Ensayo sobre evaluación

El docente: ¿Privilegia notas o aprendizaje?

El presente ensayo reflexiona en torno a la evaluación y a una de las problemáticas que presenta, la cual hemos decidido abordar en el siguiente trabajo. El problema hace alusión a aquellos docentes que encasillan a un alumno dependiendo del rendimiento académico que éste presente, en otras palabras, se deja llevar por la nota para clasificarlo y hacerse una idea de cómo es aquel estudiante, por ejemplo: Se dice que un alumno es bueno si obtiene nota 7 o cercana a esta, es regular si obtiene alrededor de un 5 o 5.5 y es malo si obtiene nota 4 o inferior (que es la nota para decidir si aprueba o no aprueba).  

Si bien sabemos que la calificación ayuda para llevar un registro del estudiantado, no debiese ser considerada como lo esencial para determinar si el alumno es bueno, regular o malo, ya que la pregunta que nos compete responder es; ¿Qué nos asegura que un estudiante que haya sacado nota 7, esté preparado para enfrentar los retos que se le presentarán en el futuro?, ya que más importante que una calificación, es el aprendizaje significativo con el que el alumno queda, basado obviamente en una preparación técnica, científica y lo más humanamente posible.

Al respecto, Elena Barberá en su libro “Evaluación de la enseñanza, evaluación del aprendizaje”, se refiere a la labor docente argumentando que “si centramos la práctica educativa en los resultados obtenidos, bastará con entrenar a nuestros alumnos en los instrumentos con los que serán valorados para obtener un éxito asegurado. En cambio, si centramos la práctica docente en la competencia del alumno, le ofreceremos un marco más amplio basado en la toma de decisiones, adecuada a cada situación en contextos siempre cambiantes”.

Por ende, el problema radica en que no a todos les interesa este tema, puesto que vemos cómo estudiantes de excelentes calificaciones no han podido desenvolverse profesionalmente, en cambio los que obtenían notas regulares, han llegado a ser personas exitosas y han logrado las metas que se han propuesto. Además son los mismos docentes los que caen en este juego, ya que refuerzan esto diciéndoles a sus estudiantes “que si no sacan a lo menos un 4 perderán el curso”, propiciando que el alumno estudie no por aprender sino que por sacar la nota que le permita pasar de curso. Lamentablemente lo que conseguimos es que el estudiante se muestre feliz por la calificación obtenida y no por haber aprendido, ya que en ciertas ocasiones la nota no se encuentra directamente relacionada con aquel aprendizaje significativo, que el profesor debiese potenciar.

Asimismo Francisco Cajiao Restrepo, investigador educativo del Ministerio de educación de Colombia, advierte que “muchos profesores se limitan a reprobar a quienes no dieron las respuestas satisfactorias, sin tener tiempo para indagar donde están sus dificultades y buscar estrategias para remediarlas, solo se les dirá que van muy mal y que de ese modo, no aprobarán la asignatura. Pero no siempre se puede identificar qué pasa con esos niños, que dificultades tienen, en que son buenos y donde están sus fortalezas”.    

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