La Introducción De Un Cambio De Modelo Argentina
javier_galeote5 de Mayo de 2014
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Con el establecimiento de un nuevo régimen militar en 1966 el estado argentino adopto rasgos fuertemente autoritarios, era la primera vez en la historia de Argentina que las fuerzas armadas tomaban el poder político por un tiempo indeterminado. Los meses que continuaron a partir del golpe de estado que puso fin al gobierno de Arturo Illia se utilizaron para reprimir a las fuerzas políticas y asegurar la estabilidad necesaria para poder implementar el plan económico de la autodenominada “revolución Argentina”. En 1967 Adalbert Krieger Vasena es nombrado ministro de economía:
“… la propuesta de Krieger Vasena no era demasiado distinta de la que había lanzado Frondizi en 1958, ó, mutatis mutandis, de la difundida por la CEPAL. Fundamentalmente tratando de utilizar la autoridad del Estado para estimular a quienes podían inyectar dinamismo y eficiencia en la economía, y reducir la tradicional protección a quienes amparaban en él su ineficiencia. Se trataba, a la vez, de restablecer la autoridad patronal en las fábricas y controlar la presión de los sindicatos…” .
Vasena apuntaba a desarrollar la producción local de bienes intermedios y de capital y diversificar las exportaciones industriales para lograr un crecimiento sostenido, tenía el objetivo principal de redistribuir los ingresos entre las diferentes actividades económicas, para conseguir esto se tuvieron que tomar diferentes medidas entre las que destacan:
1) Devaluación de la moneda 40% para favorecer las industrias nacionales.
2) Disminución del déficit fiscal.
3) Control de la inflación a través de congelamientos de salarios.
4) Disminución pronunciada de aranceles para las manufacturas industriales.
5) Incentivos fiscales para promover la inversión en la industria y alentar las exportaciones no tradicionales.
6) El mercado se convierte en regulador y canalizador de las inversiones.
7) Aumento de la tasa de interés.
8) Aumento de las retenciones al sector agropecuario a fin de evitar la transferencia directa de ganancias al sector exportador.
9) Liberación del mercado de cambios.
Mantenía la orientación industrial, pretendía hacer la estructura productiva abierta e integrada arriesgando a la expansión de grandes empresas de capital nacional y extranjero. La política cambiaria fue una herramienta fundamental en la estrategia de desarrollo industrial.
La devaluación en conjunto con la apertura arancelaria favoreció al Estado y a los capitales extranjeros porque aumentaron su poder de compra en divisa extranjera, y dificultaban la financiación local de las empresas, además el plan económico de Ongania, al igual que todos los anteriores intentos de programas liberalizadores necesitaba de un ingreso constante de inversiones externas que mantuviera equilibrada la balanza de pagos, para ello mantuvo elevada la tasa de interés lo que canalizo la inversión hacia el sector financiero de corto plazo. El freno al salario era la condición necesaria para contener la inflación.
En los primeros años del régimen militar la represión de las demandas de los trabajadores logro mantener cierta estabilidad de precios y salarios nominales.
La situación socio político que pasaba argentina, las restricciones de los salarios, los problemas gremiales y la falta de comunicación con el gobierno de Ongania, ocasionaron una situación violenta en todo el país. Esta situación altero la estabilidad económica, especialmente en la ciudad de Córdoba donde se concentraba la actividad industrial, los grupos de trabajadores y estudiantes se manifestaron y chocaron en violentos enfrentamientos con las fuerzas policiales que se vieron desbordadas y ampliamente superadas por la creciente irritación popular contra el gobierno de Ongania.
A principios de 1970 la situación de presión por parte de otras facciones del ejército, obligaron a Ongania a dejar la presidencia, comenzó a darse a conocer el “Plan Nacional de Desarrollo 1970-1974.
La política económica implementada durante el gobierno de Levingston intentó levantar las severas restricciones y lograr una expansión económica acelerando el crecimiento mejorando la situación de los trabajadores, a fin de aplacar, al mismo tiempo, el descontento social. Además, se intentó contrarrestar la creciente presencia del capital extranjero a través del estímulo a la industria y las exportaciones nacionales. Los magros resultados obtenidos especialmente en lo referente a la tasa de inflación y las discrepancias entre partes militares llevaron al reemplazo de Levingston por Alejandro Lanusse en marzo de 1971. Este continuó con la orientación económica expansionista y nacionalista. Se inició entonces un período de creciente deterioro de las variables económicas, caracterizado por el alza continua de los salarios, precios y el aumento del déficit fiscal que trataba de ser contrarrestado con un uso muy liberal de los créditos del Banco Central. Mientras tanto, el gobierno intentaba poner en marcha una ordenada transición política hacia un nuevo período constitucional, un proceso sin duda plagado de obstáculos y conflictos.
