La Segunda Gran Epidemia
paarritta29 de Octubre de 2013
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La segunda gran epidemia
Además de la guerra de conquista, la epidemia de viruela, la explotación y la pérdida de sus tierras, en 1545 los indígenas sufrieron otra gran epidemia, se cree que de sarampión, la cual causó la muerte de un gran número de indígenas, y el abandono de pueblos y de tierras de labranza. Una tercera epidemia azotó a la población indígena en 1576, esta vez de tifo, propagada entre la población por la bacteria que habita en los piojos del ganado introducido en América.
Esta enfermedad pudo haberse controlado con medidas higiénicas, pero la pobreza y las condiciones insalubres en las que vivían la población indígena ocasionó que en veinte años murieran más de dos millones de personas.
Los efectos de la conquista y de las grandes epidemias sobre la población indígena. La transformación del paisaje.
La empresa de conquista trajo como consecuencia la disminución acelerada de la población indígena debido a cuatro factores:
a) Las muertes durante la guerra de conquista.
b) Las enfermedades epidémicas desconocidas en este territorio, para las cuales los indígenas no estaban inmunizados.
c) La difícil condición en la que vivían los indígenas sometidos a abusos y explotación que, junto con el hambre endémica, provocaron el desgaste vital de este grupo.
d) La baja natalidad, consecuencia de los tres factores anteriores.
La gran baja en la densidad de la población ocasionada por el descenso de la población indígena, así como la introducción de la ganadería, provocaron un cambio definitivo del paisaje. El perfil de poblamiento cambió en forma radical. Las zonas costeras quedaron despobladas, mientras el desarrollo económico y político privilegiaba al Altiplano, donde se concentró la mayor parte de la población.
La agricultura y la ganadería. La introducción del ganado, el trigo y otras especies. La transformación del paisaje.
En el periodo de la Colonia, la agricultura era practicada por las comunidades indígenas que pagaban un tributo al encomendero. Se sembraba preferentemente maíz, frijol, chile y maguey.
Poco a poco los encomenderos se apoderaron de las mejores tierras de las comunidades indígenas, y la agricultura se convirtió en un importante medio de producción.
Se introdujeron nuevos cultivos como el trigo, la caña de azúcar, el arroz, el plátano y los cítricos, entre otras muchas especies.
La agricultura indígena subsistió produciendo para el autoconsumo y vendiendo sus escasos excedentes en el mercado local. Sin embargo, el acaparamiento de las mejores tierras y de las aguas de regadío por las encomiendas provocó hambrunas periódicas entre la población indígena, así como el abandono de las tierras, la destrucción de las comunidades y la incorporación de los indios como peones a las estancias.
La práctica de la ganadería se inició con la introducción de unos cuantos caballos, cerdos, ovejas y reses traídos por los primeros pobladores españoles a las praderas del centro del territorio. También se trajeron aves de granja. La reproducción del ganado en tierras donde nunca antes había habitado fue asombrosa. Hacia mediados del siglo XVI había rebaños muy numerosos de ovejas y vacas. La crianza de ganado se extendió a Michoacán Tlaxcala, la Mixteca y el valle de Oaxaca.
El espacio se modificó en forma radical con la siembra de extensos campos de trigo y de caña de azúcar. Los asentamientos poblacionales fueron determinados por estos cambios. Surgieron nuevas ciudades y se trazaron otros caminos.
La manufactura
Los colonos españoles se organizaron en gremios para producir los artículos que se consumían en la Nueva España. Estos gremios eran similares a los europeos. En ellos la producción estaba controlada por el maestro, se elaboraba a mano, pieza por pieza y por lo tanto era muy limitada.
A fines del siglo XVI se organizaron los obrajes, que operaban a mucha mayor escala y con una mejor productividad. Indígenas y presos trabajaban las mismas máquinas arcaicas de los talleres artesanales, sólo que bajo un régimen de explotación tan severo como el que prevalecía en las minas: se les obligaba a vivir dentro de un recinto cerrado, con pocas horas de descanso y alimentación insuficiente, además de que recibían castigos corporales cuando se consideraba conveniente.
Los primeros obrajes se dedicaron a reproducir para la industria textil y se instalaron en las regiones cercanas a las ciudades de México y Puebla.
La consolidación del poder virreinal, las tasaciones de tributos y la decadencia de los encomenderos.
Aunque la Corona había nombrado un gobierno central –el Virreinato-, la realidad era que este poder carecía de representación en las alejadas regiones, por lo que el control efectivo de la Nueva España continuaba en manos de los encomenderos.
