Proceso De Descolonización

EL PROCESO DE DESCOLONIZACIÓN

Para José U. Martínez Carreras, Profesor de Historia de los países Afroasiáticos de la Universidad complutense de Madrid;

“El proceso de descolonización e independencia de las colonias europeas extendidas sobre los pueblos afroasiáticos constituye un fenómeno que singulariza, junto con otros caracteres básicos, la época actual de la Historia de las Relaciones Internacionales en el mundo contemporáneo. Es uno de los rasgos distintivos más fundamentales de la Historia del mundo actual […] al tratar sobre la reacción de Asia y África contra la hegemonía de Europa, dando lugar a que tales ex-colonias, constituidas en Estados independientes tras un diferenciado proceso revolucionario, lleguen a formar el Tercer Mundo. La descolonización constituye así el proceso histórico por el que las colonias de Asia y África, hasta entonces dependientes de Europa, alcanzan la independencia política tras la Segunda Guerra Mundial, durante los años centrales del siglo XX, y supone la desaparición de los imperios occidentales constituidos en la época de la expansión colonial europea”.

Vamos desarrollar estos factores que lleva al proceso de descolonización:

Las consecuencias de las dos Guerras Mundiales.

Los dos conflictos del siglo XX conllevan consecuencias en las relaciones entre la metrópoli y la colonia dando lugar a una nueva situación en sus vínculos de intercambio.

Tras la I Guerra Mundial se crea una nueva redistribución colonial a partir de del régimen de mandato, afectando en su mayoría a los perdedores de la contienda, alemanes y turcos. Para los alemanes les supone la pérdida de territorios africanos y oceánicos y a los turcos con sus posesiones en Oriente Próximo.

En la II Guerra Mundial, en el ámbito social, influye en la participación de un importante contingente humano de las colonias en los ejércitos europeos. Económicamente, las colonias contribuirán de forma decisiva en el conflicto bélico con la aportación de materias primas y recursos, mano de obra, etc. y trae como consecuencia política, que el caso de Asia con Japón, que durante la II Guerra Mundial se expande mediante victorias sobre el colonialismo occidental, lo que fomenta los nacionalismos asiáticos en las colonias frente al poder europeo.

Un último factor, serán las medidas internacionales adoptadas por los países vencedores en la posguerra. Para la I Guerra Mundial con los mandatos, y para la II la idea de internacionalización y autodeterminación y soberanía de los territorios dependientes. Ejemplo de ellos es la carta del Atlántico (1941) o la ONU años más tarde.

La evolución de los pueblos afroasiáticos colonizados.

Carreras señala una maduración política entre las colonias que genera una serie de movimientos nacionalistas a favor de la independencia, donde se tiene en cuenta la tradición anterior al colonialismo y la surgida durante el proceso de ocupación. Surgen así diversas tendencias: nacionalismos conservadores y oligárquicos, y nacionalismos liberales y populares.

Los movimientos más activos se dan en Asia con el Kuomitang y el Viet-Minh, en los países árabes y el África subsahariana que son más tardíos en su formación pero menos radicales y apegados a la administración colonial. La gran mayoría se acabarán convirtiendo en guerrillas.

Se produce un crecimiento en el plano económico y social, vinculado al desarrollo seguido por la metrópoli que afecta al aumento demográfico con nuevos puestos de trabajo en otros sectores. Tiene lugar una expansión de las comunicaciones mediante una serie de infraestructuras que generan cierto desarrollo interno. Todo esto conlleva un aumento del nivel de vida y bienestar.

Ciertos cambios sociales también alteran la vida de la población autóctona. Aparece una nueva clase social, la media, junto a otra sometida, compuesta por obreros y campesinos. La aparición de movimientos culturales, gracias a la enseñanza y la formación intelectual, permiten asumir ideologías occidentales tradicionales como son el cristianismo o la democracia.

La acción de las fuerzas internacionales.

Las primeras críticas ya surgieron en el siglo XVI, tomando fuerza con la Liga contra el Imperialismo de carácter intelectual y religioso.

También EE.UU. con su doctrina Monroe (1823) y Wilson con sus 14 puntos, o Roosevelt y su Carta del Atlántico quieren acabar con las pretensiones coloniales. También el marxismo y los partidos occidentales, estarían a favor del proceso de independencia colonial. De esta manera se critica el anti-nacionalismo y se alza la voz en defensa de las ventajas de la descolonización.

La actitud de las potencias colonialistas.

España y Portugal son opuestos a la descolonización con una política de provincialismo que causará el conflicto y la ruptura.

Con el fin de la II Guerra Mundial algunos países no tienen más remedio que favorecer las independencias ya que no pueden hacer frente a sus exigencias económicas.

Francia activa su proceso en función de la política interna francesa, al igual que Holanda y Bélgica.

Los británicos crearán un nuevo modelo imperial para alcanzar la comunidad británica a través del Estatuto de Westminster (1931) incluyendo los dominios independientes.

Fases del proceso de descolonización.

La primera fase la encontramos entre finales del siglo XVIII y comienzos del XIX con la independencia de las colonias británicas e hispano-portuguesas de América.

Ya entre fines del siglo XIX y comienzos del XX es cuando Inglaterra concede pacíficamente autonomía a ciertos territorios y dominios de origen británico. El siguiente período comprendería el de entreguerras (1919-1945) donde se dan las primeras revoluciones e independencias del mundo islámico. Entre 1945-1955 se producen los movimientos en Asia Oriental, Meridional y del Sudeste, y tiene lugar la conferencia de Bandung.

La fase central comprende desde 1955 y 1975 protagonizado por los países africanos, completándose la de algunos países árabes y asiáticos y en este periodo es cuando se marca la diferencia entre las economías y se produce la “creación

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