ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LA PENA CAPITAL


Enviado por   •  9 de Junio de 2014  •  3.877 Palabras (16 Páginas)  •  334 Visitas

Página 1 de 16

MUSEO DE TORTURA Y PENA CAPITAL

ALGUNOS INSTRUMENTOS QUE UTILIZARON DE CASTIGO

HUMILLACIÓN PÚBLICA

Con estos aparatos se castigaban infracciones menores y se exponía a las víctimas al escarnio de la multitud, que al ver a alguien con tal artefacto, lo hacía objeto de ofensas físicas y verbales.

LOS APARATOS PARA TORTURAR

Estos artefactos tenían como finalidad infligir un largo tormento, que no necesariamente debía culminar con la muerte de la persona, aunque a veces ello ocurriera por la severa infección de las heridas ocasionadas o como consecuencia lógica y natural de la tortura.

INSTRUMENTOS DE PENA CAPITAL

Su función única era la eliminación de la víctima, generalmente después de un doloroso tormento.

INSTRUMENTOS DE TORTURA CONTRA MUJERES

Decidirnos hacer una categoría especial porque los archivos europeos demuestran que durante tres siglos y medio, alrededor del 85% de las víctimas de tortura y de muerte en la hoguera fueron mujeres. Acusadas de brujas o de diferentes crímenes se diseñaron aparatos para ser utilizados contra las féminas.

ABLACIÓN DE LOS PIES CON FUEGO

Si el hereje no se convertía a la verdadera fe, de los tobillos hacía abajo no le quedaban más que muñones de huesos carbonizados. A continuación se proseguía con las manos.

De este modo los frailes dominicos, grandes cazadores de herejes, encontraron su forma de ser útiles.

EL ANILLO AUTO MORTIFICANTE

Este ingenio se utilizaba para impedir la erección del órgano genital masculino mediante las púas dispuestas por el lado interior.

EL APLASTA CABEZAS

Los aplasta cabezas, de lo que se tienen noticias ya en la Edad Media, gozan de la estima de las autoridades de buena parte del mundo actual. La barbilla de la víctima se coloca en la barra inferior y el casquete es empujado, hacia abajo por el tornillo.

EL APLASTA PULGARES

Simple y muy eficaz, el aplastamiento de los nudillos, falanges y uñas es una de las torturas más antiguas. Los resultados, en términos de dolor infligido con relación al esfuerzo realizado y al tiempo consumido, son altamente satisfactorios desde el punto de vista del torturador, sobre todo cuando se carece de instrumentos complicados y costosos.

En el aparato veneciano con tres barras horizontales pueden introducirse dos pulgares y cuatro dedos, pero es tosco comparado con el instrumento austriaco que lo acompaña en la vitrina.

"ARAÑAS ESPAÑOLAS"

También llamadas "arañas de la bruja", garras con cuatro puntas unidas en forma de tenazas constituían herramientas fundamentales del verdugo. Servían tanto frías como calientes, para alzar las víctimas por las nalgas, los senos, el vientre, y la cabeza, a menudo con dos puntas en los ojos y en las orejas.

LA AUREOLA DEL TONTO o LA CORONA DE ESCARNIO CON CAMPANILLA

Se trata de una modalidad de escarnio público suave, aplicado sobre todo a aquellos que se habían comportado de una manera estúpida, absurda o necia hasta el punto de haber ocasionado molestias a la colectividad.

EL AZOTAMIENTO DE UNA MONJA S. XIX

A finales del siglo XVIII la sociedad va cambiando. El sentido de la decencia en aquella época, nos parece extraño, para ellos dejar a una monja medio desnuda mostrando sus senos, estaba de acuerdo con los cánones del arte clásico. En este período se ha pasado del puritanismo al liberalismo, llegando incluso al sadismo, si bien los límites del respeto no habían sido traspasados, se notaba en el aire un cierto anticlericalismo. Hay una mezcla entre dulzura, seguridad, insipidez y teatralidad. Dando lugar a fuertes y grandes cambios.

CARRETILLA DE LOS TRABAJADORES FORZADOS .

Los condenados a trabajos forzados pasaban años, a veces una vida entera, encadenados a una carretilla, de día y de noche, bajo el calor o el frío. La vida de estos condenados era breve.

LA "CIGÜEÑA" o "LA HIJA DEL BASURERO"

Aunque a primera vista parezca únicamente otro método de inmovilización o de constricción, no más temible que millares de artilugios más o menos similares, la "cigüeña" provoca en la víctima, a menudo ya, a los pocos minutos, fuertes calambres: primero de los músculos abdominales y rectales, y luego de los pectorales, cervicales y de las extremidades; calambres que con el paso de las horas conducen a una única, continua y atroz agonía sobre todo, parece ser, en el abdomen y recto. En tal situación la víctima puede ser golpeada, pateada, quemada y mutilada a placer.

EL CILICIO DE PINCHOS

Los instrumentos provistos de pinchos en su interior eran y en determinados ambientes, aún lo son, predilectos de religiosos auto mortificantes. Naturalmente, los mismos Instrumentos servían también para la tortura inquisitorial y punitiva.

EL CINTURÓN DE CASTIDAD

Un imperecedero mito popular, aunque recogido en publicaciones académicas, mitifica el uso de este aparato. La opinión tradicional es que el cinturón de castidad se usaba para garantizar la fidelidad de las esposas durante largas ausencias de los maridos, y sobre todo - nadie sabe porqué, ya que no hay evidencias documentales que den soporte a tal idea - de las mujeres de los cruzados que partían a Tierra Santa.

CINTURÓN DE SUJECIÓN

Se aplica a la cintura de la víctima , cuyas muñecas se aprisionan en las abrazaderas de los costados. La persona así inmovilizada puede ser de esta manera sometida a torturas o bien abandonada para perecer de frío, hambre, sed, infección.

Constituyen ataduras de múltiples usos, presentes en cualquier cárcel o malcomió hasta hace poco tiempo; en muchos lugares se hallan presentes hoy en día.

COLLAR DE PÚAS PUNITIVO

Provisto de pinchos en todos los lados, este instrumento, que pesa más de cinco kilos, se cerraba en el cuello de la víctima, y a menudo se convertía en un medio de ejecución: la erosión hasta el hueso de la carne del cuello, hombros y mandíbula, la progresiva gangrena, la infección febril, la erosión final de los huesos mismos sobre todo de las vértebras

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (24 Kb)  
Leer 15 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com