LOS ALUMNOS DEL GRUPO: SUS IDEAS, ACTITUDES Y RELACIONES

“LOS ALUMNOS DEL GRUPO: SUS IDEAS, ACTITUDES Y RELACIONES”

Los alumnos de secundaria muestran diferentes actitudes ante el profesorado y entre ellos mismos. Entre sus preferencias para las actividades se encuentran los trabajos procedimentales, donde pongan en acción sus habilidades, ya sea, respondiendo a cuestionamientos o realizando alguna experimentación; el caso es que estén ocupados. Les disgustan las clases monótonas y, como respuesta muestran cierta o total apatía hacia el docente y su asignatura. No son dados a leer por cuenta propia, por lo que las dinámicas de este tipo tampoco son de su completo agrado. En esta edad los adolescentes muestran una gran inclinación por las actividades lúdicas, de ahí que, la gran mayoría le encante la clase de educación física, las actividades artísticas o tecnológicas, desde luego, cuando éstas son bien aplicadas.

Por otro lado, sería aventurado afirmar que los alumnos tienen mucho interés por aprender los contenidos de cada una de sus asignaturas. La gran mayoría llega a la escuela secundaria sin saber a qué va. Muchos afirman que van a la escuela porque tienen que ir, no tienen metas establecidas a largo plazo, como lo es el estudio de una profesión en particular, simplemente saben que tienen que terminar la secundaria y después, probablemente, ingresen al bachillerato sin saber si van a concluir con esta empresa.

Los alumnos de secundaria se relacionan con sus pares, cuando entre ellos encuentran coincidencias entre sus propósitos. Así, los más “relajistas” suelen formar “banditas” dentro de la escuela, ya sea, para defenderse de otros, “matar” clases, irse de “pinta”, robar, drogarse, ver pornografía en sus celulares, para molestar a quienes se dejen y, hasta a los que no lo permitan, o simplemente hacerle la vida de “cuadritos” a algún maestro o personal de la escuela que no sea de su complacencia. En estos grupos inclusive, hay muchachas que se incluyen en las bandas de los varones.

En contraste, se encuentran los más recatados, quienes también se agrupan, pero más que nada para realizar actividades comunes y propias de la escuela: conversar, hacer tareas, convivir a la hora del receso, relacionarse con algún maestro o personal de la institución.

Cabe mencionar, que los primeros simpatizan con los docentes y el personal que toleran sus acciones, “porque ellos nos comprenden”, suelen afirmar. En cambio, con los que encuentran “incomprensión”, según ellos, poco hacen para incluirlos en su selecto grupo de amigos, cuates o banda, parafraseando el lenguaje coloquial de los jóvenes.

Los segundos mantienen una correspondencia más discreta con el personal de la escuela, sea docente, administrativo o de intendencia.

Los adolescentes, en general, también forman “bandas” para actuar afuera de la escuela y mienten con frecuencia para salir de sus casas por las tardes.

En cuanto a las relaciones sentimentales, muchos de los varones comentan que se acercan a las jovencitas más con el propósito de tener relaciones íntimas que iniciar un noviazgo serio y a largo plazo. Las jóvenes, en cambio, dicen que prefieren ir más despacio.

En los dos tipos de alumnos se han considerado ambos géneros, aunque se presenta con mayor notoriedad en los varones el primer caso, y en las damas la segunda situación.

Si nos referimos a los ritmos de aprendizaje de los alumnos encontramos que es una minoría la que muestra un ritmo de aprendizaje aceptable. La mayor parte presenta problemas de adquisición de conocimientos. Pero, ojo, dicen ellos “que a veces no aprenden porque el docente no sabe explicar o impartir bien su clase”. Cuando sucede lo contrario la mayoría suele comprender lo que se le explica o enseña. “Hay maestros que nos ponen a trabajar con ejemplos o ejercicios de lo que estamos viendo, ahí entendemos mejor. Pero hay otros que se la pasan hablando y nos aburren, con esos no aprendemos nada”. Comentarios más frecuentes de los adolescentes de secundaria.

Cualesquiera que sean las idiosincrasias de los adolescentes, es claro que merecen de toda nuestra atención para guiarlos, orientarlos, comprenderlos, apoyarlos y corregirlos, pero no para que sean como nosotros, sino en el sentido de hacerlos sentir que son parte importante de una sociedad, y que de su conducta, derivarán consecuencias que deberán afrontar más adelante y, que en mucho dependerá su futuro. Los alumnos no son malos o malas, su proceder en la mayoría de las veces depende de factores externos a su desarrollo fisiológico, esa es la razón principal para comprenderlos y apoyarlos.

Elaborado por: Carlos Hernández

Grupo: 501

Especialidad: Historia

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