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Gente Y Malvinas


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2014  •  5.149 Palabras (21 Páginas)  •  241 Visitas

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Gente y 2 conflictos. La diferencia entre “Nosotros” y “Los Otros” durante el conflicto del Beagle y la Guerra de Malvinas (1977-1982).

Introducción

El siguiente trabajo consiste en analizar la posición editorial tomada por la revista Gente durante el denominado conflicto del Beagle, con Chile, que tienen su punto de mayor tensión en diciembre de 1978 y compararlo con el tratamiento dado en la cobertura sobre la guerra de Malvinas, con Gran Bretaña, comenzada en abril de 1982 y finalizada en junio del mismo año.

El estudio se basa en una modalidad comparativa en la cual se analizan las publicaciones de Gente en los momentos en que ambos conflictos se llevaron a cabo, buscando sacar a la luz las continuidades, rupturas o contradicciones internas al semanario en el periodo citado en cuanto al discurso utilizado para referirse a los conflictos y sobre todo al imaginario creado alrededor de los países enemigos. Teniendo en cuenta además el contexto social y político que se encontraba latente en el momento de los conflictos.

Para llevar a cabo el siguiente trabajo se parte teniendo en cuenta los orígenes editoriales de la revista, perteneciente a editorial Atlántida para luego proseguir con un análisis del corpus, que comprende publicaciones de Gente pertenecientes a los meses de noviembre-diciembre de 1978 y abril-junio de 1982 y que fueron recolectados en la Hemeroteca del Congreso de la Nación.

Partiendo de la interrogante acerca de cuál fue la imagen que el semanario brindó sobre los enemigos del país en ambos conflictos, se sostiene la hipótesis de que Gente sacó provecho de su posición dominante y hegemónica en el mercado periodístico para desarrollar un discurso afín a los intereses de la junta Militar mediante la generación de estereotipos, tanto para un “Nosotros” sinónimo del pueblo argentino en su totalidad como también para un “Otro” (Chile y Gran Bretaña). Los objetivos en este sentido se plantean dar cuenta de las estrategias utilizadas por el semanario, buscando continuidades en las imágenes creadas por el mismo.

Gente y la actualidad

La revista Gente fue fundada el 26 de Julio de 1965. Su Director ejecutivo era Aníbal C Vigil, sus subdirectores Agustín Botinelli. Cabe destacar que Vigil también era presidente de la editorial Atlántida, responsable de otras publicaciones como Billiken, Para Ti, El Gráfico, Somos y Gente. Esta última, era el semanario más rentable de la editorial, con una tirada de 245.000 ejemplares.

Resumiendo el estilo de Gente, podemos decir que contaba con textos que mezclaban temas muy serios con muestras de fuerte frivolidad. Otro punto de gran relevancia, sobre todo en el período correspondiente a Malvinas, tiene que ver con la publicación de notas con grandes fotografías. Esto fue vital a la hora de darle al bando enemigo y al argentino, un rostro.

Teniendo en cuenta que el período tratado está marcado por una actitud beligerante es importante resaltar la manera en que Gente utilizó enviados especiales para cubrir, “con ojos argentinos”, los hechos periodísticos en otros países (Chile y Gran Bretaña). De esta manera, teniendo en cuenta la posición hegemónica que encarnaba, sumado a su vinculación con la dictadura militar y su gran tirada Gente se establecía como un gran generador de opinión pública en el país.

Teniendo en cuenta que, Gente y la editorial Atlántida eran un medio claramente colaboracionista con la junta militar. Podemos decir que mediante sus notas, colaboraba a generar el consenso necesario para legitimar el proceso. Siguiendo a Marino y Postolski, podemos argumentar que la junta militar utilizó en el periodo tratado una estrategia comunicacional según la cual: “La desinformación a través del ocultamiento de hechos y la censura explícita, fueron mecanismos que tendieron a la construcción de un discurso hegemónico oficial, sin posibilidad de contrarrestarlo”

Este discurso hegemónico encontraba uno de sus colaboradores más importantes en Gente. En este punto es necesario dejar en claro que entendemos el concepto de hegemonía a partir de los postulados de Raymond Williams y no la definición tradicional de Antonio Gramsci, porque mientras este último nos dice que la hegemonía es solo dominación, Williams nos deja en claro que la hegemonía es un proceso activo, y en este sentido, Gente ocupa un lugar central en tanto proceso activo y formativo de la opinión pública. El semanario, es generador de lo que Williams llama “tradiciones selectivas” en tanto que, se seleccionan determinados rasgos del pasado para pre configurar el presente. A su vez, debe actualizar todo el tiempo su discurso porque la hegemonía no es un proceso pasivo sino que requiere una renovación permanente. En las siguientes páginas veremos las actualizaciones que Gente realizó sobre su discurso y que resultados obtuvo. Pero primero hagamos un poco de memoria.

