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Desarrollo.


Enviado por   •  17 de Octubre de 2013  •  Síntesis  •  1.113 Palabras (5 Páginas)  •  229 Visitas

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Desarrollo

Los procesos directivos descansan en procesos comunicativos. Durante los procesos directivos, la utilización de determinadas figuras lingüísticas, códigos, formas de expresión, mecanismos de influencias psicológicas por parte de los líderes, técnicas, tácticas y estrategias favorecen climas psicológicos favorables y adecuadas relaciones humanas. Sin embargo, algunas formas de expresión pueden ser malintencionadas y herir al destinatario.

En este sentido, la indiferencia y la apatía pueden ser percibidas por el receptor como algo humillante. Atendiendo “(…) al nivel cultural, familiaridad, estado de ánimo, carácter, temperamento de las personas que interactúan, se pueden generar conductas reactivas negativas” 1. Y pueden encontrarse casos también en que estas conductas reactivas negativas se repriman conscientemente, con su consiguiente impacto negativo en las relaciones sociales a nivel micro, meso o macrosocial. Este fenómeno se expresa de esta misma manera para aquellos casos en que la hipocresía, el engaño, la mentira y la manipulación hacen acto de presencia durante el proceso directivo.

Por otro lado, el sarcasmo es considerado “(…) una especie de burlamordaz que ofende o maltrata a alguien o algo”2 , y es generador de conductas reactivas negativas que algunos individuos pueden reprimir conscientemente, deviniendo en un agente causal generador de un lamentable, imperceptible, lento, gradual y progresivo proceso de gestación de situaciones sociales conflictivas.

Así también, la ironía, considerada “(…) una figura mediante la cual se da a puede ser tan sutil que, en ocasiones, el oyente no logra captar la agresión, en especial cuando existen diferencias culturales o generacionales entre los interlocutores, por otro lado, puede ser malinterpretada y poner de manifiesto la ignorancia de los demás. Todo esto puede conducir a la represión consciente de conductas reactivas negativas, que a su vez generan angustia y sufrimiento en las víctimas, las que bajo determinadas condiciones y circunstancias externalizan a través de agresiones, actos de violencia, etc, pues la ironía y el sarcasmo descalifican y menosprecian a las víctimas.

Por otra parte, durante los procesos directivos, se utilizan conscientemente recursos lingüísticos, códigos sugestivos, técnicas, tácticas y estrategias con vistas a ejercer el poder por parte de los más fuertes y poderosos sobre el segmento de la población más débil. Y es archiconocido lo “(…) que significa ejercer el poder: dirigir, manipular o someter” 4.

En este sentido, las formas verbales imperativas que algunas personas utilizan para solicitar ayuda evidencian mandatos, órdenes, indicaciones que colocan en una posición embarazosa al receptor, pues en el trasfondo de la palabra o frase imperativa se evidencia subordinación, sometimiento, humillación, etc. por parte de la víctima. Y esto es algo que involuntariamente influye en la aparición de conductas reactivas negativas que se expresan a través de rechazos, incumplimientos, desobediencia, escapes, etc. Todo lo cual genera climas psicológicos desfavorables, inadecuada convivencia humana, agresiones verbales, gestación de situaciones sociales conflictivas y la aparición de conflictos sociales.

Observaciones y estudios acuciosos permitieron dilucidar el impacto negativo en el cerebro social de los códigos imperativos, por lo que la Lingüística y la Psicología aconsejan suavizar las formas de transmitir una orden o mandato a través de códigos sugestivos. O sea, ante lo contraproducente de la palabra o frase imperativa se propone utilizar códigos o impulsos sugestivos asertivos. Por ejemplo: “¡Tenga la bondad de…!” “¿Podrías hacer el favor de…?”, “¿Serías tan gentil de…?”, “Disculpe que mando a quien debo obedecer, pero, ¿podría…?”, etc.

La utilización de estos recursos

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