Piratería somalí
Mario YañezDocumentos de Investigación5 de Junio de 2018
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Índice
Introducción 2
El Estado fallido y la piratería 3
El pirata somalí y su organización 5
Modus Operandi 8
Estrategias para el combate: Operación Atalanta 11
Consideraciones finales 13
Fuentes consultadas 14
Introducción
Desde finales del siglo XIX el territorio que conforma la actual Somalia ha sido una región plagada de conflictos. Empezando como colonia, hasta su formación como república independiente este país ha pasado por una serie de transformaciones políticas las cuales han generado una infinidad de problemas para esta nación entre los cuales destacan la piratería a lo largo de sus costas.
La piratería en las costas de Somalia y en torno al Golfo de Adén se ha convertido en los últimos años en la principal amenaza para el tráfico marítimo internacional en una zona clave geográfica, económica y estratégicamente y, a la vez, en el negocio más lucrativo de este castigado y empobrecido país africano. Esta situación, que cabe destacar no es exclusiva de la zona de Somalia se vio agravada a partir de la década de los noventas debido a la situación de guerra civil por la que atraviesa este país.
El objetivo de esta investigación es dar a conocer el panorama actual de esta actividad, así como las formas y organizaciones encargadas de su combate y erradicación. Para esto se abordaran cuatro grandes temáticas las cuales ayudaran a identificar, donde radica el origen de este problema, como se ha desarrollado, las principales organizaciones que lo componen, y por último, la manera en la que se está combatiendo.
El Estado fallido y la piratería
Antes de hablar del problema de la piratería somalí, es importante destacar un poco el contexto histórico y político sobre el cual esta se ha desarrollado. A lo largo de los siglos XIX y XX, británicos, franceses e italianos establecieron sedes en el territorio que actualmente conforma Somalia. En 1884 los británicos establecieron un protectorado, la Somalilandia Británica, en la parte norte del Cuerno de África. Esta región del África oriental constituyó una importante zona de intercambio comercial entre África y Arabia con la apertura del Canal de Suez.[1] Esto explica el por qué el interés de estas naciones europeas de establecer colonias en esta zona.
En 1889, Italia creó un protectorado con Somalia central y territorios del sur, la Somalilandia Italiana, que existió como colonia hasta mediados del siglo XX. En el año de 1941, en plena Segunda Guerra Mundial, tropas británicas invadieron la Somalia italiana, la cual ocuparon hasta el año de 1947 cuando paso a ser un territorio del Consejo de Administración Fiduciaria de las Naciones Unidas bajo administración italiana.
En 1960 con la descolonización de varios países del continente africano, Somalia obtuvo su independencia. La Somaliland británica y la Somalia Italiana se unieron para formar un solo país reconocido por la ONU, la República de Somalia. Los diversos clanes que conforman la población somalí vivieron en relativa paz durante los primeros nueve años pero el asesinato en 1969 del presidente, Abdi Rashid Shermake produjo un caos de luchas de poder que terminaron luego del golpe de estado llevado a cabo por el Coronel Mohammed Siad Barre quien se instaló como gobernante y lo mantuvo hasta 1991.
Durante su mandato, Siad Barre expulsó a varios grupos de resistencia a su gobierno. Entre estos destaca el Movimiento Nacional Somalí con base en Londres. Esta organización a partir de 1988 lanzó una guerra en contra del gobierno. Un año después el SNM se unió a varios nuevos grupos rebeldes del Sur, intensificaron los enfrentamientos y provocaron que en 1991 Siad Barre tuviera que huir del país.[2]
Con la caída de Siad Barre el país entro en una situación de guerra civil. Varios clanes somalíes, entre ellos el de los Isaaq, conformaron un nuevo país al norte de Somalia al cual nombraron Somaliland. Esta nueva nación tomó como política recibir refugiados somalíes en su territorio. Sin embargo no lograron ser reconocidos ni dentro, ni fuera de Somalia
La situación de este conflicto llegó a tal grado que los Estados Unidos se vieron obligado a intervenir. En 1994 tropas norteamericanas invadieron el país para intentar poner fin a la guerra civil que continuaba desatada y sin control. Al poco tiempo, las tropas americanas fueron retiradas tras una desastrosa y fracasada misión.
