se logro recuperar los volúmenes exactos aquellos que conducían con el plano general de la iglesia. Así comparando esos testimonios, se llega a la conclusión que de la original silueta del campanario no queda nada, pero que por mucho tiempo se mantuvo en pie a pesar de los graves sismos que sufrió la ciudad. A mediados del siglo XIX fue reemplazada por otros campanarios que nada tenían que ver con el equilibrado rostro de la primera ciudad.

1.2.- DESCRIPCIÓN DE LA FACHADA PRINCIPAL

Esta fachada es la mejor creación del estilo mestizo Arequipeño de la época del siglo de XVII. Fachada que da frente a la calle General Morán y a la esquina de la plaza de armas.

Consta de dos cuerpos o dos pisos: el primero con tres calles entre dobles columnas o columnas pareadas de capitel compuesto y fustes cuyos dos tercios superiores son lisos y el inferior decorado con relieves en zig-zag que rematan en doble anillo con flores y hojas de acanto, entre estas columnas y el cornisamento se despliega una abundante labra de follaje, enredaderas, frutos, espigas, aves, cabezas antropomorfas y zoomorfa. Dos cartelas ovoides en cada una de las calles laterales precisan la fecha de culminación de la fachada, a la izquierda se lee “EL AÑO” y a la derecha, “DE 1698”. En los laterales de la fachada resalta una curiosa interpretación del gato-tigre con cuerpo de miriópodo, tan conocido en la cerámica prehispánica y del que Marco Dorta dice: “la fina lengua del felino que habita en una isla del Titicaca, se ha convertido en un tallo con anchas hojas y flores y el cuerpo, que conserva los segmentos del ciempiés, se curva violentamente y termina formando un espiral”. A la derecha de la fachada principal existe una portada lateral, hoy clausurada, pero que en otros tiempos servia para comunicarse con los claustros del colegio; a su lado se observa, aun, una serie de inscripciones con pintura roja, un tanto desteñidas, que contienen los nombres de quienes se graduaron en la facultad de Teología que funcionaba en el Colegio Jesuita de la Ciudad.

En la calle central del primer piso se encuentra la solemne puerta principal, de madera de cedro y adornada con llamadores; la archivolta rompe el arquitrabe y penetra en el friso. En el entablamento se han dispuesto medallones encerrando las letras: SD (Sanctus Deus), SF (Sanctus Fortis), SI (Sanctus Inmortales), MN (Miserere Nobis).

En el segundo cuerpo esta flanqueado por columnas pareadas con un tercio de fuste en espiral.

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