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HISTORIA MINIMA DEL SNTE

mazeca8520 de Noviembre de 2012

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Renuncia Carlos Jonguitud Barrios a Vanguardia y al SNTE; asume el mando Elba Esther Gordillo Morales.

Abril 23 de 1989

Después de entrevistarse con el presidente Carlos Salinas de Gortari, el líder moral del SNTE renuncia como presidente vitalicio al grupo Vanguardia Revolucionaria y al sindicato magisterial. Mañana el profesor Refugio Araujo del Ángel, electo secretario general en febrero pasado, solicitará licencia indefinida en su cargo ante el consejo extraordinario del SNTE y Elba Esther Gordillo será designada como nueva secretaria general del sindicato más numeroso de América Latina, quien al asumir el cargo declarará: “No permitiremos que el sindicato sea un botín de nadie, de nadie. No habrá reelección. Los estatutos no lo permiten”… El 22 de febrero de 1990, en Tepic, Nayarit, la profesora Gordillo, arribando por la puerta de atrás, rendirá su protesta como secretaria general definitiva en el congreso magisterial, en una tumultuosa y violenta asamblea, en donde abundaron los golpes y los empujones.

Años antes, el 22 de septiembre de 1972, con el apoyo del presidente Luís Echeverría, Jonguitud se apoderó del edificio del SNTE con un grupo armado de unas 30 personas y proclamó como secretario interino a su incondicional Eloy Benavides, desconociendo a Carlos Olmos, entonces secretario general. Así terminó el cacicazgo de Jesús Robles Martínez y Manuel Sánchez Vite, enemigos acérrimos de Echeverría. En enero de 1974, Jonguitud fue designado secretario general del SNTE. A partir de entonces había mantenido su poder sobre el sindicato magisterial mediante el grupo Vanguardia Revolucionaria, no obstante que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación CNTE, le ganó tres secciones sindicales en Oaxaca y Chiapas.

La caída de Jonguitud y el ascenso de Gordillo obedecen a diversas razones: A principios de este año de 1989, la crisis magisterial llegó a su culminación como resultado el divorcio entre la dirigencia sindical y sus bases, por el autoritarismo de los líderes del SNTE, por su represión sistemática sobre los disidentes, por la reducción de los sueldos de los maestros por la crisis económica, por la penetración de la opositora Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación CNTE en varios estados y la capital del país, así como por el ambiente general de rechazo al PRI mostrado en las cuestionadas elecciones pasadas. Además Jonguitud había sido acusado de promover la candidatura presidencial de Cárdenas en las elecciones del año pasado.

Ricardo Raphael (Los socios de Elba Esther) escribe al respecto:“Elba Esther Gordillo Morales estaba de pie -en el lugar adecuado y en el momento correcto.. Varios fueron los elementos que confabularon a su favor. El liderazgo de Jonguitud había comenzado su declive porque no pudo contener la fuerza política de la disidencia, y también porque su salud se deterioraba rápidamente. Los líderes de la CNTE, como Teodoro Palomino, eran inviables para participar en la sucesión por su radicalismo y también por las simpatías explícitas que durante las elecciones de 1988 hubieran mostrado a favor del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. La profesora, en cambio, en los últimos diecisiete años había sido un personaje leal al régimen priista; conocía las vísceras del aparato sindical como pocas personas, había tomado suficiente distancia de Jonguitud Barrios como para asegurar que éste no podría continuar por medio de ella gobernando los asuntos magisteriales y, lo más relevante de todo, había entablado una relación de confianza con el grupo salinista a través de Manuel Camacho Solís.

Frente a esta lista de argumentos, se entiende muy bien por qué nadie opuso resistencia, durante aquella reunión de gabinete presidencial celebrada en Los Pinos la tarde del sábado 22 de abril de 1989, cuando su nombre fue puesto sobre la mesa. Ni siquiera Manuel Bartlett Díaz, el secretario de Educación con quien tantos enfrentamientos tendría Gordillo posteriormente, tuvo reparos en

contra de esta decisión.

La profesora Gordillo al momento de su designación (se dice que a propuesta de Manuel Camacho) es delegada política de la Gustavo A. Madero en el Distrito Federal y presidenta de la Comisión Nacional de Vigilancia del SNTE: Nacida en Chiapas en 1944, ha trabajado en San Cristóbal de las Casas, Larráinzar y Ciudad Nezahualcóyotl; en la década de los setenta se incorporó al grupo de Jonguitud, quien la promovió como secretaria de Finanzas del SNTE; como militante del PRI fue diputada federal en 1979, (acusada del asesinato de Misael Núñez Acosta, cometido el 30 de enero de 1981 en Tulpetlac) senadora suplente en 1982, diputada federal en 1985 y delegada política en el gobierno del Distrito Federal encabezado por Manuel Camacho.

