De la locura a la esperanza. La guerra de 12 años en El salvador

DE LA LOCURA A LA ESPERANZA

La guerra de 12 años en El salvador

Durante 12 años se desarrollo una guerra civil en El salvador a través de miles de hechos violentos que se dieron lugar en todo el territorio; aunque de los miles de estos hechos violentos en la comisión de la verdad se registraron más de 22,000 denuncias de hechos de violencia durante el periodo de enero de 1980 hasta julio de 1991. De estos miles de hechos violentos registrados por la comisión de la verdad más de la mitad fueron adjudicados a distintos cuerpos militares del gobierno, como pudieron ser la Fuerza Armada, ORDEN, FAES, y por los escuadrones de la muerte, los cuales, aunque no eran reconocidos por el gobierno se descubrió que si eran una estructura militar paralela a los cuerpos militares del gobierno. El resto de los hechos violentos fueron adjudicados a la guerrilla del FMLN. Entre los hechos violentos llevados a cabo por los cuerpos militares del gobierno están las ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y asesinatos de personas que ellos consideraban como opositores políticos, y, entre los hechos violentos adjudicados a la guerrilla están las ejecuciones extrajudiciales, desapariciones y reclutamientos forzosos.

En el caso de las ejecuciones extrajudiciales ejecutadas por los distintos cuerpos militares gubernamentales, nos parecen injustificados ya que solo por que alguien pensara un poco distinto sobre el sistema político, este ya era tachado como alguien malo que no debía seguir en libertad o en el peor de los casos alguien que ya no debía seguir con vida; ejemplos de estos hechos que fueron analizados a fondo para descubrir que fue lo que sucedió en verdad, son el asesinato de los padres y empleadas de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” en 1989, en el cual se descubrió que no fue la guerrilla quien perpetuo este hecho tan terrible; otro ejemplo de un hecho violento ejecutado por cuerpos militares del gobierno es el asesinato de casi todas las personas del caserío  ubicado en Morazán “El Mozote” en 1981, en cual se descubrió que lo hicieron porque querían hacer retroceder a elementos de la guerrilla que se encontraban cerca de ese caserío, pero aunque en este hecho el principal afectado fue ese caserío, también asesinaron a personas de distintos cantones ubicados alrededor de “El Mozote”. Otra gran masacre fue ejecutada con ayuda del gobierno hondureño en el río Sumpul el cual estaba ubicado al lado del caserío Las Aradas en 1980, en el cual dieron deliberadamente muerte a un número no inferior a 300 personas no combatientes, incluyendo a mujeres y niños, los cuales intentaron cruzar el rio Sumpul hacia honduras. Luego de este terrible hecho las autoridades de ambos gobiernos declararon que eran guerrilleros, aunque gracias a investigaciones como la de la comisión de la verdad, se descubrió lo que realmente ocurrió.

Y, en el caso de las desapariciones forzosas que se recibieron muchas denuncias ejecutadas por cuerpos militares del gobierno, en las cuales no se han resuelto aún. Todas las personas cercanas a estás que desaparecieron forzosamente, por más que insistieron por varios años a que les dijeran en donde se encontraban sus familiares desaparecidos, estos se negaron a dar cualquier información relacionados a estos y los amenazaron que les podría suceder lo mismo si seguían preguntando; ejemplos de casos de desapariciones forzosas realizadas por distintos cuerpos militares gubernamentales en los que se profundizo a investigar lo que realmente sucedió por parte de la comisión de la verdad están los siguientes, en los cuales sucedió lo antes mencionado son los casos de Francisco Arnulfo Ventura y José Humberto Mejía los cuales eran estudiantes de la Universidad de El Salvador y habían estado en una manifestación en esa fecha fueron detenidos por efectivos de la Guardia Nacional en el parqueadero de la embajada norteamericana el 22 de enero de 1980, y luego metidos en un carro particular según testimonios; otro caso de desaparición forzosa es el de Miguel Ángel Rivas Hernández de 17 años, el cual desapareció cuando se dirigía hacia su casa en Ilopango, y según testimonios que presenciaron el suceso fue desparecido por la FAES la noche del 29 de noviembre de 1986; y el caso de Sara Cristina Chan Chan Medina y Juan Francisco Massi Chávez el 18 de agosto de 1989 los cuales secuestraron cuando se dirigían hacia sus casas en el Boulevard del Ejército. Todos estos casos, “nos parecen muy lamentables y ruines por parte de los autores intelectuales de estas desapariciones”.

 Históricamente se demostró que: “Aquellos quienes tienen poder, tanto económico como político, no aceptan la idea de personas que se oponen a sus ideales”, siendo el caso de Monseñor Oscar Arnulfo Romero quien siempre peleó por las personas pobres, peleando por esas personas que aún lo poco que poseían, se les era arrebatado. Dicha injusticia, hizo actuar a Monseñor Romero en contra de los ideales políticos que tanto en ese tiempo (como también actualmente) se tienen, por consecuente aquellas personas en el poder político vieron como amenaza a la única persona que se atrevió a hablar por el pueblo.

 “Las personas políticamente poderosas, dicen actuar al favor del pueblo, sin embargo, solo actúan a su favor, enriqueciéndose a sí mismos”, Monseñor Romero siempre peleó por su ideal, el cual era ser una comunidad justa, equitativa, donde existiera una verdadera igualdad. De dichos ideales, surge un ejército revolucionario el cual dice luchar por el bien común atribuyéndole (actualmente) como un partido “comunista”, en los años 80´s se vivió en un tiempo de guerra entre aquellos con poder político y económico (denominadores como capitalistas), y aquellos quienes defendían el bien común del pueblo.

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