Conflicto de Beagle: la postura frente a Chile

Antes de entrar en el análisis propio del corpus me parece acertado realizar un breve repaso histórico acerca de lo acontecido entre los meses de mayo de 1977 y diciembre de 1978 en el marco del conflicto con el país vecino de Chile por la soberanía de las islas Picton, Nueva y Lenox conocido comúnmente como el conflicto del Beagle.

Diferentes interpretaciones de los tratados de 1881, 1893 y 1902 generaron una situación en la cual ambos países reclamaban como propias las islas en cuestión. Ante la falta de resolución mediante reiterados intentos de dialogo, el tema se confió a un arbitraje internacional, que tampoco resultó de manera satisfactoria. Ante esta nueva imposibilidad de llegar a un acuerdo, ambos gobiernos optaron por movilizar sus tropas hacia la frontera.

Es necesario aclarar que, tanto Argentina, como Chile, al momento del conflicto tomado en el siguiente estudio, se encontraban bajo los gobiernos militares de Jorge Rafael Videla en Argentina y de Augusto Pinochet Ugarte en Chile. Ambos mandatarios mantenían posturas que favorecían el clima belicista a ambos lados de la cordillera de Los Andes.

Es interesante analizar el discurso del gobierno militar y de Gente entre los meses de mayo de 1977 hasta diciembre de 1978, debido que son los meses de mayor tensión en cuanto al conflicto. Durante esos meses, se observa un llamativo incremento en cuanto al interés mostrado por Chile en las publicaciones de Gente, tal es así que este interés es catalogado por Pablo Lacoste con el término de “asedio mediático” . Este asedio, sin dudas, influyó en la formación ideológica y cultural de la población Argentina que tenía en Gente el discurso hegemónico sobre los hechos, un discurso que hizo uso hasta el hartazgo de lo que Cora Gamarnik denomina “Estereotipos sociales”, entendiendo estos como una selección, categorización y generalización que un grupo de personas tiene sobre otro u otros, reduciendo, limitando, homogeneizando y despolitizando su imagen, mediante el uso del consenso. Según la autora, uno de los riesgos fundamentales de los estereotipos es terminar aceptando como natural este tipo de construcciones y omitiendo la violencia simbólica que ejercen sobre determinados grupos. Es interesante también observar lo que la autora señala acerca de los riesgos de aceptar como validos estos estereotipos impuestos por los medios de comunicación:

Por ello, y por desarrollado por Sebastián Carassai en su texto “Los años setenta de la gente común” en donde se muestra como la violencia era un tópico común en los medios de comunicación en dicha década, mediante publicidades, artículos y demás publicaciones relacionadas con las armas, podemos pensar en que, tanto Beagle, como Malvinas y “La guerra contra la subversión”, estaban dentro del imaginario social, la sociedad ansiaba el momento en que se pudiese empuñar las armas, y en este punto, los medios tuvieron un papel más que fundamental. Podríamos decir que los medios cargaron las balas, y el Estado apretó el gatillo.

El estilo de Gente, hace uso de un recurso muy particular, que consistía en redactar notas desde su propia visión editorial, pero alegando que lo plasmado corresponde a “Reflexiones de un argentino, en cualquier lugar del país” (Gente 693- 2/11/1978) lograban distanciarse de esa postura, entregando una visión subjetiva y objetiva a la vez, porque si bien era alguien quien contaba los hechos, ese alguien podíamos ser todos. Gago y Saborido, al reflexionar sobre el estilo del semanario llaman a este un “nuevo periodismo” es decir, mezclar información con opinión mientras redactan en primera persona.

