Relaciones Alumno Maestro
ErvinAjtujal14 de Febrero de 2014
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RELACIONES HUMANAS ENTRE ALUMNO-MAESTRO
Las buenas relaciones humanas entre alumnos y maestro dentro de un aula son tan importantes como el aroma de rosas y claveles en un jardín. Es importante saber que si un aula está bien equipada con los últimos adelantos tecnológicos y mobiliario de primera clase, pero dentro de ella se carece de un alto grado afectivo entre el docente y discente, esta aula es como una jaula de oro para nuestro bello quetzal.
Lo que he puntualizado con anterioridad, refleja mi plena convicción que si el docente de cualquier nivel posee los más altos conocimientos, pero carece de simpatía para con sus alumnos, la acción docente carece de sentido.
Pienso que como docente universitario no debo perder de vista que el grado afectivo entre alumno-maestro es de gran importancia, no solo a nivel primario o secundario sino que también a nivel superior, ya que esto crea un ambiente de certeza, calor humano y hermandad para hacer una realidad la porción del himno al maestro que dice: “ser maestro es llevar en las manos una antorcha de luz encendida y llamar a los hombres hermanos…” si bien es cierto que la deserción universitaria tiene muchas causales, es increíble pensar que la poca comprensión, la falta de respeto al discente, la poca tolerancia y la aniquilada solidaridad con los sueños de este, también son un factor que incide en muchas ocasiones a la misma, ya que el estudiante al no encontrar a un docente justo, amable, tolerante y comprensivo, entre otras cualidades de un buen educador, ve opacada su ilusión de continuar sus estudios y poco a poco ve como su ilusión de ser un profesional universitario se va consumiendo lentamente como una vela se derrite con el paso de las horas de la noche.
Por lo anteriormente planteado, como un educador andragógico, invito a mis colegas docentes, principalmente de nuestra prestigiosa universidad salesiana Mesoamericana, a reconsiderar nuestra forma de actuar frente a nuestros estudiantes, y no ser una piedra de tropiezo para los mismos sino por el contrario una causa eficiente y ejemplar digna de imitar, para que algún día ellos puedan recordarnos tan bien como lo hiciera Ernersto Galarza, un escritor norteamericano de raíces mexicanas, que en su obra “barrio Boy” (muchacho de barrio) describe que el hecho que lograra graduarse con honores de primer grado y aprender perfectamente el idioma inglés, fuera el hecho de haberse enamorado perdidamente de su maestra Miss Ryan, quien con su dulzura y sonrisa sincera y radiante personalidad lograra, entre otras cosas, que él pudiera vencer sus temores en lo absoluto y pronunciar perfectamente la palabra butterfly, palabra que él había estado persistentemente pronunciando en español estándar como boo-ter-flee (buterfli) y que luego ya no solo pudo leer perfectamente en ingles la palabra butterfly, sino que una frase completa “ come , butterfly, come fly with me” (“ven, mariposa, ven vuela conmigo”) o como Nicholas Gage, un gran escritor norteamericano, de origen griego, que en su ensayo The teacher who Changed my life (la maestra que cambió mi vida) le rinde un homenaje especial a su maestra Marjorie Hurd, su mentora y su musa, a quien según el autor en 1953 fue la persona que le fijo el curso de su vida y lo introdujo al sendero que le traería todas las bendiciones que él ha recibido en Estados Unidos de Norte América. El escritor describe que por la sinceridad, franqueza y honestidad de su maestra, pronto el estuvo bajo su hechizo. Como uno puede darse cuenta, tanto Miss Ryan como la señora Marjorie hurd, sin ser famosas escritoras, lograron que sus pupilos fueran reconocidos a nivel mundial como escritores de habla inglesa de primera línea a pesar que su idioma materno era otro, el español y el griego, con lo cual queda demostrado que actualmente los docentes universitarios más que transmisores de conocimientos son facilitadores, para que
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