Los Caminos De Clío

Los caminos de Clío perspectivas y debates de la historiografía contemporánea

1.- Los paradigmas fundadores: positivismo, historicismo y marxismo

La historiografía nace y se desarrolla a mediados del siglo pasado, al lado de los grandes cambios que la revolución industrial y la expansión del capitalismo madura en el nivel mundial trajeron consigo.

Partimos de 3 corrientes que, como paradigmas fundadores, abandonarían los recintos académicos y saldrían a la calle impactando con sus poderosas utopías la vida misma al construir, al lado de visiones respecto de la realidad, los hombres y su tiempo, convocatorias políticas organizadas en función del futuro como proyecto.

a) Positivismo

Los hombres del siglo XlX atestiguaron la transformación acelerada del mundo. La secularización de la política se impuso lo mismo que el derrumbe de los ídolos hasta antes intocados. El dogma y la metafioica perdieron peso frente a los argumentos de la ciencia y la razón.

La posibilidad de controlar el futuro se encuentra en el fondo del optimismo de los hombres y sus triunfos sobre la naturaleza.

La búsqueda de la verdad y de la objetividad absoluta son consideradas condiciones reciprocas que imponen un cierto tratamiento a los problemas que se plantean, las herramientas que utilizan y/o descartan.

Los positivistas decimonónicos, influidos por el pensamiento predominante de su tiempo, ven con optimismo el futuro que ofrece la posibilidad de ascenso de la humanidad a estadios cualitativamente superiores de vida.

La ciencia y sus instrumentos fueron la base de la argumentación de esa nueva mirada y la historia se constituyó en un quehacer que se supuso riguroso, sistemático, objetivo.

Clío entra al palacio por la puerta consagrada de la memoria y se encarga de describir para la posteridad a los grandes hombres, los reinos y sus majestades.

Ligados pronto a la clase gobernante, algunos representantes o del positivismo trabajaron abiertamente a favor del orden establecido.

b) Materialismo histórico

Marx se encuentra con la miseria y la explotación, pero también con el socialismo como imaginario de la sociedad futura en la que los obreros serán la vanguardia orgánica responsable de reconstruir el mundo.

La apuesta teórica de Marx se asienta en la contradicción, la dialéctica y la lucha de clases. Se trata de transformar por la vía de la praxis y de resolver a favor de los desposeídos el nudo contradictorio del capitalismo.

El enfoque materialista de Marx intenta rebasar tanto el empirismo descriptivo como el idealismo interpretativo que dota al historiador del poder suficiente como para superponerse a su objeto de estudio.

Este paradigma nace excluido de la historia oficial igual que el positivismo, las tesis de Marx apuntaran al descubrimiento de las leyes generales que rigen la vida social. La revolución entendida como conflagración violenta mediante el cual los sujetos históricos construyen la nueva realidad es, pues la alternativa para la marcha ascendente de la historia.

El materialismo histórico es una propuesta central que se constituye en formas de entender al mundo, articular explicativamente sus comportamientos estructurales y propositivamente sus planteamientos políticos.

Sus hipótesis tienden también a predecir y/o hace a partir del análisis del capitalismo como modo de producción y de las sociedades de su tiempo como formaciones sociales determinadas históricamente.

Sus propuestas metodológicas para aprender los procesos sociales en su historicidad plena se encuentran desarrolladas a lo largo de su obra, pero los textos clave

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