Durante el periodo se respiró una atmosfera que, siguiendo a Lacoste, cataloga como un “nacionalismo militante” , en tanto que se buscaba enfatizar y justificar los argumentos nacionales en detrimento de los chilenos. La postura Chilena reclamaba el cumplimiento del tratado pautado entre las 2 naciones en 1902. El mismo supeditaba un arbitraje por parte de la corona Británica. El 11 de noviembre de 1967, el gobierno chileno somete a arbitraje el diferendo del Canal Beagle a la Reina Isabel, haciendo valer los “Pactos de Mayo” (1902). En 1971, los gobiernos argentino (representado por Alejandro Agustín Lanusse) y chileno (Representado por Salvador Allende) aceptan el arbitraje, pero subordinado a que la Reina designe un tribunal para resolver el litigio antes de dictar el fallo. De esta manera, en 1972 se firma un protocolo entre ambas naciones que establece que el árbitro en este caso estará compuesto por cinco jueces de la Corte Internacional de la Haya designados por la Reina Isabel II.

El 2 de mayo de 1977 la Reina Isabel II entrega el fallo. El mismo otorgaba a Chile la soberanía de las islas en disputa y, debido a lo firmado en los “Pactos de Mayo” ninguno de los países podría presentar ningún tipo de objeción. Sin embargo, el 25 de enero de 1978 el Estado argentino (Representado por la junta miliar que lideraba Jorge Rafael Videla) declara mediante un comunicado, “insanablemente nulo” el fallo, por lo que el Estado argentino, y a su vez uno de sus voceros más claros, la revista Gente, comenzaron a generar y favorecer un clima pre bélico frente al país trasandino.

Gente dedicó sus páginas más que nunca para plasmar su visión acerca del conflicto, dejando en claro quiénes eran los buenos y quienes los malos en esta historia Quien el Nosotros (víctima), y quien el Otro (victimario). En este sentido, la edición número 693 del semanario, que mostraba en su tapa: “Beagle: Todo el caso. Todos los protagonistas” es una edición que no tiene desperdicio.

En el interior, se observa un interesante uso, citado anteriormente, de artículos construidos bajo la figura de “Un argentino en cualquier lugar del país” que otorga, o pretende otorgar, mayor objetividad al discurso. En ese sentido, la edición del 2-11-78 inicia con un artículo en el cual se brindan datos detallados acerca de todo el conflicto de inicio a fin, dando detalles acerca del desarrollo y muestras de cómo el bando chileno generó siempre la reacción del argentino debido a sus actos. Por ello se justificaría el rechazo al laudo arbitral, ya que fueron ellos y no nosotros quienes generaron el conflicto. Cabe destacar que el nosotros se muestra tan homogéneo y estereotipado como el otro.

Algunos ejemplos de lo desarrollado se encuentran al interior del artículo cuando este argentino en cualquier lugar del país dice, sorprendido: ”Yo no sabía, por ejemplo, que entre 1892 y 1893 un grupo de chilenos habría ocupado lentamente, las Picton, Lennox y Nueva”(...)“En octubre de 1964 la tensión estaba en el aire y se provocó otro grave episodio: un puesto de la Prefectura Argentina en Tierra del fuego fue atacado a balazos, y si bien nunca se aclaró del todo, se habló de que el ataque habría partido de una nave chilena”

Como vemos, en este tipo de artículos, al mismo tiempo que se evita personificar a quien escribe, también se observa como la revista evita el uso de citas, al tiempo que utiliza potenciales como “Habría” o deja abiertas interrogantes cuando dice que “Si bien nunca se aclaró” por lo que, la veracidad de la información resulta, por lo menos dudosa.

Avanzando en el tiempo, se puede observar como la estrategia de Gente persiste en este intento de desprestigiar la postura chilena. Resultan llamativos los reiterados artículos haciendo referencia al conflicto de Beagle explicando detallada cada paso que llevaron a ese clima belicista, mostrando siempre a Chile como el atacante. Siguiendo esta línea se pueden ver en estos días descripciones históricas en las cuales se muestra las permanentes ofensas chilenas. También es destacable que Gente se hace eco del slogan que resonaba en los canales de televisión para referirse al tema: “Soberanía territorial Argentina, prioridad nacional”. Entendiendo el conflicto como una cuestión de Estado.

