La Compañía De Jesus
Winthoger00115 de Septiembre de 2014
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LA COMPAÑÍA DE JESÚS.
La Compañía de Jesús es una Orden Religiosa de la Iglesia Católica fundada por San Ignacio de Loyola en 1540 (aprobada por el Papa Paulo III). San Ignacio fundó este instituto en París, junto con otros compañeros, y legó a la Iglesia una herramienta fundamental: los Ejercicios Espirituales. No en vano, en 1922, el Papa Pío XI nombró a San Ignacio de Loyola patrono oficial de los Ejercicios Espirituales.
A lo largo de su vida, la Compañía de Jesús ha sufrido muchos avatares, entre otros, fue suprimida por el Papa Clemente XIV en 1773 y más tarde restituida por el Papa Pío VII en 1814. El año 2006 celebramos el Jubileo de la Compañía de Jesús, en donde se aunaron tres conmemoraciones: los 500 años del nacimiento de San Francisco Javier y del Beato Pedro Fabro; y los 450 años de la muerte de San Ignacio de Loyola. Son tres de los primeros compañeros que fundaron la Compañía. En 2007 hemos celebrado el centenario del nacimiento del que fuera General de la Compañía durante 1965-1983, el padre Pedro Arrupe (14 de noviembre).
Los jesuitas, que así se conoce a los miembros de esta congregación religiosa, trabajan por la evangelización del mundo, en defensa de la fe y la promoción de la justicia, en permanente diálogo cultural e interreligioso. La finalidad de esta Compañía es “la perfección cristiana, propia y ajena, para gloria y servicio de Dios”.
La Compañía de Jesús es la primera orden religiosa masculina mundial en cuanto a número de miembros, seguida de los salesianos y los franciscanos. El 1 de enero de 2007 los jesuitas eran 19.216. De ellos, los sacerdotes son 13.491, los escolares (jesuitas preparándose para ser sacerdotes) 3.049, los Hermanos (jesuitas no sacerdotes) 1.810 y los novicios (los que acaban de entrar en los seminarios de la Compañía para estudiar durante 2 años), 866.
La edad media de todos los jesuitas es de 57,34 años. La disminución de vocaciones que ha afectado a la Iglesia entera en los últimos decenios, también se ha hecho patente en la Compañía. Aún así, en 2007 habían entrado en nuestra institución 486 nuevos novicios (el 40% de ellos en Asia). En España, el noviciado, ubicado en San Sebastián, acoge este año a 14 de ellos.
La formación en la Compañía de Jesús es una etapa muy larga (del orden de los 10 ó 12 años) que empieza con el noviciado (dos años) y continúa con un proceso de formación intelectual sólida en todos los casos e incluye los estudios filosóficos y teológicos necesarios para la ordenación en el caso de los jesuitas sacerdotes. Muchos jesuitas aparte de licenciados en Teología, han cursado otra Licenciatura (en los más diversos campos de estudio).
¿Dónde se encuentra?
Los jesuitas se extienden hoy por 127 países de los cinco continentes. Para una mayor eficacia se dividen territorialmente en provincias (91) que se agrupan a su vez por Asistencias o unidades territoriales (10).
-La Asistencia más numerosa es la de Asia Meridional con 4.018 jesuitas que representan el 20,9% del total. Va seguida de las siguientes asistencias:- Estados Unidos de América (2.952 jesuitas ó 15,4%).- Europa Meridional (Donde se ubica España) (2.448 ó 12,7%).- Europa Occidental (1.958 ó 10,2%).- Asia Oriental-Oceanía (1.672 ó 8,7%).- América Latina Meridional (1.513 ó 7,9%).- África (1.430 ó 7,4%).- América Latina Septentrional (1.374 ó 7,2%).- Europa Oriental (1.119 ó 5,8%).- Europa Central (732 ó 3,8%).
De las 91 provincias de la Compañía, las más numerosa son las de Italia (667 jesuitas) y la de Castilla (España, con 638). Por países, son Estados Unidos y la India los que cuentan con mayor número de jesuitas.
En la mayoría de continentes su presencia es muy temprana. Primero en Europa, ya que nació aquí, y luego en Asia, a donde llega el mismo San Francisco Javier, cofundador de la Compañía (su primera presencia es en Goa, en 1542) y recorre diversos países con sus tareas apostólicas y sociales, quedándose a la entrada de su deseada China. A América Latina llegan misioneros jesuitas décadas después del Descubrimiento de Colón (por ej. a Brasil en 1549 o a México en 1572). También en África, la presencia es temprana; por ejemplo, a Etiopía llegan 15 jesuitas en 1553; a la antigua República del Congo en 1547, a la antigua Zimbabwe en 1560… En Oceanía, sin embargo, su llegada es más tardía (por ej. a Australia no llegan hasta 1848).
Su presencia ha sido constante en países donde la religión católica ha estado perseguida o prohibida, como en China, Cuba o Vietnam. O en países con mayoría islámica o budista, donde han promovido siempre el diálogo interreligioso.
