La historia de la puerta
leny24Ensayo21 de Noviembre de 2013
3.670 Palabras (15 Páginas)778 Visitas
El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
Robert Louis Stevenson.
Resumen.
Editorial: Cantaro Editores. 1999.
← La historia de la puerta.
Mr. Utterson, el abogado, jamás mostraba una sonrisa, era una persona fría, vergonzosa, melancólica y amable. No era para nada demostrativo. Éste realizaba, todos los domingos, una caminata por las calles de Londres con su primo Mr. Enfield, un hombre muy conocido en la ciudad.
Un día al pasar por un callejón, donde había una casa con puertas blancas, Enfield recuerda un hecho que le había ocurrido tiempo atrás. Una noche, cuando regresaba a su casa, vio a un hombre pequeño que caminaba rengueando hacia la bocacalle, cuando al aparecer una niña, se la lleva por delante. El pequeño hombre saltó por encima del cuerpo de ésta como si nada, y la dejó gritando en el piso. Los familiares salieron para ver que pasaba, también acudió el “matasanos” para revisar a la niña. Enfield persiguió al extraño hombre hasta que lo agarró por el cuello. Al atraparlo le pidieron 100 libras para reparar el daño ocasionado a la niña.
El hombre se dirigió a la casa de la puerta blanca, sacó una llave y entró. Al salir traía consigo un cheque y 10 libras en oro. Enfield se sorprendió, y al mismo tiempo desconfió al ver la firma del cheque, era del Dr. Jekill. Todos dudaron de la veracidad de dicho cheque, por tal motivo decidieron esperar en casa de Enfield, a que abriera el banco para corroborar la falsedad o no de éste. Pero el cheque era auténtico.
Mr. Utterson intrigado, comenzó a preguntarle a su primo respecto a este extraño hombre. Éste le dio su nombre, Hyde; y lo describió como un ser desagradable, detestable, repugnante, deforme; le resultaba imposible encontrar las palabras para describirlo.
← En busca de Mr. Hyde.
Aquella noche, Mr. Utterson, al llegar a su casa, fue al escritorio, y sacó de su caja fuerte el testamento del Dr. Jekyll; éste decía lo siguiente: “en caso de muerte o desaparición durante tres meses todos mis bienes pasaran a Mr. Hyde. Al día siguiente, el abogado se dirigió a la casa de su amigo, el Dr. Lanyon. Éste era un hombre cordial, sano, enérgico, y de abundante cabello canoso. Ambos eran viejos amigos del colegio y de la universidad, como era la costumbre, respetuosos de sí mismo.
Utterson visitó a Lanyon para averiguar acerca de Mr. Hyde, pero éste no lo conocía. El abogado al ver que seguía sin información decidió esperar en un callejón (frente a la casa de Hyde) a que éste apareciera. Cuando vio que se acercaba a la puerta, Mr. Utterson se acercó al hombrezuelo, lo miró a la cara, y lo interrogó respecto a la relación que tenía con Jekyll, a lo cual Hyde se puso muy molesto. Éste era un hombre pálido y pequeño, daba un sensación de deformidad; hablaba con voz ronca, susurrante y quebradiza.
Mr. Utterson decidió ir a la casa de Jekyll, pero éste no se encontraba allí, sólo estaba Poole, el mayordomo. El abogado le comenta que vio entrar a Hyde por la puerta trasera de la casa, la que da al laboratorio. Poole le comenta que siempre entra por allí, que él casi no lo ve, y además nunca cena en la casa. Sin embrago, debía obedecerle en lo que solicitara.
← Dr. Jekyll estaba en perfecta calma.
Dos semanas después, el doctor ofreció una de sus agradables cenas a cinco o seis de sus mejores amigos. Utterson se las ingenió para quedarse después que todos se habían marchado con la intención de hablar a solas con Jekyll respecto al testamento que tanto le preocupaba.
Jekyll le dijo que no se preocupara por Hyde, que realmente él sentía estima por éste; y le hizo prometer que si algo le pasaba cumpliera con lo que decía el testamento, y Utterson dio su promesa.
← El caso del asesinato de Carew.
Un año más tarde, Londres fue conmovido por un crimen de singular ferocidad, y que tuvo mayor repercusión dada la alta posición social de la victima.
Una noche, una sirvienta se hallaba sentada mirando por la ventana de su cuarto. De pronto, observa a dos hombres que se encuentran y comienzan a conversar. Uno era apuesto, maduro, de cabello blanco; el otro era pequeño, y de aspecto algo desagradable. La muchacha lo reconoció, era Mr. Hyde, lo había visto una vez, cuando éste visitó a su amo.
En un instante, la sirvienta observa que Hyde comienza a golpear al otro hombre con un bastón, y a pisotearlo, hasta el punto tal de dejarlo inconsciente tirado en la calle, probablemente muerto.