La conducta expansionista de Chile

Visto lo citado anteriormente, queda claro que Chile es el enemigo N°1 para Gente, y por tanto también del pueblo argentino. El estereotipo hace una generalización de toda la población del país vecino, generando un clima de total rechazo hacia este.

La línea editorial dedicada al desprestigio sobre Chile fue muy clara. Se acusó al país vecino de varias cosas. En primer lugar de tergiversar la información acerca de los sucesivos tratados entre ambos países para evaluar las cuestiones limítrofes. En segundo lugar se recordó la pasividad presentada por este país ante la ocupación de las Malvinas por Inglaterra en 1833 a pesar de estar obligado a prestar ayuda debido a estar firmado el “Tratado de alianza” entre ambos países en 1826. Luego, y como hecho más importante, se acusa una conducta expansionista por parte del país trasandino, que según Gente:”En 150 años ha duplicado su espacio nacional cercenando territorios, por diversos procedimientos a países vecinos”

Pero, no conforme con esto, el semanario va un poco más allá y en esta misma edición establece una suerte de plan sistemático chileno para su expansión territorial, el mismo se llevaría a cabo de la siguiente manera:

a. Acción psicológica sobre el pueblo, esto despertaría un sentimiento anti argentino que se inicia en la escuela y se mantiene a través de los medios de comunicación.

b. Agitar el fantasma de la guerra o resaltar las ventajas de una convivencia pacífica según le convenga.

c. Aplazar el cumplimiento de los tratados de límites para ganar el tiempo necesario para generar controversias.

d. Infiltra connacionales en las zonas de litigio.

e. Aprovecha las crisis internas y externas de Argentina para efectuar actos jurisdiccionales y asentamientos ilegítimos de pobladores en territorio argentino.

Así, como vemos, Gente genera una suerte de espíritu maquiavélico y manipulador que nace al otro lado de la cordillera de Los Andes. Sin embargo, la batalla armada nunca se haría efectiva gracias a la mediación papal llevada a cabo por el Cardenal Samoré en diciembre de 1978, que luego derivaría en la firma del Tratado de paz y amistad entre Chile y Argentina en 1984.

Un punto por demás interesante en este conflicto es la falta de fotografías durante el conflicto. Gente optó por graficar con mapas y fotografías de las islas y los gobernantes de turno, pero nunca de los soldados, por lo que resulta interesante compararlo con el caso Malvinas, donde el tratamiento de ese Otro va a presentar algunas semejanzas, pero otras tantas diferencias.

Guerra de Malvinas, reseña de un absurdo.

El 2 de abril de 1982, los diarios y revistas nacionales anunciaban el desembarco de tropas argentinas en Malvinas, mientras el General Mario Benjamín Menéndez asumía como gobernador militar de las islas. A partir de allí se iniciaron las negociaciones entre Argentina y Gran Bretaña, negociaciones que fueron a desembocar en una guerra que no había sido prevista por los militares ni por la sociedad civil Argentina.

Desde ese 2 de abril, la mayoría de los argentinos fue atacado por el síndrome de “Malvinización” es decir, una monopolización y focalización de la información por parte de los medios de comunicación en solo un sentido: La guerra, y en este sentido, Gente ocupa un rol fundamental.

Al respecto, Lucrecia Escudero, dice que la casi totalidad de la información de los periódicos y de los semanarios se encontraba en relación directa con el conflicto, agregando además que estos semanarios de actualidad pasaron a “transformarse en verdaderos dispositivos de puesta en escena y de focalización gráfica de la guerra” . En términos de Gago y Saborido fue más del 90% de la superficie redaccional de Gente la que estuvo dedicada a la guerra, que inclusive llegó a generar cambios en el diseño de varias ediciones. Cabe destacar también, que, lo que estas revistas ofrecían de novedoso al lector eran las imágenes de la guerra, imágenes que la información de ese momento manifestaba escasa y para el lector era una prueba de la verdad/realidad del hecho. El uso que Gente dio a la fotografía es muy interesante, sobre todo en cuanto a otorgarle un rostro al bando enemigo, cosa que no había sucedido en el conflicto por el Beagle.

En torno al conflicto, vamos a partir de la idea de que el comportamiento de Gente va a mutar durante el desarrollo, su estrategia no va a ser lineal y los bandos (Nosotros y el Otro) no van a caracterizarse del mismo modo en el principio y en el final.

