Intervencion Española de 1829

INTERVENCIÓN ESPAÑOLA DE 1829

Su objetivo era cancelar la independencia de México y recuperar la Nueva España. El intentó fracasó por la movilización de tropas mexicanas y por el clima de la costa y fue esta la primera intervención que sufrió México como nación independiente. La lucha por la independencia de México terminó con la firma del Plan de Iguala el 27 de septiembre de 1821, acuerdo firmado entre Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero. En 1822 Agustín de Iturbide fue nombrado emperador de México, teniendo su imperio una duración de un año, ya que mediante el Plan de Casa de Mata que proponía establecer el sistema republicano, se unieron para derrocarlo Antonio López de Santa Anna, Nicolás Bravo y Vicente Guerrero.

Dicha intervención comenzó el 26 de julio de 1829, y para hacer frente, el presidente Vicente Guerrero ordenó a López de Santa Anna y Mier y Terán moverse desde Veracruz y Matamoros a los que se le uniría en Tampico el general Felipe de la Garza. La fuerza militar no fue tan mortífera como la naturaleza, que obró a favor de México pues julio y agosto eran meses insalubres, lo que provocó enfermedades gastrointestinales. El 10 de septiembre Mier y Terán atacó con 900 hombres el Fortín de La Barra defendido por 400 españoles, se rindieron al día siguiente firmando la capitulación los generales Antonio López de Santa Anna y Manuel Mier y Terán en el cuartel que habían instalado los españoles en Tampico. Y aun cuando España no reconoció la independencia de México hasta 1836, fue este el último intento español por reconquistar la que había sido su colonia más rica e importante.

PRIMERA INTERVENCIÓN FRANCESA EN MÉXICO.

La Guerra de los Pasteles fue el primer conflicto bélico entre México y Francia y tuvo lugar entre el 16 de abril de 1838 y el 9 de marzo de 1839. Entre estas, se encontraba la del señor Remontel, dueño de un restaurante en Tacubaya, donde algunos oficiales del presidente Santa Anna en 1832 se habían comido unos pasteles sin pagar, por lo que exigía ser indemnizado con sesenta mil pesos. Ese fue el motivo a que el pueblo mexicano identificara a esta guerra con Francia con el nombre de Guerra de los Pasteles. México por la traición y conducta de santa Anna, había finalizado la guerra con Texas, y llegado el 1838 aún no se había concertado un tratado definitivo en virtud de que el barón Deffaudis, no estaba de acuerdo con dos artículos del convenio.

En consecuencia, el barón abandonó su misión diplomática en México y regresó a Francia, para volver en marzo, acompañado de diez barcos de guerra que apoyaban las reclamaciones de su gobierno. Amenazando con invadir México si no cumplía las condiciones que Deffaudis plasmó en un ultimátum, que vencía el 15 de abril. Al ver que México no cedía, Francia envió veinte barcos al mano de Charles Baudín, con el carácter de ministro plenipotenciario del gobierno francés, y se reunió en Jalapa con el ministro de relaciones interiores y exteriores de México, don Luis G. México reprobó ambas capitulaciones y expidió un decreto el 30 de noviembre anunciando que se declaraba la guerra al rey de Francia y pidió a Santa Anna que se pusiera al frente de las tropas e iniciara la ofensiva contra los franceses. Santa Anna llegó a Veracruz.

En respuesta el contraalmirante ordenó que una columna de mil hombres con artillería desembarcara con el propósito de aprehender a Santa Anna, y el 5 de diciembre, lo consiguió. Baudín ordenó el embarco de sus tropas y al disparar un cañón, Santa Anna resulta herido en una pierna. El 9 de marzo de 1839 se firmó un tratado de paz, en el cual México se comprometió a pagar. Francia retiró la flota invasora, desistió de la indemnización a los gastos de guerra y el desconocimiento de las Declaraciones Provisionales de 1827, devolviendo las naves incautadas.

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