La muchacha decidió llamar a la policía, pero Hyde había huido. En la escena del crimen, la policía encontró un pedazo del bastón que el hombrezuelo había utilizado para asesinar al Sr. Carew, y un sobre para Utterson. Al ver esto decidieron ir a la casa del abogado. Éste al ver el pedazo del bastón se dirigió a la casa de Jekyll, pues era el mismo bastón que él le había regalado al doctor.
Al entrar en la casa de Jekyll, encuentran detrás de la puerta de una de las habitaciones, la otra parte del bastón; mientras en la chimenea ardía una chequera del doctor. Éstos deciden ir al banco donde encontraron varios miles de libras depositadas en la cuenta del asesino. Con estas pruebas emitirían una orden de arresto.
← El incidente de la carta.
Mr. Utterson se dirigió a la casa de Jekyll; allí fue atendido por Poole y llevado al laboratorio o sala de disección. El abogado nunca había sido recibido en esa parte de la casa. Al entrar vio una escalera que lo condujo al gabinete del doctor. Había sólo tres ventanas que daban al jardín. El laboratorio era una amplia habitación, con armarios, con puertas de cristal, y con un ESPEJO de cuerpo entero.
Al ver a Utterson, Jekyll le mostró una carta de Hyde, que había sido entregada en mano. La carta decía: “el Dr. Jekyll no tenía que inquietarse por su seguridad, pues disponía de medios para escapar”.
Utterson se sintió aliviado al saber esto, y le prometió no decir nada a nadie de la carta. Al llegar a su casa se sentó al lado del fuego junto con Guest, su asistente. El abogado le pidió ayuda para interpretar la letra, puesto que Guest estudiaba grafología. En ese instante, el sirviente le entrega una carta de Jekyll, Guest le pide verla. Para sorpresa de ambos, las letras coincidían. Lo que no podía explicarse Utterson era por qué Jekyll falsificaría una carta del asesino.
← El notable incidente del Dr. Lanyon.
La muerte de Sir Danvers fue sentida como un hecho público. Mr Hyde había desaparecido.
Dr. Jekyll comenzó una nueva vida, salió de su encierro, continuó las relaciones con sus amigos y volvió a ser el huésped habitual. Por más de dos meses, el doctor vivió en paz.
El 8 de enero, Utterson tuvo una cena con algunos amigos, entre ellos Lanyon. El día 12 y el 14, Utterson fue a visitar a Jekyll, pero él se encontraba recluido en su casa y no veía a nadie. El día 15, Jekyll se le negó nuevamente.
A la sexta noche, fue a visitar a Lanyon. Al entrar se impresionó ante el aspecto del Dr. Se hallaba mas calvo, viejo, pálido, se comportaba de una forma extraña, Utterson pensó que él tenía miedo a morir.
Lanyon le dijo que había sufrido un golpe y que iba a morir. Utterson le comentó que Jekyll también estaba enfermo, y él le dijo que no quería saber nada más acerca de éste. El abogado le preguntó si podía hacer algo al respecto ya que ellos eran viejos amigos. Lanyon le respondió que no, y que algún día, después de su muerte, iba a saber las razones de la pelea.
Cuando llegó a su casa, Utterson le escribió una carta a Jekyll pidiendo explicaciones de su exclusión y la causa de su ruptura con Lanyon. Al día siguiente le llegó una respuesta donde le pedía a Utterson que respetara su silencio.
Unos quince días después el Dr. Lanyon murió. La noche después del funeral, Utterson se encerró en su escritorio y sacó un sobre escrito y sellado por su difunto amigo.
Adentro había otro sobre donde decía que se debía abrir luego de la muerte o desaparición de Dr. Jekyll. Utterson se sorprendió, el sobre decía “desaparición” como en el testamento que había devuelto. El abogado tenía una gran curiosidad por abrirlo, pero decidió guardarlo hasta llegar el momento.
El abogado fue a visitar a Jekyll, pero le negaron la entrada y se sintió aliviado porque no había desaparecido. Se quedó hablando con Poole, quien no tenía muy buenas noticias para comunicarle, el Dr. estaba ahora más que nunca encerrado en su gabinete del laboratorio, se había vuelto muy silencioso, parecía estar obsesionado con algo. Utterson disminuyó poco a poco la frecuencia de sus visitas.
← El incidente de la ventana.
Sucedió que un domingo en que Mr. Utterson daba su paseo habitual con Mr. Enfield, el recorrido los condujo una vez más hacia la callejuela donde vivía Hyde. Éstos se pusieron a conversar respecto a lo ocurrido, y se sintieron aliviados al pensar que ya no lo volverían a ver.
Preocupados por Jekyll se dirigieron hacia su casa; al llegar entraron por la puerta de atrás, y desde el jardín lo vieron en una ventana. Desde allí lo invitaron a caminar con ellos, pero él se negó. Se quedaron hablando desde abajo, pero en un instante la sonrisa del doctor se convirtió en una mueca, a la que les siguió tal expresión de terror y desesperación, que les heló la sangre a los dos hombres de abajo. Jekyll cerró la ventana rápidamente. Utterson y Enfield quedaron aterrados, y en silencio
...