Inglaterra, perdedores en Abril, asesinos en Mayo.

Siguiendo a María Laura Marchetti, podemos establecer que el conflicto por las Malvinas se divide en tres etapas: “El momento de las negociaciones diplomáticas, que se extiende desde la toma de las islas por parte de los argentinos, desde el 2 de abril hasta el 1ro. De Mayo; el momento de la guerra, de la confrontación bélica en sí y el momento de la derrota argentina” .En este sentido, analizar el comportamiento de Gente a lo largo de cada etapa es el siguiente paso a realizar.

Primera etapa, “La Recuperación”

En esta primera etapa, el enemigo inglés (El Otro), es representado con el rostro de la derrota: rendición, manos arriba, banderas blancas, entrega de armas, etc.

Gente, mediante el uso de fotografías exclusivas, comienza el conflicto ocupando el lugar de testigo de la rendición de los soldados británicos y del éxito de las tropas argentinas. Una vez más, los militares argentinos luchando y triunfando en defensa de los intereses de todos los argentinos. El semanario genera esta idea de los militares nuevamente como salvadores. La plaza del 10 de mayo da cuenta de ello. Gente celebraba la “Recuperación de las islas” por parte del General Menéndez y en su contenido hace una distinción clave entre la plaza del 30 de marzo y la del 10 de abril: “Del 2 de abril en adelante somos otra vez una sola empresa, una sola nación” Esta plaza, la del 10, es “de todos”, el semanario asemeja el acontecimiento con el mundial del 78 en cuanto al novel de convocatoria, que no distinguía entre clases sociales y que da cuenta de que a los argentinos como pueblo “sólo los mueve la Argentina como nación. Cualquier otro lanzamiento los divide”

Cabe destacar que en este primer momento, el triunfalismo representado por Gente era similar al generado por el Estado. Es indispensable recordar la tristemente célebre frase del Presidente Leopoldo Fortunato Galtieri refiriéndose al enemigo inglés en la plaza del 10 de abril: “Si quieren venir, que vengan, les presentaremos batalla” alentada en las páginas de Gente.

Una de las características de esta época, yendo más allá de ambos conflictos, tiene que ver con el discurso dicotómico generado por la junta militar, en el cual, es indispensable la constitución de otro, enemigo, peligroso, amenazante, que debe ser aniquilado. Si en el pasado esa figura era atribuida al “subversivo”, luego fue el pueblo chileno en la disputa por el Beagle, y hoy el enemigo era el pueblo británico y nuevamente los militares salvarían a la sociedad de esta amenaza contra el orden. El pensamiento autoritario y totalizador, además de creer que todo lo que no es idéntico a sí mismo es parte de un otro amenazante, entiende que lo diferente constituye un peligro inminente o latente que es preciso conjurar. La reducción de la realidad a dos grandes esferas hace uso de los estereotipos sociales citados anteriormente y persigue un fin similar: generar un discurso único que anule las diversidades para imponer una realidad única y total, representada el Estado y sus medios afines, en este caso, Gente.

Segunda etapa: Del “Estamos ganando” a “Gran Bretaña asesina”

La finalización del mes de abril y el comienzo del mes de mayo traen consigo el inicio de la guerra y consigo un giro en el tratamiento del tema por parte de Gente. Si en un primer momento los británicos habían sido débiles, ahora, luego del fracaso de la “Misión Haig” y la declaración por parte del periodista Carl Bernstein a la BBC, donde confirmaba el apoyo logístico que prestaba Estados Unidos a Gran Bretaña, era el momento de cambiar de enfoque y observar que esta era una guerra “No querida” y que Gran Bretaña la había comenzado. Para Gente este tema se resumía a el dialogo y las armas: (...) “Argentina eligió el camino del dialogo (...) Inglaterra respondió con la guerra”.

El Nosotros es representado como aquel que “eligió el camino del diálogo”, como aquel que no deseaba llegar a la confrontación armada, en cambio, el Otro, es quien prefirió el camino de las armas. El Otro es el atacante, el invasor, el que inició la guerra y he aquí una distinción clave que comenzó a aparecer en los márgenes superiores derechos de las ediciones de Gente durante el mes de Mayo y que señalaba: “Argentina combate, Gran Bretaña asesina”.