Por tal motivo, la Corona decidió designar a sus propios jueces, que la representarían en cada señorío o pueblo de indios. A estos jueces se les llamaba corregidores y eran nombrados por el virrey. Su función era impartir justicia y ocuparse de los asuntos administrativos, esto es, de los tributos.
Para llevar a cabo el cobro de los tributos, la audiencia creó un mecanismo llamado tasación, por medio del cual la autoridad central calculaba el monto de los tributos y los corregidores se encargaban de cobrarlos. Este mecanismo limitó el poder de los encomenderos, que estaban acostumbrados a determinar, según su arbitrio, el monto de dichos tributos.
Desde entonces las tasaciones se calcularon según el número de habitantes, en forma equitativa y uniforme y de preferencia expresadas en dinero.
Mientras en el centro del territorio los encomenderos, descendientes de los conquistadores, veían cómo la encomienda desaparecía, los latifundistas del norte –que habían comprado sus tierras a la Corona- amasaban cuantiosas fortunas y adquirían una enorme influencia económica y política. Así, la encomienda cedió su lugar a las grandes haciendas.
El acomodo de los grupos sociales
Al consumarse la guerra de conquista se enfrentaron dos mundos totalmente diferentes: el indígena y el español.
El indígena era el mundo conquistado, el mundo que había perdido la guerra y tenía que someterse al dominio español.
Los españoles eran los conquistadores; a ellos tocaba organizar una nueva sociedad de acuerdo con sus ideas y costumbres.
La primera idea de los conquistadores fue la de tomar todas las riquezas que pudieran y regresar a la madre patria. Pero las riquezas no estaban a la mano, y los españoles tuvieron que permanecer en esta nueva tierra por más tiempo del que hubieran querido. Por ellos fue que trataron de crear un mundo idéntico al que habían dejado y que añoraban.
Un tercer grupo racial estaba constituido por los negros, traídos desde África para trabajar como esclavos en las plantaciones de caña de azúcar de las Antillas, y cuya condición social era inferior a la de los indígenas. Se les transportaba en barcos llamados “negros”, acomodados uno tras otro como si fueran animales, sin ventilación, en terribles condiciones, de manera tal que se consideraba “normal2 la pérdida del 15% del “cargamento”.
El cuarto grupo racial, aunque muy reducido, estaba formado por los esclavos asiáticos provenientes de Filipinas, única colonia española en Asia. A partir de la conquista de estas islas en 1565, se estableció una constante relación con la Nueva España. Junto con las mercancías traídas de Oriente llegaron esclavos provenientes de todos los países de Asia e Indonesia.
El mestizaje y las castas
A lo largo de tres siglos de dominación colonial los españoles, los indios y los negros se relacionaron, aun en contra de las leyes, dando como resultado el mestizaje racial. A partir del contacto entre estos grupos se produjeron diversas mezclas raciales a las que se llamó castas. Las castas se mezclaron entre sí, dando como resultado una multitud de combinaciones.
Relaciones entre los diversos grupos sociales
Los españoles nacidos en España se jactaban de su origen y se consideraban una raza superior, no sólo en comparación con los indios y negros sino también con respecto a sus propios descendientes nacidos en la Nueva España, a los que llamaban “criollos”.
Así, los criollos eran discriminados por los españoles, y ellos a su vez, trataban con desprecio a los indios, a los negros y a las castas.
Esta discriminación racial estaba directamente relacionada con las actividades y oportunidades que tenían los diversos grupos para ingresar en la vida social y económica de la Colonia.
Los altos puestos políticos, religiosos y militares se reservaban para los españoles peninsulares.
Por esta razón, ante la imposibilidad de aspirar a ocupar altos puestos, los criollos se convirtieron en los propietarios de la mayoría de las minas y pequeñas empresas, también eran pequeños terratenientes e intelectuales; formaban parte del bajo clero y ocupaban puestos secundarios en el gobierno y en el ejército.
Los indios eran los trabajadores agrícolas y los obreros de las minas y los obrajes, pues como sabes, aunque la Corona había intentado proteger a los pueblos indios, poco a poco éstos fueron despojados de sus tierras y se convirtieron en peones y obreros.
Las castas inferiores compartían el destino de los negros y muchos de ellos se convertían en esclavos.
Estas mezclas raciales fueron también el origen de una nueva cultura en la Colonia, pues se mezclaron las ideas, las costumbres, la concepción del mundo, la comida y la educación lo cual
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