El Lujo Es Vulgaridad

El lujo es vulgaridad

El asentamiento del comunismo en el mundo

Por Matías Calvo

A lo largo de la historia, han existido múltiples autoridades, ya sea formal o informalmente, que han influido fuertemente y en algunos casos dominado parte de la población. Esto se dio particularmente durante las monarquías absolutas, como también en las monarquías zaristas y en los diferentes regímenes totalitarios y dictaduras. Asimismo, las revoluciones también vieron surgir imponentes líderes que lograron mover masas y lograr profundos cambios en diferentes sociedades, ejemplo de esto es la revolución francesa a fines del siglo XVIII, o la revolución bolchevique en octubre de 1917.

Quizás los ejemplos más recientes de estos acontecimientos son justamente la llegada del régimen comunista al poder derrocando al zarismo ruso, y el nacimiento de los regímenes totalitarios en el siglo XX que ensalzaron la Segunda Guerra Mundial, como lo fueron el nacional socialismo alemán y el fascismo italiano, y quizás en menor medida, el movimiento hippie revolucionario de la década de los 60’.

Sin embargo, uno de los movimientos (y régimen totalitario) que alcanzó su mayor cabida en la historia moderna fue la del comunismo, impulsado por la revolución bolchevique de octubre de 1917, liderada principalmente por Lenin (en un principio) y luego por Stalin. Esta ideología sedujo a parte importante de Europa del este (en lo que se conoció como Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas o URSS), como también a una gran parte de países asiáticos. Asimismo, aún tiene un gran exponente en América como es el caso de Cuba. A esto hay que sumarle los miles de afectos al Partido Comunista que persisten con su ideal en países donde no son mayoría (como es el caso de Chile).

El comunismo es una ideología social y económica la cual se basa en una estructura de medios sociales de producción y de bienes protagonizada por una comunidad donde no existe la propiedad privada ni la especialización en la división del trabajo, y que tiene a la emancipación del proletariado como un acontecimiento fundamental para su funcionamiento.

Sin embargo, su implementación no ha gozado de buenos resultados en lo que concierne al orden público, trayendo consigo graves alteración de este y acarreando en algunos países millones de muertes a su haber (como es el caso de Rusia). Tampoco lo ha conseguido en términos económicos, donde la inflación y una mediocre producción no han sido la vara alta del sistema.

Frente a esto, no podemos evitar hacernos la siguiente pregunta: ¿por qué fue factible que el comunismo se consolidara en buena parte del planeta?

Para responder esta pregunta de manera adecuada, es necesario saber que ocurría en las sociedades donde surgió esta ideología. Hay que empezar por su primer exponente, la revolución bolchevique.

Rusia estaba inmersa en el gran Imperio Ruso que era dirigido por los zares. El título de Zar era un símil al rey de las monarquías occidentales, más en específico las monarquías absolutas. Estos se autoproclamaban autócratas, esto es, propietarios de todo el territorio y del poderío económico, lo que los elevaba socialmente muy por sobre del resto de la población, generando una desigualdad sin precedentes. Esto era especialmente sufrido por la clase obrera (gran parte de la población), la cual vivía en condiciones de suma precariedad. Esta diferencia social provocó un odio en la clase proletaria que fue en aumento con el paso del tiempo, y con la propagación de la ideología comunista, esta fue adquiriendo una forma más concreta. Las desigualdades se agudizaban cada vez más, y la llegada de la Primera Guerra Mundial y su posterior fracaso fueron la gota que derramó el vaso. La revolución se llevó a cabo en octubre de 1917 con una violencia sin precedentes y con la eliminación del zarismo como punto álgido de la jornada. De ahí en más, el régimen sería quien dictaría las normas.

Si nos podemos analizar los otros casos en que el comunismo llegó al poder, su entorno social no varía mucho en comparación al entorno ruso. Podemos ver como en Cuba, este movimiento se usó como excusa para sacar del poder al tirano Fulgencio Batista, líder de ese entonces resguardado por la fuerza capitalista estadounidense. En el caso de Corea del Norte, el partido soviético se hizo cargo del país luego de cientos de años bajo el imperio coreano. Podríamos seguir enumerando una lista bastante larga de países donde se impuso el régimen comunista y veríamos en todos ellos o en la gran mayoría (Chile podría ser una excepción, si se considera el gobierno de Salvador Allende como comunista más que socialista), la llegada al poder del movimiento como método de salvación frente a gobierno tiránicos y

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