Una secuencia fotográfica publicada en la revista número 873 del 15 de abril titulada “Nosotros esperamos, Ellos vienen”, relata en imágenes la espera del ataque inglés por parte de los soldados argentinos. Las fotos revelan cómo se prepara el Nosotros para recibir el ataque, frente a como se prepara el Otro, para atacar. Así, el Otro es presentado como el atacante, y el Nosotros como el defensor de la soberanía y el orden. Cabe aquí hacer referencia al uso del “nosotros” (inclusivo). Durante todo el conflicto, el semanario habló de la guerra en primera persona del plural como de una acción en que la nación en su conjunto es el sujeto: “Nosotros esperamos”, “Estamos ganando”, “Seguimos ganando”, “Así destruimos la flota enemiga”, “Vamos a atacar”. Esa forma verbal daba una mayor sensación de cercanía y por otro lado generaba identificación con los ciudadanos que no participaban directamente.

Para proseguir con la generación de una imagen del Otro, en la edición número 876, el semanario muestra fotos “Exclusivas” de los marines ingleses que estaban a cargo de la protección de las islas Malvinas. En estas se exponen escenas de la vida cotidiana de estos marines, que son presentados como gente excéntrica, de costumbres personales y de moral totalmente criticables como el consumo de alcohol y marihuana. Este tipo de conductas son tomadas de forma totalmente negativa por parte del semanario.

La criminalidad se convierte en el símbolo mismo del ejército Británico. Entonces se encuentra una dicotomía interesante que nos marca Marchetti: “Si el Otro mata es un asesino, si el Nosotros mata es para defenderse y para defender la Patria. Si el Otro comete atrocidades es a propósito, si el Nosotros comete errores es involuntariamente”.

Las ediciones números 876 y 879 titulan en sus tapas, y con letras amarillas, como para que no queden dudas, “Estamos ganando” y “Seguimos ganando”, respectivamente. Ambos títulos se repiten en el interior a modo de consigna. El triunfalismo y las mentiras eran la estrella de las publicaciones de Gente. Sin embargo, ante la imposibilidad de obtener otro tipo de información, debido a que la posición hegemónica era de Gente y diarios como Clarín o La Nación, claramente colaboracionistas con el régimen desde el minuto 1, las mentiras eran creídas por la población. Cabe hacerse la interrogante de si sería posible un engaño de tal magnitud luego de la llegada de internet, pero eso es tema de otra investigación.

Tercera etapa: “Los Profesionales” vs “Los chicos de la guerra”

Es a partir de la rendición Argentina, el 14 de junio, que la revista comenzó a realizar otra construcción, muy diferente, del Nosotros y del Otro. El enemigo, pasa a convertirse en el profesional, preparado para la guerra, mientras que el Nosotros, se convierte en los “chicos de la guerra”, indefensos ante la crueldad del clima de las islas, delgados y débiles por la falta de alimentos.

Como bien muestran Gago y Saborido: “En su edición del 17 de junio, Gente prefirió ocupar el espacio editorial transcribiendo un cable de la agencia de noticias DYN, que anunciaba la rendición de Menéndez. Aunque resulte curioso, el semanario no realizaba ningún tipo de análisis ni tampoco de autocrítica por la postura que había asumido durante el conflicto”.

Solo recién en la edición del 24 de junio, la revista explicará a sus lectores los motivos de la derrota argentina, argumentando que el motivo sería la superioridad militar y tecnológica británica. En este punto, algo se rompe en el discurso de Gente, junto el lamento de la derrota, en sus páginas, también hay un cambio en la diagramación de sus tapas, ahora teñidas de rojo, el color de la sangre derramada, y al mismo tiempo el semanario comienza a encarnar un rol denunciante con el fin de la guerra. En la portada de la edición del 24 de junio titula: “La guerra que no vimos. Lo que nadie mostró hasta ahora”. En su interior se dice: “Parecería que de golpe se ha perdido el rumbo, se ha perdido toda sensatez…deben tomar conciencia de que país puede llegar al borde del abismo, el mismo del cual nos rescataron en marzo de 1976” . En esta última frase se advierte que la opinión favorable que el medio mantuvo durante todo el Gobierno militar no ha cambiado mucho a pesar del descalabro de la guerra. En las páginas posteriores, la revista se dedica a retratar con fotografías la rendición Argentina. Se ven imágenes de soldados abatidos, algunos heridos, la entrega de armas y el regreso al continente. El nosotros yace abatido mientras el Otro se regodea, triunfante. Luego, en la edición del 1 de julio, la revista plantea en su portada los siguientes interrogantes: “¿Había comida? ¿Tenían ropa adecuada? ¿Qué pasó con las armas? ¿Cuántos muertos hubo?”. Cumpliendo ya de forma total, su rol de denunciante.

