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Enviado por   •  15 de Septiembre de 2013  •  2.275 Palabras (10 Páginas)  •  234 Visitas

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JONATÁN

(Jehová Ha Dado).

Jonatán es la traducción al español de dos nombres hebreos: Yoh‧na‧thán y Yehoh‧na‧thán, la forma más larga. (Véase JEHONATÁN.)

1. Levita que fue sacerdote de la adoración falsa en la casa de Miqueas, en Efraín, y más tarde con los danitas. El relato de Jueces capítulos 17 y 18 menciona repetidas veces a un joven levita a quien en Jueces 18:30 se le llama “Jonatán hijo de Guersom, hijo de Moisés”. El que antes se diga que era “de la familia de Judá” puede referirse tan solo al hecho de que residía en Belén, en el territorio de Judá. (Jue 17:7.)

El errante Jonatán llegó por fin al hogar de Miqueas, en las montañas de Efraín. Miqueas había erigido una imagen tallada en su casa, y Jonatán accedió a servir de sacerdote para su casa, aunque no era de la familia de Aarón y se usaba una imagen en la adoración. Más tarde, cinco danitas que buscaban un lugar donde pudiera establecerse parte de su tribu conocieron a Jonatán. Le pidieron que inquiriera de Dios si tendrían éxito, y él les dio una respuesta favorable en el nombre de Jehová.

Cuando los 600 hombres de Dan pasaron con sus familias y ganado junto a la casa de Miqueas en su camino hacia el N., se llevaron los objetos de adoración de este, incluida la imagen tallada. También indujeron al egoísta Jonatán a que compartiera su suerte con ellos y llegase a ser su sacerdote, y no simplemente el sacerdote de una familia. (Jue 17:7–18:21.) Jonatán “y sus hijos llegaron a ser sacerdotes para la tribu de los danitas hasta el día en que el país fue llevado al destierro”. (Jue 18:30.) Algunos comentaristas han aplicado estas palabras a una conquista del distrito, como la de Tiglat-piléser III, o a la de todas las tribus septentrionales en 740 a. E.C. (2Re 15:29; 17:6.) Sin embargo, puesto que el escritor del libro de Jueces fue Samuel, debe referirse a un suceso anterior. Jueces 18:31 dice que los danitas mantuvieron la imagen tallada “erigida para sí [...] todos los días que la casa del Dios verdadero continuó en Siló”. Esto encuadra la aplicación del versículo anterior en un período de tiempo concreto, y refuerza el punto de vista de que los familiares de Jonatán sirvieron de sacerdotes hasta que los filisteos se apoderaron del Arca. Se ha sostenido que el versículo 30 debería decir: ‘Hasta el día en que el arca fue llevada al destierro’. (1Sa 4:11, 22.) No obstante, esta conclusión en cuanto a la duración del sacerdocio de la familia de Jonatán puede ser correcta incluso sin alterar la traducción, pues el versículo 30 quizás se refiera a que en cierto sentido la tierra fue llevada al exilio cuando se capturó el Arca.

2. Hijo mayor y favorito del rey benjamita Saúl y de Ahinoam, hija de Ahimáaz. (1Sa 14:49, 50.) Jonatán se destaca sobre todo por su amistad altruista y apoyo a David como rey designado por Jehová.

La primera vez que se habla de Jonatán se le presenta como un valiente comandante de 1.000 guerreros en los primeros años del reinado de Saúl. (1Sa 13:2.) Por lo tanto, para entonces debía tener al menos veinte años y, por consiguiente, casi sesenta cuando murió, en 1078 a. E.C. (Nú 1:3.) David tenía treinta años cuando Jonatán murió. (1Sa 31:2; 2Sa 5:4.) Por lo tanto, durante su amistad Jonatán sería unos treinta años mayor que David. El que Jonatán fuese un joven ya adulto cuando Saúl llegó a ser rey puede ayudar a explicar su temperamento y punto de vista. Su padre debió influir en él durante sus años de formación, y debe recordarse que Saúl era un hombre modesto y obediente que respetaba a Jehová y sus decisiones antes de ser escogido para ser rey. (1Sa 9:7, 21, 26; 10:21, 22.)

Esta primera vez que se menciona a Jonatán, se narra que dirigió con valor y éxito a 1.000 hombres escasamente armados contra la guarnición filistea de Gueba. En respuesta, el enemigo se reunió en Micmash. Luego, Jonatán y su escudero dejaron en secreto a Saúl y sus hombres y se acercaron a la avanzada enemiga. Con este acto Jonatán demostró su valor, capacidad de inspirar confianza en otros y al mismo tiempo su reconocimiento de la dirección de Jehová, pues sus acciones dependían de una señal divina. Los dos intrépidos guerreros derribaron a unos veinte filisteos, lo que desencadenó una gran batalla que resultó en la victoria de Israel. (1Sa 13:3–14:23.) En el fragor del combate, Saúl cometió la imprudencia de pronunciar una maldición sobre cualquiera que comiese antes de terminar la batalla. Jonatán ignoraba esta maldición y comió algo de miel silvestre. Más tarde, delante de Saúl, Jonatán estuvo dispuesto a morir por haber tomado la miel. Sin embargo, el pueblo le redimió, ya que reconoció que Dios había estado con él aquel día. (1Sa 14:24-45.)

Estas hazañas prueban con claridad que Jonatán era un guerrero valeroso, capaz y resuelto. Tanto él como Saúl bien merecían que se les describiera como “más veloces que las águilas” y “más poderosos que los leones”. (2Sa 1:23.) Era un arquero diestro. (2Sa 1:22; 1Sa 20:20.) Saúl debió tenerle un cariño especial por sus cualidades varoniles, y es evidente que estaban muy unidos. (1Sa 20:2.) Sin embargo, esto no disminuyó el celo de Jonatán por Dios y su lealtad a su amigo David.

Se había introducido a David en la corte del rey a fin de que tocara música para Saúl, ya que el espíritu de Jehová se había apartado del rey y había sido reemplazado por un espíritu malo, algo que Jonatán debió haber observado. Aunque David era joven, era “un hombre valiente y poderoso y hombre de guerra”, y Saúl “llegó a amarlo mucho, y vino a ser su escudero”. (1Sa 16:14-23.)

La amistad íntima de Jonatán con David se remonta a poco después de que este matara a Goliat. Aquella acción valiente en defensa del pueblo de Jehová debió conmover de manera especial a Jonatán. Al escuchar el relato del propio David, “la misma alma de Jonatán se ligó con el alma de David, y Jonatán empezó a amarlo como a su propia alma”. (1Sa 18:1.) Estos dos valerosos guerreros y devotos siervos de Dios “procedieron a celebrar un pacto” de amistad. Jonatán podía ver que David tenía el espíritu de Dios. (1Sa 18:3.) No tuvo celos de él ni le tuvo por rival, como hizo Saúl. Por el contrario, su respeto por cómo dirigía Dios los asuntos fue un ejemplo excelente para su amigo más joven. No se dejó influir por el deseo de Saúl de matar a David, sino que, por el contrario, le puso sobre aviso y trató de interceder por él. Cuando David se vio obligado a huir, Jonatán se encontró con él para ayudarle y celebró un pacto con David con el propósito de que en el futuro este le protegiera a él y a su casa. (1Sa 19:1–20:17.)

Jonatán

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