Politicas economicas durante los 10 primeros años de la independencia
Kathiusca CausillasEnsayo13 de Abril de 2016
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Tema : Políticas económicas adoptadas por el Estado peruano en los 10 primeros años luego de la Independencia del Perú
Integrantes: Causillas Carhuancho, Kathiusca
Profesor : Héctor Jesús Huerto Vizcarra
Sección : EF-21
Ciclo : 2015-1
Mayo 2015
Políticas económicas adoptadas por el Estado peruano en los 10 primeros años luego de la Independencia del Perú
El siglo XIX significo para el Perú un siglo de estancamiento económico; en otras palabras como un siglo perdido, y que ello tuvo como su factor decisivo la independencia del país (1808-1826), que corresponde a toda una época de levantamientos y conflictos bélicos, que propició la independencia política y el surgimiento de la República como un estado independiente de la monarquía española. En efecto, nos enfrentábamos a una economía dominante, colonial, monopólica comercial. Sin embargo debemos precisar que la proclamación de nuestra independencia fue el 28 de julio de 1821 ingresando nuestro país a la época republicana.
Todo el proceso de independencia se llevó a cabo a causa de los abusos, injusticias y mal gobierno de las autoridades españolas. Asimismo por la influencia de nuevas ideas y pensamientos libertarios.[1] De esta manera la independencia tuvo un severo costo económico para el país, puesto que las relaciones de producto, exportaciones y recaudación fiscal por habitante no volvieron alcanzarse hasta el apogeo del guano. Además porque las guerras del proceso de la independencia fueron financiadas con la elevación de los impuestos por tanto, disminuyo el consumo del mercado. De modo similar afecto a la inversión, ya que hubo préstamos que no fueron pagados. El único estímulo a la producción desplegado por la guerra fue la demanda de vestuario militar en el sur, que sirvió para activar la producción textil en la región.
Por consiguiente, el Estado tuvo que aplicar políticas económicas para revertir la situación económica en el que se encontraba el Perú. Entendiendo como políticas económicas al conjunto de instrumentos, procedimientos y medidas que adopta el Estado en busca del bien común.[2] En el presente ensayo desarrollaremos cuáles fueron las políticas económicas inmediatas dentro de los 10 años, que adopto el estado peruano tras este acontecimiento y la situación económica en el que se encontraba el Perú después de la Independencia.
Después del proceso de independencia el Perú quedo con una economía estatal desastrosa, se produjo un empobrecimiento, fuga de capitales[3] y el aumento desmesurado del contrabando que no aportaba impuestos al estado. Por otro lado, el auge comercial que se esperaba por la eliminación de las restricciones comerciales no se dio de una manera como soñaban los liberales tras la separación de España. Al contrario, la producción decreció; se perdieron antiguos mercados importantes como el Alto Perú, Chile y Quito. Esta pérdida de mercados afectó considerablemente a la agricultura, actividad a la que se dedicaba la mayor parte de la población en la sierra.
Otro problema era la escasez de crédito que tuvieron los hacendados, ya que tuvieron que depender, cuando podían, de los préstamos costosos (alrededor del 18%-24% anual comparado al 4%-6% anual durante el Virreinato)[4] de los comerciantes usureros o prestarse entre ellos mismos. Asimismo la minería sufrió un fuerte retroceso por la retirada del capital que conllevaba la marcha de los españoles.
La situación económica era difícil el crédito externo estaba suspendido, que imposibilito implementar un modelo económico claro y determinar un presupuesto. Los ingresos más importantes con los que podía contar eran las rentas de aduana, el tributo de los indios y los cupos de guerra que levantaban los caudillos. Siendo el principal gasto de los regímenes de entonces el control del orden interno para garantizar su permanencia en el poder.
El Estado peruano para recomponer su situación económica a partir de 1821 adopto diversas medidas fiscales, monetarias y comerciales para sobrevivir como nación libre y soberana. La política de ingresos fiscales, mantuvo cierta dualidad étnica o rural y urbana; es decir los indígenas, que vivían predominantemente en el campo, pagaban los tributos directos; mientras los criollos y blancos, que habitaban sobre todo en las ciudades, pagaban los indirectos, a través del mecanismo de los impuestos de aduana.
Dentro de la políticas económica adoptadas, como primera fuente encontramos a la constitución política de la republica peruana del 12 de noviembre de 1823 que fue de tendencia liberal [5], pero no llego a regir de forma inmediata, cabe rescatar que dicha Constitución instituyo la “Hacienda Pública” disponiendo que todas las rentas y productos que conforme a la Constitución y a las leyes deben corresponder al Estado; luego en 1826 se da la segunda constitución elaborada por Simón Bolívar de carácter político conservador[6] que tuvo una duración de 50 días, donde se suprimió la institución de la Hacienda Pública. En el año 1828 comienza a regir la tercera constitución con vigencia hasta 1834 fue una constitución de carácter liberal, en el Título Quinto, en “Ministros de Estado”, artículo 99º dispone que el Ministro de Hacienda presentará anualmente a la Cámara de Diputados un estado general de los ingresos y egresos del Tesoro Nacional, asimismo el Presupuesto General de todos los gastos públicos del año entrante con el monto de las contribuciones y rentas nacionales”, en su artículo 170° respecto a la deuda pública interna y externa garantiza su consolidación y amortización.[7]
Por otro lado, como primeras medidas económicas inmediatas tras la Independencia del Perú, mediantes decretos en agosto de 1821, José de San Martín abolió el tributo indígena, la alcabala para la venta de esclavos y la rebaja de la contribución predial. No obstante, dichas medidas no fueron favorables para la economía peruana. Por tal motivo, en 1826 se restituyó el tributo de indígenas así como el de las castas junto con otras medidas como la elevación de derechos de aduana, la eliminación de la contribución de la alcabala, la creación de Patentes para los establecimientos industriales, a su vez se elaboró el primer presupuesto de la república, se dispuso cumplir con el pago de la deuda interna y se buscó unificar la moneda depurando la falsificada como el feble o astillada que circulaba en el país.
En lo que respecta al tributo indígena y de castas en el Decreto del 27 de agosto de 1821 se elimina el tributo indígena. Sin embargo, en 1826 se restablece con la condición que no se cobrase ningún otro impuesto, del mismo modo se creó el tributo de castas para los demás peruanos, que consistía en el tributo personal de los trabajadores y de los que tenían una renta anual que duro hasta 1840. La contribución indígena era de 5 a 9 pesos a los que tenían tierras y los que no tenían aportaban desde 2.5 hasta 5.5 pesos. Los otros peruanos mediante el impuesto de castas aportaban 5 pesos anuales por individuo, 4% sobre el producto neto de la propiedad sea en capitales fijos, como predios rústicos y urbanos, y capitales circulantes en todo género de industria.[8]
Por otra parte, la contribución de patentes se aplicaba en las ciudades o grandes poblaciones de comercio. La nueva contribución venía a reemplazar a la abolida alcabala, y en un sentido más directo, ya que venía a gravar con un cuatro por ciento, las utilidades obtenidas por los establecimientos industriales y de comercio; es decir, se gravaba la ganancia derivada de la actividad, y no la transacción misma, como en el caso de la abolida alcabala. El impuesto gravaba el 3% sobre el producto de la industria o capitales que se obtuvieran por su ejercicio. Pero aquellos que pagaban el impuesto de castas estaban exentos de ella.[9]
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