Leguía y la Patria Nueva (1919-1930)

LEGUÍA Y LA PATRIA NUEVA (1919-1930)

El presente ensayo examina El Oncenio de Augusto Leguía (1919-1930), tratando de responder la pregunta ¿Cómo Emerge y se consolida un régimen político autoritario?

En el cuerpo del texto analizaremos la coyuntura en la que emerge el régimen, qué factores lo posibilitan. Una vez asumido el poder, describiremos qué movimientos y prácticas e instrumentos utiliza para consolidarse como tal.

Introducción

Las elecciones convocadas por Pardo (1919), nos enfrentan con una situación difícil expresada en la debilidad de los partidos antiguos y la ausencia de nuevos. El desprestigio del partido Civil en la detentación del poder, crearon una coyuntura especial que permitió que Leguía un hombre con mentalidad empresarial manejada políticamente, y amante del autoritarismo, ganase en las urnas, pero se asegurase por la fuerza su ascenso al poder ante la posibilidad de que el gobierno de turno no reconociera su victoria e impidiera tomar posesión del cargo.

Leguía se erige como un caudillo civil con respaldo militar, que se levanta cuando ya ha ganado la elección. Una vez tomado el poder, su primer movimiento será la realización de un plebiscito para enmendar la Carta Política vigente desde 1860, con el objeto de llegar al mando total y el ejercicio irrestricto del poder pues las reformas constitucionales que proponga atenderán a ese aspecto.

Leguía no fue un intelectual, pero a su lado sí estuvo al ideólogo fundamental de la “Patria Nueva”, Mariano H. Cornejo, positivista declarado y quien aporta o refuerza en Leguía la idea del gobierno eficiente, práctico. Manejó una concepción del estado eficiente, del progreso social y del orden en que deben darse las relaciones dentro de los estados, justificaba el autoritarismo en el gobierno. Este término se traduciría lo que sería una modernización conjugada con autoritarismo..  

La "Patria Nueva" y Leguía necesitaban un partido que sirviera de respaldo para la perpetuación del presidente en el gobierno, de allí que se gestase la creación del partido Democrático Reformista. El partido fue elemento fundamental para exhibir un programa escrito en 1920, pero fue circunstancial y personalista y a la caída de Leguía desapareció.

El Ejército peruano no formaba una unidad compacta y la estrategia de Leguía de sacar provecho de estas rupturas le dio resultados. Una vez en el poder tuvo como objetivo principal debilitar y reducir al mínimo el rol del Ejército, para ello desplegó medidas de tipo institucionales e individuales.

A nivel individual, Leguía interfirió en la evolución de la carrera de los oficiales más importantes del Ejército, premiando o castigando el comportamiento en función de su lealtad. (nombramientos, ascensos, castigos, descensos etc.)  Mantuvo un sistema de vigilancia y denuncia de oficiales.  Aplicó medidas punitivas/ preventivas:  la prisión, fusilamiento y el destierro contra civiles y militares. Su objetivo fue amedrantar y disuadir de toda acción en su contra.  Estas Medidas contribuyeron a que Leguía se afianzara en el poder.

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