Para Qué Estudiar Historia

¿Para qué estudiar la historia?, ¿Cuál es la importancia de la historia?, ¿Qué podemos aprender de la historia?, ¿Es necesario estudiar historia?

Es increíble como algunos podemos pasar catorce años de nuestras vidas educándonos en diversas instituciones, y sin embargo no poder responder a las interrogantes anteriores, por ende no ser capaz de comprender la importancia y funcionalidad de la historia en nuestras vidas.

Siempre me pregunté cuál era la importancia de la historia, porque a pesar de que me cautivaba el ramo, no le veía el sentido práctico a estar memorizando fechas de batallas y aprenderme las épocas de memoria.

Sin embargo gracias a la asignatura de Historia y su enseñanza I, con el pasar de los meses me he dado cuenta que la historia tiene una importancia vital.

Por tal motivo, el presente trabajo tiene como objetivo comprender la importancia del estudio de la Historia en nuestras vidas, deseo a través de estas líneas que he preparado para ti lector, transmitir el bagaje al que he podido acceder, gracias al estudio que he realizado.

Para lo cual es necesario realizar un recorrido por distintas nociones de esta disciplina, con el fin de acercarnos un poco a su naturaleza. Posteriormente, analizaremos que es lo que cuenta la historia; fechas, hechos, o procesos, dado que este debate se ha sostenido durante siglos en la humanidad, sobre todo en el ámbito educativo, en el que como futuros docentes nos desenvolveremos.

Con este texto no se pretende llegar a una respuesta absoluta, lo que se busca es otorgar algunos elementos que permitan al lector profundizar en el tema y obtener sus propias conclusiones.

“La historia no es la recopilación de hechos ni la acumulación de datos,

es un proceso vivo, que se escribe día con día”

Antes de entrar en materia, voy a hacer algunas consideraciones generales sobre la historia, con el fin de acercarnos un poco a su naturaleza y realizar un estudio metodológico.

La historia es la ciencia social que se encarga del estudio del pasado de la humanidad. Por otra parte, la palabra se utiliza para definir un periodo histórico que comienza con la aparición de la escritura e ncluso para referirse al mismo pasado.

La historia es la disciplina del autoconocimiento humano[1] A partir de lo planteado puedo deducir que la especie humana es inseparable de su propio movimiento, puesto que es ella la que lo origina. De ahí, entonces fluye la necesidad de la historia y su valor como ciencia.

Muchas personas, incluidos aquí la mayoría de nuestros alumnos de educación básica piensan que la historia sólo se limita a narrar fechas, batallas, acontecimientos específicos y anécdotas. Este pensamiento surge porque la educación maneja una historia sobre pedido, por la estrecha relación que existe entre poder y saber, en donde solo se cuenta parte de la historia, lo que conviene ser transmitido a las generaciones venideras para enaltecer el orgullo por sus antepasados.

La historia política privilegia el trabajo con documentos escritos y hasta comienzos del siglo XX se entendió a la historia como historia política, por lo que había una total supremacía de los documentos escritos.

Por lo descrito anteriormente, la historia muestra un desorden, en donde se maneja como verdad absoluta lo que narran los libros. Gran parte de la población solo tiene acceso a los libros de texto, por eso la imagen que tienen sobre la historia es la que asocian con las que les contaron cuando eran niños. En ésta se privilegian los personajes maravillosos, para que el pueblo se identifique con ellos.

Pero en realidad, comprende un proceso más dinámico. No es un hecho aislado de la humanidad, sino que comprende a toda la humanidad, y por ende, puede ser considerada como un desarrollo en el transcurso del tiempo. En la historia honesta se rescata la voz de los olvidados, no se benefician personajes, ni se maquillan acontecimientos y, aunque no hay verdad definitiva, la historia que es honesta rescatará las luces y las sombras del pasado.

Una historia concreta de la humanidad, si la hubiera, tendría que ser historia de todos los hombres. Tendría que ser la historia de todas las esperanzas, luchas y padecimientos humanos.

Ya he expuesto a la historia como ciencia social, como relato del pasado, como periodo; sabemos que esta ahí a nuestra disposición, esperando ser analizada, sin embargo la “Historia no nos enseña nada” (Florescano 1997) ya que somos nosotros los que aprendemos de ella, por medio del análisis y por ende nos enseñamos a nosotros mismos. Es verdad, la historia esta ahí, pero de nada sirve que existan infinidad de libros para transmitirla, si a nosotros no nos interesa estudiarla.

Pero, ¿Qué podemos aprender de la historia? ¿Para que estudiarla? Las siguientes líneas tienen como función establecer la importancia del estudio de la historia, y los formidables beneficios que su análisis nos proporciona.

La historia es la maestra de la vida[2] La única vía para descifrar lo que puede hacer el hombre es escrutar lo que ha hecho, por lo tanto lo nuevo no surge jamás de la nada, surge a partir de elementos preexistentes.

Sin duda alguna, es evidente que quien conoce su pasado comprende el presente, ya que la historia marca el origen de la sociedad actual, nos explica las causas de la realidad, nos ayuda a comprender acontecimientos, situaciones que ha vivido el hombre y que definen las características por las que se ha de distinguir cada civilización, cada lenguaje, cultura, política o religión.

El acontecer histórico tiene la peculiaridad de poseer una doble representación en el tiempo, por un lado, está ligado al pasado y, por otro, es parte del presente. La importancia del estudio de la historia se debe a esta relación con el presente. Se ha dicho que el conocimiento de la historia ilumina el presente. La forma más sencilla que adopta este vínculo con lo actual se da en cada cosa que experimenta una transformación a lo largo del tiempo. Así, cada una de estas cosas tiene su historia, cuyo estudio permite conocer mejor ese objeto

Para comprender el presente y proyectarnos hacia el futuro, es necesario comprender el pasado ya que el pasado no muere, permanece entre nosotros. De esta manera, la historia es pacto entre los

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