Reformas Borbonicas
oscarbass77731 de Julio de 2012
7.024 Palabras (29 Páginas)903 Visitas
LAS REFORMAS BORBÓNICAS
LUIS JÁUREGUI
DESDE LOS PRIMEROS AÑOS DEL SIGLO XVIII, la corona española
emprendió cambios en la manera de administrar sus vastas posesiones
americanas. En la primera mitad del siglo, las reformas
fueron más bien tímidas, después se aplicaron innovaciones de
gran vigor que comúnmente se conocen como “reformas borbónicas”.
Tímidas y audaces, todas respondieron al deseo de la dinastía
borbónica en España de retomar los hilos del poder en
América —particularmente en Nueva España, la posesión más
rica—iniciando así un proceso de modernización que duraría
prácticamente todo el siglo.
La modernización borbónica tuvo sus bases en una forma
de pensamiento y sistema de valores que se conoce como Ilustración.
Las características principales del movimiento ilustrado
son la confianza en la razón humana, el descrédito de las tradiciones,
la oposición a la ignorancia, la defensa del conocimiento
científico y tecnológico como medios para transformar el
mundo, y la búsqueda, mediante la razón y no tanto la religión,
de una solución a los problemas sociales. En pocas palabras, la
Ilustración siguió un ideal reformista. Su aplicación fue un proceso
de modernización aplicado en el siglo XVIII por prácticamente
todos los monarcas europeos, de ahí la forma de gobierno
conocida como “despotismo ilustrado”.
Debido a que chocaba con una sociedad apegada a valores
tradicionales, la Ilustración en España llegó por conducto de la
aristocracia, funcionarios y eclesiásticos; uno de éstos fue Benito
3. LUIS JAUREGUI 113-136 5/4/04 8:59 Page 113
Jerónimo Feijoo, quien con una prosa amena y directa cuestionó
—siempre dentro de los límites de la fe católica— ideas comunes
que consideraba erróneas. Los escritos del padre Feijoo fueron
muy populares, leídos y comentados por laicos y eclesiásticos. Por
otro lado, el ejercicio del poder por parte de la dinastía de los borbones
fue un claro ejemplo de despotismo ilustrado. Los ministros
de Carlos III (1759-1788) y de su hijo Carlos IV (1788-1808)
influyeron en el ánimo reformista de ambos monarcas; además,
difundieron las ideas ilustradas mediante las llamadas Sociedades
Económicas de Amigos del País y la naciente prensa periódica.
En América las nuevas ideas se aplicaron dentro del molde
de una forma de gobierno ilustrada con un monarca absoluto
cuya autoridad no se cuestionaba. Por este motivo, en el transcurso
de los años se aplicaron cambios modernizadores sobre
las formas de gobierno virreinal; los más destacados ocurrieron
entre 1760 y 1808 y se conocen como las “reformas borbónicas”.
Éstas fueron una estrategia del gobierno imperial para lograr
el desarrollo de los intereses materiales y el aumento de la
riqueza de la monarquía mediante cambios importantes en aspectos
fiscales, militares y comerciales, así como el fomento a
diversas actividades productivas. En el ámbito de las reformas
también se diluyeron privilegios, se mejoró en algo la condición
del indio y se extendió la cultura. En este último caso, la corona
tuvo mucho que ver, pues envió desde Europa a personajes
ilustrados para desarrollar las ciencias, las artes y la industria.
Pero también los americanos tuvieron que ver en la adopción de
nuevas ideas, toda vez que, de manera disimulada, tuvieron acceso
a ideas ilustradas emancipadoras y hasta revolucionarias.
La mayor cultura y prosperidad hicieron más claro a los criollos
que el dominio español estaba plagado de abusos y defectos.
Así, el periodo de las reformas borbónicas en Nueva España no
sólo fue importante por el crecimiento económico logrado y
por la apertura al mundo atlántico; también fue un periodo de
crisis de una sociedad que se percató de que era distinta.
NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO
3. LUIS JAUREGUI 113-136 5/4/04 8:59 Page 114
UNA VISIÓN DE CONJUNTO
En Nueva España el reformismo de los borbones se inició con
tres visitas (inspecciones a personas y oficinas) que ordenara el
rey Felipe V (1700-1746) y que reflejaban la clara conciencia de
la corona de que la situación administrativa del virreinato era
deplorable. Gracias a que la economía mostraba un desempeño
vigoroso, se llevaron a cabo entonces cambios de corte administrativo
que le permitieran a la corona contar con recursos para
realizar otros de mayor envergadura. Estos primeros cambios
consistieron en la llamada “centralización de los ingresos reales”,
esto es, la transferencia del cobro de impuestos de manos
de particulares a las de los funcionarios del rey.
La ocupación de La Habana por la armada inglesa en 1762
marcó la necesidad de emprender una segunda etapa de reformas,
más enérgica que la anterior; a ello contribuyó en gran medida
que, unos años antes, había llegado al trono Carlos III de
Borbón. Ciertamente, el nuevo monarca contaba con amplia experiencia
en las artes de gobierno; sin embargo, fueron las circunstancias
las que lo obligaron a emprender la reorganización
político-administrativa de los virreinatos, que en buena parte
continuaba anclada en ordenamientos de fines del siglo XVI. Las
circunstancias fueron de índole internacional y principalmente de
características bélicas. Por lo mismo, las reformas que acometiera
Carlos III tuvieron que ver con el fortalecimiento del sistema defensivo,
particularmente en el Caribe y el norte de Nueva España,
así como con la centralización del poder en manos de los funcionarios
del rey. Estas dos tareas requerían fuertes cantidades de recursos
fiscales, para lo cual también se emprendió una reforma de
fondo en la administración de la real hacienda novohispana.
A diferencia de la mayoría de los virreyes de los siglos anteriores,
los que gobernaron Nueva España durante el reinado de
Carlos III fueron hombres extraordinarios: ninguno era noble de
nacimiento y todos llegaron a tan alta posición por mérito pro-
LAS REFORMAS BORBÓNICAS
3. LUIS JAUREGUI 113-136 5/4/04 8:59 Page 115
pio; más importante aún, a todos los impulsaba el afán de renovación
del imperio en general y de Nueva España en particular.
Como si esto no fuera suficiente, la corona española ordenó a
mediados de la década de 1770 una inspección general de todas
las cajas reales de Nueva España: la célebre visita de José de
Gálvez (1765-1771). A partir de que este personaje es nombrado
ministro de Indias en 1776, en Nueva España se empiezan a
aplicar con fuerza las medidas correctivas que durante su visita
había detectado como necesarias. Es en este periodo que se emprende
la formación de cuerpos de defensa virreinales y se establece
la Comandancia General de las Provincias Internas (1776).
También en aquellos años se intenta disminuir el poder de virrey
y comienza la reforma en la administración provincial con el establecimiento
de los intendentes y subdelegados (1786).
A pesar del ímpetu inicial que recibe este programa modernizador,
con la muerte de Gálvez en 1786 —y con la llegada al
trono de Carlos IV, quien debió enfrentar circunstancias internacionales
más adversas que su padre— se observa un cambio en
el reformismo borbónico en el que dicho impulso se ve distorsionado
respecto a su intención inicial. Por el lado económico,
este cambio también se explica por el relativo freno que muestra
el desempeño de la economía novohispana comparado con
las dos décadas anteriores, por el hecho de que la real hacienda,
habiendo extraído en exceso recursos fiscales de la población
novohispana, comienza a recurrir, en mayor proporción que en
el pasado, a préstamos y donativos y porque, con motivo de
conflictos internacionales, Nueva España se ve “beneficiada” con
el llamado “comercio neutral” (1796-1802 y 1804-1808).
Las reformas borbónicas también tuvieron impacto en los
aspectos sociales y culturales. Fue en estos años que la población
resintió el dominio español; un dominio que sólo permitía el
progreso a los más privilegiados, y aun a ellos les costó, y mucho,
apoyar a la corona. Los criollos, a pesar de los resentimientos
que acumularon durante el periodo, se beneficiaron de los
NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO
3. LUIS JAUREGUI 113-136 5/4/04 8:59 Page 116
grandes avances en las instituciones culturales y de la apertura a
otras sociedades del mundo atlántico. A los indígenas también
les pesó el dominio español pero más les afectaron las varias crisis
de subsistencia que hubo en esos años, particularmente las de
1785-1787 y 1808-1810. Hacia la primera década del siglo XIX,
Nueva España era la caja de caudales del monarca español, contaba
con una economía en vías de consolidación
...