En un artículo publicado en PROCESO el 1º de mayo de 1989, Homero Campa da cuenta detallada de los hechos sucedidos este día: …”Alrededor de las 10 horas, el ama de llaves, Yolanda García, le avisó que tenía una llamada telefónica. Era Andrés Massieu, secretario particular del presidente Carlos Salinas de Gortari, quien le pidió que fuera a Los Pinos porque el Presidente quería verlo. Al mediodía, Jonguitud llegó a la residencia oficial de Los Pinos…Media hora después salió con el rostro desencajado: había renunciado al liderazgo vitalicio del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación. Escasos treinta minutos bastaron para que se derrumbara el cacicazgo que por 17 años ejerció en el magisterio del país… Fue la Dirección de Comunicación de la Presidencia la que, a las 13:30 horas, emitió el comunicado 225, en el que informó: "El presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, concedió esta mañana audiencia al profesor Carlos Jonguitud Barrios en la residencia oficial de Los Pinos. Al final de dicha audiencia, y después de comentar la resolución del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, el senador Jonguitud Barrios informó su decisión de renunciar hoy a los cargos sindicales que ocupa como presidente nacional de Vanguardia Revolucionaria y como asesor permanente del Comité Ejecutivo Nacional de Trabajadores de la Educación".

Todo comenzó, de hecho, el día anterior, sábado 22 de abril. En las oficinas de la Secretaría de Gobernación, el titular, Fernando Gutiérrez Barrios, y los secretarios de Educación y de Trabajo, Manuel Bartlett Díaz y Arsenio Farell Cubillas, respectivamente, analizaron y discutieron el problema magisterial. De esa reunión salió el acuerdo para que el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, resolviera, como jurídicamente procedente, que el CEN del SNTE convocara a un congreso extraordinario para la sección nueve (profesores de primaria y preescolar) y que este congreso se realizara antes de terminar el actual período escolar, o sea en el mes de julio.

Enterados de la decisión gubernamental, el domingo a primera hora los integrantes del CEN del SNTE se reunieron en el edificio de Venezuela 54. De inmediato se comunicaron con los secretarios de los comités seccionales, para pedirles que mantuviera la unidad en torno de Vanguardia Revolucionaria. Se les solicito que se transladaran a la ciudad de México, para "analizar la situación conjuntamente" y que los demás miembros de los comités seccionales estuvieron pendientes de cualquier información o indicación.

Pero las órdenes fueron confusas. A unos se les convocó en el Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social (CIESS), en San Jerónimo; a otros, en el edificio sindical, en el centro. La cita era a las 18 horas.

Una hora después de conocerse el comunicado de la presidencia, el CEN del SNTE se reunió de emergencia. Refugio Araujo del Ángel, secretario general del Sindicato, informó sobre la resolución del Tribunal de Conciliación y Arbitraje. Dijo que actuaría conforme a derecho, que se interpondrían los recursos legales necesarios para hacer respetar el procedimiento estatutario del SNTE en cuestiones de orden interno.

Después de las 15 horas, de la Secretaría de Gobernación se hicieron llamadas telefónicas a los secretarios de Gobernación de cada entidad federativa. Las órdenes fueron precisas: "arraiguen y trasladen al DF a los secretario generales de las secciones generales del SNTE". Impresionante fue el despliegue que se realizó. Los secretario de Gobernación, acompañados de varias patrullas, fueron a los domicilios de los dirigentes seccionales. Algunos habían salido ya a la ciudad de México, por instrucciones del CEN del SNTE; otros fueron localizados en restaurantes y fiestas familiares. A unos, de plano, no los encontraron: se habían escondido….

Pasadas las 17 horas, Refugio Araujo salió del sindicato. Iba acompañado de Baldemar Rodríguez, jefe de seguridad del SNTE, y exjefe de la policía de San Luís Potosí, y de su secretario particular, Alberto Rangel. Presuroso, mordiendo una manzana, abordó un Topaz azul. Otros cuatro vehículos los escoltaban. "Va al CIESS", informaron los guardias de seguridad…Pero al CIESS nunca llegó… Al salir Araujo del Ángel del SNTE, era evidente el aparatoso dispositivo de seguridad que rodeaba el edificio sindical. En la esquina de El Carmen y Venezuela estaban cuatro patrullas y un minibús lleno de granaderos. En la calle de Donceles, otras tres patrullas y otro minibús. Enfrente del edificio pasaban patrullas cada tres o cuatro minutos. Había, en total, unos 100 efectivos.

En la casa de Jonguitud, el número 242 de la calle Lava, en el Pedregal, todo parecía tranquilo hasta

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