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Evolución del franquismo en españa


Enviado por   •  12 de Diciembre de 2020  •  Trabajos  •  5.687 Palabras (23 Páginas)  •  111 Visitas

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                        Celia Ezquerro Ezquerro

Evolución del franquismo en España

(1936-1975)


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Índice

Marco histórico        4

El régimen franquista: “familias” y apoyos sociales        7

Etapas en la evolución del franquismo        8

El régimen franquista y el contexto internacional        9

Política económica y evolución de la economía        10

Oposición política al régimen franquista        11

La crisis final del franquismo        12

Alternativas políticas a la muerte de Franco        13

Conclusión        14

Bibliografía        14


Marco histórico

Contexto internacional de la Guerra Civil 

La guerra de España fue un acontecimiento que dividió a gobernantes, medios de comunicación, opinión pública e intelectuales de todo el mundo. La opinión democrática progresista, los partidos obreros y la URSS estuvieron a favor de la República. Por el contrario, las fuerzas conservadoras de las democracias, los gobiernos fascistas (Italia y Alemania) o autoritarios (el Portugal de Oliveira) y la Iglesia católica estuvieron a favor de Franco. Tanto los sublevados como el gobierno de la República recurrieron al exterior para buscar apoyos. Los sublevados enviaron agentes a los países fascistas ya durante la preparación del golpe. El gobierno de la República pidió colaboración militar y política a las democracias europeas, pero Gran Bretaña impulsó la creación de un Comité de No Intervención con sede en Londres, al que se sumaron muchos países democráticos, como Francia.

 

La existencia de este comité no impidió que los dos bandos recibiesen ayuda exterior. Los sublevados fueron ayudados por las potencias fascistas. Italia aportó el mayor contingente (más de 70.000 soldados del Corpo Truppe Volontarie) y su apoyo fue muy importante en el paso del Estrecho o en las batallas de los alrededores de Madrid. Alemania, por su parte, envió sobre todo aviación (unos 600 aparatos); la Legión Cóndor probó su armamento en España y fue responsable, por ejemplo, del bombardeo de Guernica. También hubo pequeñas unidades de voluntarios fascistas de diversos países.  

 

El gobierno de la República recibió la ayuda militar de la URSS a cambió de enviar las reservas de oro del Banco de España con el fin de hacer frente a los pagos. Los consejeros soviéticos desempeñaron un papel destacado en la organización de la guerra y ejercieron su influencia a través del Partido Comunista. Sin estos apoyos, la defensa de Madrid habría sido casi imposible. Además, la Komintern organizó el reclutamiento de 60.000 voluntarios: las Brigadas Internacionales. Eran personas de numerosos países, unidos por su común rechazo al fascismo, que permanecieron en España hasta 1938.

 

En definitiva, la Guerra Civil fue un elemento más de la escalada de tensiones internacionales del periodo, hasta ser considerada por muchos historiadores como un prólogo de la Segunda Guerra Mundial, que estallaría finalmente cinco meses después de terminada la contienda española.

 

Evolución de los dos bandos durante la guerra 

El desarrollo de la Guerra civil se vio influido decisivamente por la distinta situación que se vivía en cada una de las retaguardias.

 

En la zona republicana, el gobierno republicano de José Giral tomó la decisión de entregar armas a las milicias de los partidos y sindicatos, disolver el ejército tradicional y los cuerpos. En julio de 1936 el poder del Estado se desmoronó y fue sustituido por organismos revolucionaros dispuestos a imponer un nuevo orden. De ese modo surgieron consejos, comités y juntas controladas por los milicianos que solo en algunos casos consiguieron una cierta coordinación regional (Aragón, Asturias). El elemento más significativo de la revolución social fue la colectivización de la gran propiedad industrial y agraria. Los empresarios y terratenientes huyeron al estallar la guerra o fueron detenidos y los trabajadores se pusieron al frente de las empresas. En los primeros meses de la guerra se desencadenó en la zona republicana una oleada de violencia y terror contra todo lo que pudiera tener relación con los sublevados. En parte se trataba de una manifestación de la lucha de clases, pero hubo también numerosos asesinatos de dirigentes o militantes de organizaciones conservadoras y presos políticos de derechas (José Antonio Primo de Rivera, Ramiro Ledesma, Ramiro de Maeztu). El otro gran objetivo de la violencia fue la Iglesia, identificada con el bando sublevado.  

 

El 5 de septiembre de 1936, Francisco Largo Caballero constituyó un nuevo gobierno formado por republicanos, socialistas, comunistas e incluso ministros anarquistas. Sus objetivos eran recomponer el poder del Estado eliminando juntas y comités, dirigir la guerra militarizando las milicias de los partidos dentro del llamado Ejército Popular y garantizar la llegada de la ayuda soviética. Sin embargo, las diferencias no desaparecieron. Los anarquistas y los comunistas del POUM (trotskistas) insistían en afianzar las transformaciones revolucionarias, mientras que El PCE encabezaba la postura de que la revolución debía paralizarse para dar prioridad a la guerra. Los problemas estallaron en Barcelona a principios de mayo en 1937, los Hechos de Mayo. Hubo violentos combates saldados con unos doscientos muertos y finalmente los anarquistas fueron derrotados. Largo Caballero se vio obligado a dimitir.

 

El nuevo gobierno fue presidido por el también socialista Juan Negrín y en él los comunistas del PCE aumentaron su poder. Ni la CNT ni la UGT contaban con ministros. El objetivo único del gobierno era ahora ganar la guerra. Los últimos organismos revolucionarios fueron desmantelados. Sin embargo, las derrotas militares se sucedían y se intentó buscar una salida negociada a la guerra (los Trece Puntos), que Franco no aceptó. Negrín insistía en la necesidad de la resistencia militar, con la esperanza de que el inicio de la Segunda Guerra Mundial aligerara la presencia alemana e italiana en España y atrajera la ayuda de las democracias, pero la pérdida de Cataluña a comienzos de 1939 precipitó el exilio de los gobiernos de la República, Cataluña y el País Vasco.

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