La Religión Romana

Manuela Castaño Otálvaro

Historia Universal I: Greco-Romana

REFLEXIÓN SOBRE ROMA

Aunque no es correcto afirmar que los romanos crearon sus propios mitos fundacionales, imaginaron a sus dioses en forma humana o se preocuparon por escribir leyendas acerca de ellos. Los romanos estuvieron rodeados por las fuerzas de la naturaleza como el sol, la tierra, la luna, el mar, etc, muy diferentes a ellos que podían destruirlos o brindarles ayuda y bienestar. Entonces hablar de la religión romana, es hablar sin dudarlo de su naturaleza política.

El estado era el encargado dirigir el aspecto religioso, fuera de introducir nuevas divinidades o de la organización de las instituciones sacerdotales (quienes estaban llamados a mantener la armonía y protección de los dioses).

El carácter público de la religión romana, debía asegurar un exitoso destino ciudadano y su correcto desarrollo, lo que potenciaba el sentimiento de pertenencia a una misma comunidad, el componente religioso inherente al político, constituyó una de las características de la rés pública o cívitas.

¿Es posible hablar de una “verdadera religión” del pueblo romano?

Durante mucho tiempo se cuestionó la idea de que Roma pudiera tener una auténtica religión, más bien (desde el punto de vista de la tradición cristiana), se consideró que era Grecia quien había puesto las simientes filosóficas y religiosas y que Roma se había encargado de organizar todas estas costumbres que más adelante permitirían la difusión del mensaje cristiano. Si lo tomamos desde este punto de vista, la religión romana no sería entonces algo auténtico. Simplemente lo que habría sería un paso intermedio entre una ideología religiosa como la griega: que era considerada una verdadera religión, en el sentido de que existía un cierto sentimiento religioso en la comunicación con los dioses y la única y auténtica religión que era la religión cristiana.

La concepción de la religión romana está orientada a entender que la participación en ella y en sus rituales, no lleva a una concepción filosófica o moral, llamada a regir los preceptos fundamentales del pueblo, sin embargo se puede decir ahora que Roma aunque retomo algunas concepciones religiosas, tubo una religión auténtica. Pero su estudio es extenso, si tenemos en cuenta que esta se dividió en 3 etapas:

- La monarquía (753-509 a.c)

- República (509-31 a.c)

- Imperio (31-474 a.c)

Y cada una de ellas tiene unas características propias. Incluso las prácticas religiosas de los soldados, eran diferentes de las que practicaba un Pater familias en su casa o la que practicaban los grandes sacerdotes y magistrados del pueblo romano. Ahora bien, cuando me refiero a una religión en Roma, principalmente me refiero a una religión del estado, que afectaba a toda la población y que era dirigida y controlada por los colegios sacerdotales y por los magistrados más importantes, anteriormente mencionados.

Jonh Sheid uno de los historiadores contemporáneos de la religión romana, sostiene que se caracteriza fundamentalmente por ser una religión social practicada por el hombre, en cuanto miembro de una sociedad y no en cuanto individuo, ya que era una religión pensada por la sociedad y para ella, en la que no hay cabida para el individualismo.

Aunque la adoración principal en Roma era al emperador, los romanos rendían culto a sí mismos y a un gran número de dioses. En su honor levantaban templos y ofrecían sacrificios de animales. Pero sus conquistas iban creciendo cada vez más y Roma se apropió de las divinidades de otras ciudades vecinas, la Urbe estuvo abierta (salvo raras excepciones), a diversas formas religiosas venidas del exterior. También es una religión, propone Sheid de carácter politeísta, pero es importante tener en cuenta, que no era una religión desorganizada, porque Roma tenía un panteón perfectamente ordenado, que crecía de forma continua y sin embargo de una forma también estructurada. Ahora bien, el panteón romano sufrió ciertamente la identificación

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