Cambio del modelo económico
El economista argentino Aldo Ferrer, llega a la cartera de economía durante el gobierno de Marcelo Levingston en 1970 y se retira en marzo de 1971 durante el gobierno durante la presidencia de Alejandro Lanusse, pero sus planes y programas tuvieron mucha influencia en el desarrollo de la política económica hasta 1975 inclusive.
“El “Plan Ferrer” estaba sin duda vinculado a cambios en las teorías desarrollistas para la reducción de la pobreza, y a las mejoras en las condiciones de vida de los trabajadores. Uno de sus objetivos centrales era reducir el desempleo, generando oportunidades para el empleo productivo con el fin de disminuir la incidencia de la pobreza y alentar la modernización económica. Otro, fue la promoción de un mayor equilibrio entre las economías regionales que disminuyeran las desigualdades que históricamente se habían producido en el territorio argentino. Un aspecto más, en el que podría relacionarse su pensamiento con estos cambios, es su preocupación por las exportaciones industriales, mientras que los primeros desarrollistas apostaban todas sus cartas a la sustitución de importaciones” .
Según Ferrer, para alcanzar los objetivos mencionados previamente se debía:
1. Restablecer crecimiento económico aunque ello implique un aumento de la
Inflación.
2. Mejorar el ingreso de los asalariados.
3. Fortalecer la industria de capitales nacionales.
4. Elevar los aranceles
5. Establecer una política crediticia favorable a las PYMES
6. Favoreció la producción de insumos industriales.
A pesar de ser una política interesante el desarrollismo que intenta desplegar Ferrer ya no es el que predominaba en tiempos de Frondizi. Desde la primera mitad de la década de 1960 el énfasis de los teóricos del desarrollo pasa del crecimiento de la renta per cápita a la mejorar en la calidad de vida de la población.
A finales de 1971 el gobierno con el único objetivo de desarrollo determina un programa económico de corto plazo con cuatro objetivos definidos:
1) Evitar la recesión
2) Contener el desempleo
3) Detener el ritmo inflacionario
4) Estimular a los agentes económicos.
Este programa operaria sobre cuatro áreas de la política: política monetaria, política fiscal, política comercial, política salarial.
El hecho más destacable de la evolución económica de los últimos años estaba dado por el avance de la inversión pública. De hecho, en el periodo militar crecieron exponencialmente las obras en infraestructura, equipamientos y transporte. Pero este aspecto quedaba relativizado por la caída de la inversión privada, reflejando el fracaso en el objetivo original de modificar la conducta de los agentes económicos.
Luego de una fase formativa del proyecto industrialista que concluyó a mediados de 1971, el peronismo volvió en 1973 a la protección del mercado interno, la redistribución del ingreso y el desequilibrio fiscal pero básicamente hasta el “Rodrigazo” en 1975, este fue el modelo económico impulsado desde el gobierno y aceptado socialmente.
La política económica del peronismo 1973-1975
En 1973 fue elegido presidente Héctor Campora, Jose B. Gelbard tuvo el rango de ministro de economía.
“A finales de 1973 se presenta el “Plan Trienal para la Reconstrucción y la Liberación Nacional” en este plan se enfatizaban algunos objetivos prioritarios: la puesta en marcha de un proceso gradual y acelerado de distribución del ingreso nacional que restituyera a los asalariados una participación justa en el ingreso nacional; una modificación de las estructuras productivas y distributivas, a fin de conformar un nuevo modelo de producción, consumo, organización y desarrollo tecnológico, además de la recuperación de la independencia económica a través del impulso de la empresa de capital nacional y la reversión del proceso de desnacionalización” .
La política económica de Gelbard se apoyaba en la reactivación coyuntural y carecía de un proyecto de largo plazo definido que, anudara la política expansiva del corto plazo con una visión más extendida para generar las bases del modelo de crecimiento y desarrollo.
Finalmente, la subida del petróleo acelero el drenaje de capitales por la necesidad de importaciones de hidrocarburos. Las presiones inflacionarias llegaron al 182% en 1975; la presunta solución monetarista aplicada por el sucesor de Gelbard; Celestino Rodrigo;
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