El presente trabajo tiene como objetivo principal presentar una problemática muy importante que hoy en día y desde la historia de México no se ha podido resolver

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El presente trabajo tiene como objetivo principal presentar una problemática muy importante que hoy en día y desde la historia de México no se ha podido resolver; la “libertad de expresión” en donde tomaremos como punto de partida el periodo del Porfiriato (1876-1911) hasta nuestros días donde se podrán apreciar  aspectos relevantes del tema dando un ligero énfasis a dicha problemática en su aspecto tanto político como social para que finalmente se pueda concientizar el impacto que ha tenido en México esta problemática y así poder ver las diferencia de como se llevó a cabo la libertad de expresión desde una etapa importante en la historia y como se lleva a cabo hoy en día, dando un análisis más concreto el único avance que se ha hecho respecto a dicho tema son las formas de represión. Para esto debemos tener claro que es la libertad de expresión. Conceptualizando entendemos la libertad de expresión  como “la voz del pensamiento humano en donde podemos disentir, informar, criticar, pensar de forma colectiva, encontrando  manifestaciones materiales infinitas para dar a conocer todas esas ideas que cruzan por su mente”.^[1]

Contextualizando el Porfiriato el poder y las riquezas se concentraron en muy pocas personas dejando a la mayor parte de la población en una muy fuerte carencia, esto hacia que trabajaran más por menos lo que hacía aún más poderosos a los que de por sí ya tenían poder y a la vez  generando más producción lo que ayudo a que se introdujeran las vías férreas a México así como el telégrafo entre otros avances, estas obras eran el pretexto perfecto para cobrar aún más impuestos aunque este incremento era resentido solo por las poblaciones pobres, toda esta pobreza llevo a estos sectores a la esclavitud teniendo que servirse de las tiendas de raya lo Cual los hacía endeudarse aún más y perdían todo teniendo que pagar a base de trabajo, “el periodista estadounidense John Kenneth Turner habla de cómo eran las condiciones de vida y las describe diciendo que los hacendados no llamaban a sus trabajadores “esclavos”, les llamaban gente u obreros excepto cuando hablaban con personas de su confianza^[2], donde podemos concientizar que la clase baja siempre fue y ha sido la más marginada ya que no tiene ese derecho de decir lo que piensa por la simple razón de tener a una persona manejando su vida (hacendarios) que les podían hacer y deshacer lo que él quisiera, los hacendarios se referían a ellos de forma amable cuando hablaban con forasteros, pero aun así ellos creían ser dueños de esos hombres y podían explotar lo que pudieran producir y si la deuda no se terminaba de pagar de esta forma se hacía con sus hijos o demás familia a lo cual se le llamaba “servicio forzoso por deudas”, tampoco eran vendidos o comprados, solo era una transferencia de la deuda que traía consigo al hombre, esto lo hacían sin importarles debido a que contaban con el apoyo del gobierno, otro factor que ellos aprovecharon fue que en México estaban prohibido el derecho a las huelgas, a pesar de eso debido al fastidio que tanta represión causaba en las personas hicieron huelgas en las fábricas . Años antes se dio la llamada “guerra de castas” la Cual aunque no tuvo inicio junto o durante el Porfiriato (inicio en 1847) aun así tuvo desarrollo en el Porfiriato ya que su culminación fue en  1901, la solución que el gobierno le dio fue el exterminio de etnias indígenas eliminando el término “indio” y remplazándolo por “ciudadano”.

Otro punto a destacar respecto al Porfiriato es que se caracterizó por un progreso económico, una expansión ferroviaria, llegada de capitales extranjeros, tanto de Estados Unidos como de Francia e Inglaterra, para apoyar al crecimiento de México. Pero también, esta época tuvo un control absoluto sobre la prensa, es decir que solo aquellos periódicos que hablaban cosas buenas del Gobierno de Porfirio Díaz se les permitirían el derecho de imprenta. En ese entonces la libertad de expresión y de imprenta se encontraba en el artículo 7° de la Constitución de 1857, y en 1833 Díaz realizó una edificación a este, señalando que no tiene más límite que el respeto a la vida privada, a la moral y a la paz pública, y que su gobierno era el defensor de esto pero también estaba obligado a cumplir la ley, es decir que sí a Díaz no le agradaba una publicación lo que hacía era mandar clausurar ese taller de imprenta.  México solo buscaba su propia expresión sin dejar de tomar elementos provenientes de otras partes del mundo, quería tomar ciertas ventajas para poder manifestar de una manera correcta su libertad de expresión, la sociedad ya no quería ser amenazada.

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