ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LA EDUCACIÓN MUSICAL EN LA INFANCIA


Enviado por   •  11 de Abril de 2013  •  8.289 Palabras (34 Páginas)  •  544 Visitas

Página 1 de 34

LA EDUCACIÓN MUSICAL EN LA INFANCIA

2. APRENDIZAJE MUSICAL Y LA EXPLORACIÓN Y EXPRESIÓN SONORAS

2.1 El sonido y sus cualidades

Si se explora el cuerpo, se descubre que con él se pueden escuchar y producir diversos sonidos:

Sonidos internos del cuerpo (sonidos gástricos, del corazón, de las pulsaciones, de la respiración, etc.).

Sonidos externos, producidos por la voz, palmadas, palmas sobre muslos, sobre brazos, sobre el pecho, chasqueo de los dedos o castañeteo, pie contra pie, contra piernas, contra el suelo, y muchos más.

Si se hace el análisis del entorno, se descubre una gran cantidad y variedad de sonidos:

Sonidos de la naturaleza (canto de los pájaros, sonido de las olas del mar y de la corriente de los ríos, de los árboles movidos por el viento, de los truenos, de la lluvia, sonidos característicos de los diferentes animales, entre otros muchos).

Sonidos relacionados con el trabajo (sonidos de la sierra, del martillo, de diferentes maquinarias, de la escoba, de los instrumentos del mecánico, por solo nombrar algunos).

Sonidos de la ciudad (de los coches, trenes, pitos y silbatos, voces, equipos electrodomésticos).

Sonidos musicales (personas que cantan, grabaciones con música vocal, vocal-instrumental o instrumental, sonidos de instrumentos musicales).

R. P. Castello (1997) considera que el sonido se puede clasificar en dos categorías:

Sonidos musicales o determinados, originados por vibraciones regulares.

Ruidos o sonidos indeterminados, producidos por vibraciones irregulares.

Plantea como excepción el sonido indeterminado producido por algunos instrumentos de percusión. Sin embargo, en la actualidad resulta muy difícil clasificar los sonidos musicales y definir los conceptos de ruido y sonido. ¿Acaso no puede considerarse como musical el sonido de las olas del mar o el canto de los pájaros? Por otra parte, la música contemporánea ha sido invadida por numerosos «ruidos»: de las fábricas, los trenes, golpes de puertas, objetos que caen, etc.

En este mismo tomo, se propone hacer música con objetos sonoros diversos, como mesas, cucharas, envases de cristal, vainas de flamboyán, percusión corporal, etc.

Todo sonido tiene las siguientes características esenciales o cualidades: altura, intensidad, duración y timbre. Según V. Eli y Z. Gómez, el sonido, en tanto fenómeno físico, es «la vibración de un medio elástico, en forma de ondas que ejercen una presión variable en los tímpanos, poniéndolos en movimiento y provocando la sensación auditiva». Pero, para que se origine la sensación, es preciso el trabajo de toda la función analizadora del cerebro.

La explicación física de las cualidades del sonido se puede encontrar en cualquier tratado de acústica y constituye la base para el análisis de esta temática.

La altura del sonido.

La altura del sonido está determinada por la frecuencia. Los sonidos de frecuencia alta se denominan agudos y los de frecuencia baja son los graves; entre ambos se encuentra el registro medio. Si se sitúa en la parte central del teclado del piano, en la medida en que se avanza hacia la derecha, los sonidos se tornarán más agudos y, si se avanza hacia la izquierda, se harán más graves. En las voces humanas, el registro más agudo lo ocupan las sopranos y los tenores, el registro medio corresponde a las mezzosopranos y los barítonos, mientras que en el bajo se sitúan las contraltos y los bajos.

Como parte del entrenamiento de los educandos en la clasificación de los sonidos por su altura, se pueden realizar los siguientes ejercicios:

Escuchar sonidos del entorno y clasificarlos en graves y agudos.

Hacer pirámides de sonidos producidos por objetos sonoros o instrumentos musicales. En la base de la pirámide, se debe colocar el sonido más grave y, en la cúspide, el más agudo.

Corporizar el sonido, atendiendo a su altura. Se puede realizar en canciones seleccionadas con este objetivo, donde exista un notable contraste entre sonidos graves y agudos, pero preferiblemente debe iniciarse su ejercitación a partir de instrumentos musicales que, por las características de su timbre, produzcan sonidos agudos o graves, así como con instrumentos melódicos de un amplio registro en los que se diferencien bien los sonidos agudos y graves.

Ejemplos: canción Estrellita: «Alto, alto, desde el cielo la estrellita se cayó, voy subiendo despacito, para no caerme yo».

Audición clásica: «Los pianos» (El carnaval de los animales) de Saint-Saenz. Instrumentos de percusión: se distinguen la altura del sonido de los instrumentos de madera, de los sonidos de los instrumentos de metal, realizando algún juego con ellos.

Pueden tocarse melodías conocidas en diferentes registros o simplemente producir sonidos agudos y graves, series de sonidos ascendentes y descendentes.

La respuesta corporal estará relacionada con los niveles en el espacio parcial y total. Si el sonido es agudo, los movimientos serán a nivel alto, incluida la punta de pie; si los sonidos son graves, los movimientos serán en nivel bajo; primeramente, se trabajarán registros agudos y graves bien contrastantes y, después, se pueden incorporar registros medios, a lo cual se responderá con diseños en nivel medio, cuando se trabajen series de sonidos ascendentes y descendentes. Los diseños corporales seguirán la línea melódica de abajo-arriba, de arriba-abajo.

Los educadores pueden estimular la respuesta corporal a la altura del sonido con los siguientes ejercicios:

Movimientos naturales de locomoción:

Caminar y correr en punta con sonido agudo, con toda la planta en registro medio, y con rodillas flexionadas en sonidos graves.

Saltar combinando sonido grave en la preparación del salto y agudo en la elevación del salto.

Pueden combinarse diferentes movimientos naturales de locomoción como respuesta al sonido. Ejemplo: sonido grave=arrastrarse, rodar, gatear, girar sentado; sonido

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (54.5 Kb)  
Leer 33 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com