EL MEXICANO

“EL MEXICANO, PSICOLOGÍA DE SUS MOTIVACIONES”

La lectura hace una crítica y una reflexión hacia la cultura pasada y actual de los mexicanos. México antes de ser el país que conocemos, tenía una increíble y milenaria historia dentro de las culturas de Mesoamérica. Si nos remontamos al pasado y reflexionamos sobre las civilizaciones que habitaban en nuestro país veríamos que aún sobreviven algunas actitudes dentro del concepto de familia que hoy en día aún se mantienen. A pesar de ser pocas el mexicano vive en una lucha constante entre el ser lo que era o ser lo que le impusieron ser.

La familia indígena es caracterizada por los valores que se tenían hacia cada uno de los integrantes de ella; la mujer era vista como parte fundamental para el sustento del hogar y todas las actividades hechas por el hombre o por la mujer eran igualmente dignas; se les enseñaba a los hijos a ser personas productivas y se les criaba con base en la figura paterna y materna.

Cuando la conquista se hizo presente, se impusieron ciertas actitudes que rompieron con la valoración del concepto de familia que se tenía, cuando llegaron a Yucatán las embarcaciones de Cortez, se inició un combate en el cual no solo se disputaba el territorio azteca, sino que también aplastaron los valores y tradiciones de las familias indígenas. La conquista fue posible debida a las características militares y estratégicas de los españoles. Los conquistadores españoles comenzaron a entrar a la vida de los indígenas, y de igual manera estos comenzaron a manifestar sus necesidades humanas terminando por formar lazos únicamente sexuales con las mujeres indígenas. Por lo cual se dice que el mexicano nace producto de una violación o de una necesidad sexual, ya que este no nació necesariamente de un acto relacionado con el amor.

Después de esto la mujer comenzó a ser devaluada y la miraban solamente como un objeto sexual, el hombre es sobreevaluado, y desde entonces vive con dos imágenes de la mujer. Comienzan a ver a la mujer indígena solo como la encargada de cuidar a sus hijos y de satisfacer sus necesidades sexuales, sin embargo el hijo que surge de esta trágica relación sufre la ausencia de la figura paterna, y crece bajo el estigma del desamparo y el abandono. La mujer de España es vista de otra manera y en este caso el padre forma parte importante en la educación de sus hijos, por lo cual siempre está presente y hace todo lo posible por estar con ellos.

El hijo de la mujer indígena crece temiendo la aparición del padre, ya que se presenta de forma escasa y agresiva, le respeta pero a la vez la odia. Tiene rencor hacia todo lo relacionado con la historia pasada de su padre, todo lo que dejó en España y lo que es, a su vez la madre cría al hijo dotándolo de todo el afecto que el padre no refleja hacia él y hacia ella, por lo cual es protegido con exceso por parte de la madre.

El mestizo se avergüenza de su forma de vida, trata de sepultar sus raíces indígenas, es la única forma de tratar de convencer a su padre que él también es digno

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