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Dictaduras, caso de Chile


Enviado por   •  7 de Diciembre de 2020  •  Apuntes  •  2.604 Palabras (11 Páginas)  •  130 Visitas

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Tema: Dictaduras, caso de Chile.

Hacia fines de la década de 1970 todos los países de Sudamérica se encontraban bajo férreas dictaduras militares. La democracia como forma política e ideario occidental carecía de porvenir, mientras que el modelo de la Revolución Cubana se transformaba en una opción atrayente. Por entonces, EEUU definió una estrategia para evitar cualquier ejemplo de experiencia socialista en  L.A. Todo ello, a su vez, estaba intrínsecamente relacionado con la Guerra Fría. La política adoptada se basó en una serie de principios pragmáticos que la justificaban, bajo la denominación de Doctrina de la Seguridad Nacional y la contención del comunismo.  

Desde 1960 EEUU convocó a representantes de todos los ejércitos a reunirse en las Conferencias de Ejércitos Americanos y comenzó a dictar cursos dirigidos a los oficiales latinoamericanos, recibieron instrucción y adoctrinamiento militar. Los cuales estaban influenciados por la Escuela Francesa, cuyo método de represión implicaba el uso de la tortura y de otros medios para generar terror.  Esta formación común, además, facilitó la coordinación de las acciones de las dictaduras latinoamericanas. Los ejércitos de los distintos países coordinaron sus acciones, incluso más allá de la voluntad de los gobiernos constitucionales. Esta coordinación de las dictaduras se llamó Operación Cóndor 🡪Toma forma en 1975, los países integrantes fueron Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay u Argentina, también tuvieron conexión otros gobiernos autoritario (Perú y Bolivia). Reunían a sus agentes de inteligencia, organizaban espionajes conjuntos y actuaron en los países vecinos con licencia para matar.

La doctrina denunciaba la infiltración soviética a través de elementos “subversivos”. Los ejércitos de cada país debían prepararse para la lucha contrainsurgente. Por lo tanto, doctrina de seguridad nacional marco un cambio en el rol de las fuerzas armadas de los países L.A. Su función ya no era velar por la seguridad de las fronteras, sino buscar y tratar de identificar al enemigo interno. Aunque el enemigo interno estaba encarnado por las organizaciones armadas (guerrilla o subversión armada), la represión se dirigió a un amplio arco de opositores políticos: militantes gremiales, movimiento estudiantil, antiimperialistas, organizaciones campesinas, comunidades eclesiásticas de base vinculadas a la teología de la liberación o cualquier grupo que amenazara la seguridad nacional.

Para reflejar dichas cuestiones de las dictaduras militares latinoamericanas y de las maniobras estadounidenses desarrollaremos el caso de Chile, donde en 1973 se produjo un golpe de estado comandado por Augusto Pinochet  y que dio caída del presidente socialista Allende.

Para el momento del golpe, 1973, Chile estaba siendo gobernado por un líder de corte socialista. Ello implicaba un problema para los intereses de los EEUU, que quería impedir el avance del socialismo en América Latina, y debido a eso intervino en el país chileno para apoyar a Pinochet en su Golpe de Estado. La posibilidad de ejecutar un golpe de Estado contra el gobierno de Allende existió incluso antes de su elección. El gobierno de Estados Unidos, dirigido por el presidente Richard Nixon y su secretario de Estado Henry Kissinger, influyeron decisivamente en grupos opositores a Allende, financiando y apoyando activamente la realización de un golpe de Estado. Dentro de estas acciones se encuentran el asesinato del general René Schneider y el Tanquetazo, una sublevación militar el 29 de junio de 1973.

Para 1973 Chile ya se encontraba en una profunda crisis económica y social, debido en parte por algunas reformas realizadas por Salvador Allende.  Dada la inflación, la escasez de alimentos, las largas colas de espera en las tiendas y el floreciente mercado negro, muchos observadores externos asumieron que la Unidad Popular perdería. Sin embargo los allendistas siguieron siendo leales aunque con cierta ironía. Las elecciones de 1973 suscitaron gran cantidad de hostiles acusaciones y contra-acusaciones de fraude electoral (por ejemplo haber colocado votos en las urnas), y de una excesiva demora en anunciar los resultados, testimonios elocuente de la atmosfera de desconfianza que se había instalado para entonces entre el gobierno y la oposición. Envalentonado por sus logros electorales, el gobierno procedió a introducir una reforma educacional, la llamada escuela nacional unificada (ENU), esta medida cuyo fin era entregar un mejor acceso a la educación, estaba concebida para promover el hombre nuevo.

La ENU logro sumar a la oposición a los grupos que hasta entonces se habían mantenido neutrales, los obispos católicos se habían mostrado tolerantes con el gobierno, pero ahora critican a la ENU por ignorar los valores cristianos y por usurpar el papel de los padres en la educación, la iglesia pidió al gobierno que postergara el plan hasta que fuera debatido con mas detalle.  La ENU no fue la única situación que toco las susceptibilidades políticas, poco después de las elecciones, la moneda anuncio que expropiaría (contrariamente a la ley de reforma agraria) los predios que tuvieran una superficie de entre 48 hectáreas, el gobierno también continuo nacionalizando las fábricas.

Mientras el congreso y el presidente se trenzaban en discusiones constitucionales, los trabajadores seguían ocupando las fábricas, extendiendo los cordones industriales, los grupos paramilitares tanto de derecha como de izquierda se preparaban para la lucha armada que sus corazones anhelaban.

En esta atmosfera, los militares comenzaron a aproximarse al centro del escenario. Muchos oficiales se sentían agraviados por el gobierno que antes habían jurado proteger, especialmente cuando los civiles anti-allende habían insultado al cuerpo de oficiales, sembrando dudas sobre su inteligencia, mientras tanto la izquierda le echaba leña al fuego anunciando a los oficiales, exhortando a los reclutas para que se amotinaran y haciendo una llamada a las milicias de los trabajadores para que reemplazaran a las fuerzas armadas profesionales.  

El creciente descontento militar se hizo evidente el 29 de junio de 1973 cuando el segundo regimiento blindado se rebeló, aunque Allende sobrevivió al Tancazo su posición política se deterioraba rápidamente.  El presidente pidió al Congreso que le otorgara poderes excepcionales pero los legisladores se lo negaron. Intento aplacar la oposición reorganizando su gabinete, pero no logro poner militares en Ministerios importantes, esto socavo el intento de reconciliación. Intento por diversos medios mantener el país organizado, pero su liderazgo ya estaba debilitado.

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