El Nosotros, anteriormente representado mediante un triunfalismo ciego, ahora era la imagen de la derrota, de la improvisación y de la muerte. Atrás quedaba la sólida imagen de Mario Benjamín Menéndez enfrentando su “Otra guerra” o aquellas “Historias de 18 años” en las cuales los soldados morían de ganas por defender al país en la guerra. En el final de la guerra, Gente retomaba sus historias pero no para enaltecer la hombría de estos jóvenes hombres sino para mostrar la violencia de la que era capaz la Gran Bretaña asesina.

Podemos dejar bien en claro que Gente estuvo al otro lado de la pluma y al otro lado de la lente, pero ahora parecería que no. Su nueva postura lo hace ver como un denunciante, no como un cómplice. Asimismo es importante señalar que luego de la guerra, las peticiones por una salida democrática crecieron, el reemplazo de Galtieri por Reynaldo Bignone no ayudó a revertir la imagen que quedó del régimen militar y este lamentaba el haber perdido su última ficha en busca de legitimidad en aquellas islas del cono Sur.

Conclusión

El conflicto por el Beagle y la guerra de Malvinas presentan similitudes muy interesantes y algunas diferencias muy marcadas. En un primer momento es destacable observar que si hubo una “Malvinización” y no una “Beagleización”. En este sentido, juega un rol importante el momento por el que pasaba el gobierno militar en cada uno de los conflictos. Mientras durante 1978 el gobierno de Videla estaba en su apogeo y el mundial otorgaba gran legitimidad al régimen, en 1982 el gobierno liderado por Galtieri este estaba en su peor momento. La plaza del 30 de marzo daba cuenta de que la sociedad buscaba un cambio y se puede entender por muchos motivos a Malvinas como un manotazo de ahogado. Por lo cual, la llegada de una guerra, y el impulso agresivo (mucho más que el Beagle) dado, tanto por parte del Estado como por parte de los medios influyó en manera determinante a la hora de generar desprecio hacia Gran Bretaña al tiempo que exaltaban los sentimientos patrióticos.

A partir de lo visto, se puede establecer que la construcción de un Nosotros y otro también resulta diferente. Si bien la génesis dicotómica entre buenos/malos sigue siendo la misma, el cambio viene dado por el uso de las imágenes en el conflicto de Malvinas y no durante el conflicto con Chile. Las imágenes daban un rostro a los implicados. Conmovía ver a jóvenes de 18 años luchando para defender el país. Molestaba ver a soldados británicos bebiendo alcohol, fumando marihuana o empuñando armas de mayor tecnología. Gente ocupó un lugar fundamental en la generación de estas imágenes estereotipadas debido a su lugar hegemónico en el mercado periodístico. La “Inglaterra asesina” destruía a los “Chicos de la guerra”.

Como bien he reiterado hasta el hartazgo, los estereotipos generados por Gente en torno a Chile y Gran Bretaña despolitizan su verdadera imagen. El gran problema que conllevan este tipo de construcciones radica en que se toman por naturales y no se problematiza su uso. Por lo tanto, estos pueden permanecer en el tiempo sin ser cuestionados y eso es lo que pasa efectivamente. Hoy en día el chileno sigue siendo el “Traidor” y Gran Bretaña el “Pirata” y “Asesino”. Seguramente hay un largo y arduo trabajo por hacer en pos de desenmascarar estos mecanismos y lograr dejar en claro, que si bien ambos países colaboraron a que los conflictos se lleven a cabo, un enemigo mucho más fuerte se encontraba en su kiosco amigo y salía a la calle una vez por semana.

Bibliografía

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