EL CONSENSO DE WASHINGTON Y Joseph Sniglith

EL CONSENSO DE WASHINGTON DESDE LA PERSPECTIVA DE JOSEPH STIGLITZ

Por: Mónica Pacheco Benjumea

Teniendo en cuenta que el consenso de Washington es un listado de políticas económicas consideradas durante los años 1990 por los organismos financieros internacionales y centros económicos con sede en Washington, como el mejor programa económico que los países latinoamericanos debía aplicar para así impulsar el crecimiento, a lo largo de la década el listado y sus fundamentos económicos e ideológicos tomaron la característica de un programa general.

Para precisar, el Consenso de Washington es una combinación de fundamentos según el cual los mercados libres siempre asignan mejor los recursos, la intervención estatal es indeseable y por tanto debe minimizarse, Stiglitz lo llama el “fundamentalismo del mercado”, y de las políticas prioritarias del decálogo en la agenda del FMI y el Banco Mundial, tales como la disciplina fiscal, la privatización y la liberalización comercial. A estas políticas habría que agregarles por lo menos otras que también figuran dentro de lo establecido por las instituciones, tal como lo son la liberalización comercial o liberalización de los mercados de capitales, la apertura a la inversión extranjera, la flexibilización laboral, y la independencia de la Banca Central para reducir la inflación.

El consenso de Washington fue formulado originalmente por John Williamson, en un documento de noviembre de 1989, en un inicio estas medidas económicas fueron diseñadas para los países de América Latina, pero con el tiempo se convirtió en un programa general.

Dentro del decálogo del consenso se encuentra la Disciplina fiscal es un tema conveniente para todos los países latinoamericanos, no como una medida impuesta por el FMI o los bancos extranjeros, sino como una mejor forma de administrar los recursos de cada país, siendo estratégico y maximizador de los recursos, tal cual lo hace una empresa cuyo fin es generar riqueza; en el sentido que no debían gastar más de lo que poseían pues debían pagar una duda.

La Disciplina fiscal se busca para limitar la capacidad de intervención económica del Estado poniendo sus finanzas en cintura por decirlo de alguna manera la banca siempre les exige a sus clientes que no gasten por encima de sus ingresos para minimizar el riesgo de no pago; la privatización se dirige fundamentalmente a liberar al Estado de todas las funciones que pueda desempeñar el sector privado, pues se supone que éste último siempre lo hará mejor y, además, existen buenos gustos por los activos públicos de los países; y la liberalización comercial levanta las trabas para que los mercados internacionales funcionen libremente.

También se considera saludable que los gobiernos nacionales permitan que la banca internacional compita sin problemas con las instituciones financieras locales, que no le den prioridad a la inversión nacional con respecto a la de los países desarrollados, y que promuevan la flexibilización laboral para inducir la caída de los salarios, aumentar el empleo y mejorar la competitividad. Por otra parte, la estabilidad monetaria que garantiza una Banca Central independiente es fundamental para los prestamistas internacionales, una excesiva inflación con su relación en la devaluación de la moneda local incrementa el riesgo de que los deudores no puedan pagar lo cual es lo peor que le puede suceder a un prestamista.

Así mismo se determina la prioridad del gasto público en educación y salud; con el fin de contar con mano de obra cualificada y saludable para entrar en la onda de la productividad; el reordenamiento de las prioridades del gasto público tal como lo expone Williamson acertadamente se puede basar en tres elementos fuertes como lo son subsidios, educación, salud e inversión pública cosa que en las últimas dos décadas se ha venido realizando. De igual manera se encuentra una reforma tributaria como lo dice el autor en su texto, es necesario moderar las tasas impositivas, como estrategia para acrecentar la cartera de pago de impuestos.

Otra de las políticas establecidas tiene que ver con, las tasas de interés positivas determinadas por el mercado, lo que cual se puede prestar a un mal entendido pues no hay forma de como dice el texto, dejar que las tasas sean determinadas por el mercado, pues la historia

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