Jesuitas en el Vaticano. Aunque la Compañía entera está empeñada en las misiones que le confía el Papa, algunos jesuitas son llamados a un servicio más directo de la Santa Sede. Por ejemplo, en la Radio Vaticana o en el Observatorio Astronómico Vaticano, dos instituciones que desde sus comienzos han sido encomendadas por el papado a la Compañía de Jesús.
Al frente de la primera de ellas está el jesuita Federico Lombardi, nombrado el 11 de julio de 2006 director de la Sala de Prensa de la Santa Sede y que continúa también ejerciendo el cargo de Director del Centro Televisivo Vaticano.Además, hoy existen 92 jesuitas obispos (5 de ellos españoles); la mayoría de ellos en diócesis de países en vías de desarrollo. Además, 10 jesuitas son cardenales, aunque sólo dos de estos cardenales son electores ante un posible cónclave (los que están por debajo de los 80 años): Jorge Mario Bergoglio de Argentina y Julius Riyadi Darmaatmadja de Indonesia.
En España existen 1.498 jesuitas que se distribuyen en cinco provincias: Aragón (Aragón, Comunidad Valenciana, Islas Baleares); Bética (Andalucía e Islas Canarias); Castilla (Asturias, Cantabria, Castilla y León, Galicia, La Rioja, Madrid, Castilla La Mancha, Extremadura y Murcia), Loyola (País Vasco y Navarra); y Tarraconense (Cataluña).
¿Qué hacen los jesuitas, para qué y cómo?
San Ignacio de Loyola, el fundador de esta orden religiosa, quiso que sus miembros estuviesen siempre preparados para ser enviados, con la mayor celeridad, allí donde fueran requeridos por la Misión de la Iglesia y allá donde el Papa les necesitara. De ahí que los jesuitas, aparte de los tres votos normales de cualquier religioso (pobreza, castidad y obediencia), emiten un cuarto voto de obediencia al Papa en lo que se refiere a las misiones específicas a las que éste les pueda destinar. Por ejemplo, la última petición explícita de un Pontífice a la Compañía ha sido el ruego de luchar contra el ateismo, que encomendó el Papa Pablo VI en 1965.
Es por ello que hoy los jesuitas se encuentran en los campos más diversos de nuestro mundo, adaptándose a las nuevas necesidades de la sociedad y a los retos que estas plantean. Todas estas acciones las desarrolla la a través del trabajo de los jesuitas y de miles de laicos que comparten su misma espiritualidad.
- LA ACCIÓN SOCIAL, cuyo objetivo es impregnar las estructuras de la vida humana con una expresión más plena de la justicia y el amor. Esta labor social está inmersa en la Compañía desde sus orígenes. Ignacio de Loyola daba albergue a las prostitutas y a los sin techo en Roma; los jesuitas Laínez y Salmerón, enviados como teólogos al Concilio de Trento, cuidaban de los enfermos en el hospital de la ciudad; Pedro Claver, SJ ayudaba a los africanos traídos como esclavos a Nueva España y las Reducciones del Paraguay buscaban la protección de la vida y la cultura de los guaraníes, a los que acechaba la amenaza de ser hechos esclavos.
La acción social de los jesuitas se diversifica mucho: en centros de estudio y publicaciones, con ONGs de Cooperación al Desarrollo, con servicios de voluntariado y con multitud de proyectos locales de apoyo a los necesitados. Así, entre estos últimos, 1.400 jesuitas trabajan en 324 centros sociales, donde colaboran más de 16.000 voluntarios (el porcentaje mayor está en Asia).
Aparte, miles de misioneros han dejado sus países de origen no solo para evangelizar otras tierras, sino también para dotarlas de estructuras humanas más justas. Por ejemplo, 622 jesuitas españoles son misioneros en otros países (19 en África, 152 en Asia, 451 en América Latina). Muchas veces estos jesuitas dan su vida por la misión que realizan. Desde 1973 que comenzara el generalato del P. Arrupe, los jesuitas muertos violentamente en misión han sido 49.
A nivel mundial destaca en este campo el Servicio Jesuita a los Refugiados (SJR; www.jrs.net ) que fundara en 1980 el entonces Padre General de la Compañía de Jesús, el jesuita español Pedro Arrupe. Arrupe quería ofrecer una respuesta al sufrimiento de los llamados “boat people” vietnamitas, que huían de la guerra de Vietnam en barca, buscando un lugar seguro.
Esta organización está hoy presente en 53 países y cuenta con un equipo de unos mil trabajadores (jesuitas, religiosos y religiosas de otras congregaciones y laicos) cuya misión es acompañar, servir y defender los derechos de los refugiados. Sus actividades incluyen: asistencia directa en los campos de refugiados y centros de detención de inmigrantes, alimentación, asistencia médica, pastoral, psico-social y educación. El SJR también acompaña a los refugiados en su retorno a casa. Sus proyectos hoy están destinados a unos 450.000 refugiados.
Y en África, es muy significativa la creación en 2002 de AJAN (African Jesuit AIDS Networld: www.jesuitaids.net ), la red jesuita de apoyo al Sida en África. Entre otras cosas se dedica a: prevenir la difusión del VIH aumentando el conocimiento sobre el virus en parroquias y escuelas;
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