El estado caótico de Somalia en la década de 2000, al no contar con un gobierno central, sumado a la ubicación del país en el denominado “Cuerno de África” fueron los factores que facilitaron el surgimiento de la piratería. Desde la caída del gobierno a principios de los años 90, flotas extranjeras comenzaron a practicar la pesca ilegal en aguas somalíes, así como vertidos tóxicos y nucleares. Debido a estas razones, surge un tipo de piratería que se desarrollará durante la década que se autodenomina “guardacostas”[3]. Los piratas decidieron proteger la costa antes de que las fuerzas militares se vieran envueltas. El objetivo principal de estos piratas eran los barcos que vertían sustancias tóxicas en las aguas costeras.
En cuanto a la pesca ilegal y como esta propició el desarrollo de la piratería en Somalia las administraciones locales de Somalia concedieron acuerdos de licencia a países, empresas o buques pesqueros extranjeros. Para poder tener cierto control sobre estas compañías, las autoridades locales recurrían a milicias armadas las cuales se lanzaban al mar en busca de barcos extranjeros para proteger lo que los pescadores somalíes entendían como su propiedad.
La piratería no es el único delito que se lleva cabo en las aguas próximas a Somalia ya que, como todo negocio ilegal, ha terminado por integrarse en una red de actividades ilícitas, que van desde tráfico de armas y el de drogas, a la inmigración ilegal. Todos estos factores fueron los que llevaron al crecimiento de la piratería somalí, que si bien ya existía anteriormente, fue durante las últimas décadas que se ha desarrollado con mayor fuerza.
El pirata somalí y su organización
La situación de guerra permanente que se vive en Somalia hace que para sobrevivir muchos somalíes vean a la piratería como un modo de vida. Los involucrados en estas actividades ilegales son jóvenes de zonas pobres que tienen en la piratería una aspiración[4]. Además de pescadores, las bandas las integran ex combatientes y técnicos expertos en aparatos de última tecnología. Entre los involucrados en las actividades hay quienes se especializan en las negociaciones y otros ejercen de contadores.
La forma de actuar de los piratas de Somalia es por motivos económicos y políticos, ya que secuestran al personal de barcos que transitan por estas zonas, y piden rescates millonarios.
Entre las principales razones por la cual la mayoría de la población se vuelca hacia la piratería está el acaparamiento de la pesca por parte de barcos extranjeros. Esta actividad por parte de compañías extranjeras, como se mencionó con anterioridad, deja sin sustento a la mayor parte de la población. Incluso esta fue una de las principales razones para la formación de uno de los grupos de piratas que operan en aguas somalíes.
Entre el armamento utilizado en los asaltos se encuentran fusiles AK-47, ametralladoras PKM y lanzacohetes RPG-7.44 En sus operativos se emplean teléfonos satelitales y GPS. Generalmente los ataques son realizados por un pequeño grupo en rápidos botes con motores fuera de borda, que usualmente parten desde una nave nodriza.
Estos piratas cuentan con varias bases de operación, una de las cuales se encuentra en la ciudad de Eyl. Este poblado se ha visto muy beneficiado gracias a la piratería. Esto debido a los rescates millonarios que se piden por los bracos y buques secuestrados. Los habitantes no son ajenos a las últimas innovaciones tecnológicas ya sea en celulares, laptops o automóviles. Incluso se han construido restaurante para uso exclusivo de los piratas.
El flujo de dinero a causa de los rescates ha resultado en una vida ostentosa para los piratas, pues les permite construir nuevas casas y tener dos y hasta tres esposas[5]. Los más favorecidos con esta actividad son los jefes de milicias, que dominan parte del país, y aquellos grupos que financian estos operativos, los cuales por lo general residen fuera de Somalia.
Los jefes de milicia se encuentran en las zonas montañosas de la ciudad de Eyl, los cuales se encargan de resolver las diferencias entre los distintos grupos de piratas. Son ellos también los que dictan y ponen en práctica una especie de normas que regulan la conducta y la forma de proceder de estos grupos en cuanto a los rehenes tomados de los barcos, la prohibición del hurto dentro de la nave, penas de ejecuciones sumarias a quien atente contra un compañero, etc.[6]
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