El Informe Bialet Massé

El informe Bialet Massé

Respecto a esta obra podemos decir que fue realizada ante el requerimiento del entonces Ministro del Interior Joaquín V. González, durante la presidencia de Julio A. Roca, le es encomendada por Decreto la elaboración del informe.

Tal informe fue parte de un plan ideado por el entonces presidente con el objetivo de hacer más previsible y controlable el movimiento social que se estaba gestando en el país que ya contaba con dos centrales obreras ideológicamente diferenciadas: la anarquista FORA (Federación Obrera Regional Argentina) y la Socialista, luego sindicalista, Unión General de Trabajadores. UGT.

Para complementar este objetivo, el gobierno, a través de su ministro González, requirió los servicios del catalán Juan Bialet Massé, un polifacético profesional médico, abogado y empresario, para que elaborara un informe sobre el estado de la clase obrera en el país, y así contar con un lineamiento argumental que sirviera de fundamento a la Ley Nacional del Trabajo, que habría de ser el elemento mediador en la relación laboral.

Este informe ha sido considerado como la referencia insoslayable a la hora de evaluar la situación de los trabajadores de uno de los periodos de máximo esplendor de la oligarquía en el poder, la segunda presidencia de Roca (1898 – 1904). En esta obra se pone de manifiesto la intención del autor de exponer, según su propia vivencia, los factores determinantes de los conflictos sociales.

Presentación del Informe

Buenos Aires, 30 de abril de 1904

Al excelentísimo Señor Ministro del Interior, Doctor Don Joaquín V. González

Excelentísimo Señor:

En cumplimiento del decreto del Excmo. Sr. Presidente de la República, fecha del 22 de Enero último, vengo a presentar a V. E. el informe relativo al estado de las clases obreras en el Interior del país.

Así da comienzo el autor a la presentación de su extenso y exhaustivo trabajo que llevó a cabo en cuarenta y cuatro días, con datos de extrema precisión y sobre una gran cantidad de lugares y situaciones. En el mismo hace referencia a la buena predisposición de los funcionarios a los cuales debió pedirles colaboración para llevar a cabo su investigación, remarcando los problemas que tuvo que sortear para lograr sus propósitos por los obstáculos que le impusieron algunos explotadores, pero, dice Bialet, logró ¨ averiguar la verdad por otros conductos¨.

Dice a la vez sentirse honrado por haber sido elegido para tal misión y encara el informe desde un enfoque etnográfico y sociológico donde analiza los sectores urbanos y rurales de una inmensa región del país y convierte el campo y la fábrica en su laboratorio de estudio. Escucho conversaciones, observó comportamientos, visitó hogares, buscó conocer sobre modos de vida. Se valió de informantes que a veces eran funcionarios, militares o empresarios; otras caciques indígenas o trabajadores. Buscó alcanzar una vinculación de empatía con su objeto de estudio, no solo quería sentir a lo que ellos sentían, sino también transmitirlo a los lectores. En ese sentido Bialet Massé le da a su obra un sentido que va más allá que un mero informe destinado a ser leído por un reducido número de funcionarios.

Bialet Massé trazó un mapa etnográfico del país sobre tres grandes grupos diferenciados:

El criollo, el indígena y el inmigrante extranjero, de todos marcó y creó un estereotipo, un perfil tomando como patrón para emitir juicios sobre sus condiciones como trabajadores.

A lo largo de todo su informe se esforzó por revalorizar y dar muestras palpables, físicas y mentales de la aptitud del criollo para el trabajo, contradiciendo los prejuicios instalados en las clases dirigentes, concepto que tenia larga data, y lo calificaban como vago y malentretenido.

Otro sujeto menospreciado por la clase dirigente era el indígena, Bialet lo consideraba un trabajador imprescindible en determinadas regiones y lejos de proponer su exterminio, como seguían sosteniendo gran cantidad de intelectuales de la época, proponía la integración a la sociedad nacional por la vía del trabajo y bajo la protección del Estado.

Remarca en su informe el ¨error gravísimo¨ con que se ha procedido en materia inmigratoria llevando a cabo una política incoherente e indiscriminada, atendiendo exclusivamente el elemento extranjero, dejando de lado al criollo, mucho más eficaz y valioso. En este sentido, dice Bialet, la necesidad de legislar al hijo del país, mirando su desarrollo y su bienestar, atendiendo a través de la ley a todos ellos por igual

Las claves que propone para su proyecto integracionista son:

• Una legislación protectora desde el Estado.

• El trabajo con retribución digna y equitativa.

• La educación en escuelas prácticas donde el primer instrumento de transformación sea el idioma.

• La doctrina religiosa como complemento de lo anterior.

• Entrega de tierras en reducción que contenga al aborigen.

Además de una legislación que se adecue a las necesidades del patrón y del obrero, esta les traerá la convicción de las ventajas económicas, la utilidad del dinero, que resulta de proceder racionalmente con el obrero

Capítulo I

El

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