España. Finales del siglo XVII

Finales del siglo XVII, Buenos Aires como foco de cambios constantes de la sociedad y en la modernización y militarización del ejército, siendo uno de los primeros pasos para el nacimiento de los movimientos revolucionarios que se producirán en 1810 - 1816.

En el año 1806, hubo múltiples avances y posesión por 1 mes de la armada y ejercito ingles en la ciudad de Buenos Aires, lo que, propicio a la creación y organización de la milicia urbana que conto con alrededor de 7000 a 3000 efectivos.

Considerar que la emergencia de los militares es tanto más sorpresivo si se considera el rechazo general de la sociedad y en especial de las elites juveniles a la carrera en el ejército, ya que estaban enfocados en la profesionalización de los saberes intelectuales en leyes.

Sin embargo, en 1806, tanto el contexto general y local hubo profundo cambios en el aumento considerable de las fuerzas militares, se crearon nuevos regimientos y se enviaron desde las metrópolis apreciables número de oficiales de carrera a esta area fronteriza amenazada, ya que afrontaba a la amenaza de los ingleses, portugueses etc.

Esta militarización en la sociedad del Buenos Aires, propicio a la formación de elites locales/sociales enlazadas bajo los vínculos matrimoniales con y entre familias de militares, que tiempo después tomaran el rango militar casi hereditario.

Existió una marginalidad social relativo, en las áreas rurales los militares, tuvieron un acceso más fácil a las elites locales por medio de los casamientos y de la apropiación de tierras. No obstante, la sociedad rural y su conjunto tuvo poco poder político local en la época prerrevolucionaria en la Argentina. Sin embargo, el regimiento aristocrático era considerados como carreras honorables aun por la juventud de las mejores familias locales. Los oficiales profesionales no encontraron un lugar indisputado en la elite local, y son comparable a una clase media urbana, cuyo status social era cuestionable y limitado.

Desde 1806, los oficiales se integraron en la sociedad porteña ya que su ascenso como oficiales dentro de la milicia urbana se consideró como prueba del nuevo espíritu igualitario que dominaba la ciudad. El súbito crecimiento de la milicia, que daba la mayor parte del control sobre los grupos armados locales a dirigentes sin formación militar fue solo uno de los aspectos provocados por los cambios debidos a la reconquista de la ciudad en agosto de 1806.

El irremediable cambio en la sociedad y el control del ámbito político y militar local, propicio la predominancia en el Cabildo, integrada por el pueblo de artesanos, comerciantes, que eran funcionarios de gobiernos en otros. La llegada de Liniers, fue importante ya que logro integrar a la milicia gran parte de la población bajo sus órdenes, es decir, organizo las unidades más grandes (la infantería urbana) con elementos regionales: dos “dos de ellas compuestas por patricios y de arribeños como negros libres, mulatos e indios y una cada una de catalanes, vascos, gallegos, cantábricos y andaluces. Así mismo, se busca incentivar a la creación de una competencia entusiasta entre los defensores del honor militar en las provincias y de la ciudad amenazada.

Los nuevos soldados se reunían en asamblea para elegir a sus futuros comandantes. Liniers procedía al reclutamiento formal, organización militar de los tercios o batallones y la elección de los oficiales menores. La milicia esta compuesta en primera instancia por unidades voluntarias. La influencia personal de los organizadores era fundamental y la elección de oficiales en muchos casos una mera formalidad. Se buscaba una experiencia militar previa y la elección de sus oficiales por la tropa dio una oportunidad de progreso a aquellos que, no tenían fortuna, ni formación militar, tenían prestigio entre los demás milicianos.

Los organizadores militares, dieron una etapa esencial para el progresivo cambio prerrevolución, tales como, Manuel Belgrano que, en aquel entonces, era secretario del consulado de comercio. Además, se reconoce el enfrentamiento con las jerarquías sociales existente de lo que informes posteriores han debido admitir. La creación de la milicia, cambio irreversiblemente el equilibrio de poder en buenos Aires de varias maneras, es posible alertar la igualdad entre la elite urbana y las clases populares, la militarización impuso una nueva igualdad dentro de la misma elite. Los criollos ganaron status como resultado de su superioridad numérica en las filas.

Saavedra surgió como líder militar de los patricios, pero tiempo antes sus familiares eran participe y miembros del Cabildo. Saavedra llego a comandar la unidad armada más grande de Buenos Aires por lo cual su apoyo resultaba esencial para cualquiera que quisiera gobernar el virreinato. Las ventajas de la militarización para la elite criolla se acrecentaron por la posición social de numerosos criollos que estaban fuera de la elite urbana.

En 1807 los cuerpos de milicia fueron organizados más profesionalmente, solo las unidades criollas sufrieron esta transformación tan necesaria. Los criollos ganaron status como resultado de su superioridad numérica en las filas. Las ventajas de la militarización para la elite criolla se acertaron por la posición social de numerosos criollos que estaban fuera de la elite urbana. Es decir, su ascenso laboral los posiciono igualitariamente a los hispanos con un salario pago a 12 pesos, algo que manifestaba la disconformidad y rivalidad entre criollos e hispanos.

La llega de Liniers como una figura dominante al ser nombrado Virrey. Sin embargo, el cabildo marcó el inicio de la lucha por el poder local y en consecuencia el grueso del ejercito urbano se lo miro con desconfianza.

La progresiva caída de la Monarquía Hispana y de la influencia externa de pensamiento desde Francia abrió nuevas posibilidades de prerrevolución y desacato a la ordenes de la corona por parte de cabildo y la progresiva puesta en escena del rol dominante de los criollos.

En 1808 a 1809 el poder de Liniers se vio limitado, ante casi caída de su persona en la política, mientras que Saavedra era omnipotente y las influencias militares criollas y plebeyas iban en aumento para gran desesperación de la base de apoyo local que el virrey siembre había buscado la cúpula de la burocracia, la audiencia y el palacio episcopal.

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