Reporte de lectura: “El orientador experto”

Universidad Autónoma de Baja California

Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales

Lic. en asesoría psicopedagógica

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Reporte de lectura: “El orientador experto”

Capítulo I: La ayuda, el orientador y el que adiestra

Materia: Entrevista psicopedagógica

Docente: Sergio Guerra

Nombre: 1235014/Mireya Guadalupe Garcia Dávila

Grupo: 215

Fecha entrega: 9- febrero- 2018

El orientador experto

En este libro el autor Gerard Egan nos invita a reflexionar sobre el término “orientar”, es indispensable remarcar que dicho termino significa algo más que guiar o asesorar, porque reconoce que el individuo logra sus metas por sí mismo, al utilizar sus propios medios y de oportunidades que se les ofrecen para su realización. En este marco, la orientación es vista como una disciplina y profesión de ayuda, la cual es destinada al desarrollo de cada uno de los individuos como personas y como seres sociales, de manera que dicho proceso, responde a cada uno de los fundamentos humanísticos, lo que remarca la concepción de nosotros los seres humanos como personas integrales.

El propósito que tiene este libro es proporcionarnos y comunicarnos como futuros profesionales, conocimientos conceptuales, procedimentales y actitudinales acerca de lo que implica ayudar, el autor usa palabras muy didácticas y accesibles, además que enmarca que en la práctica de las destrezas que conforman el proceso de ayuda; es decir, nos presenta un modelo que está compuesta por tres etapas: etapa I: la respuesta del orientador y la autoexploración del cliente; etapa II: entendimiento integrativo /auto entendimiento dinámico y etapa III: programas de acción ; uniendo las destrezas que el orientador requiere implementar en cada una de ellas. La organización de esta obra es muy completa, además que integra las técnicas de aportación que nos presenta sistemáticamente en cada uno de los capítulos.

Capítulo I: La ayuda, el orientador y el que adiestra

En este primer capítulo “La ayuda, el orientador y el que se adiestra”, se nos presenta un modelo de trabajo para la ayuda, en el cual nos indica los momentos a través de las cuales cambian este proceso, así como también las destrezas que el orientador ejerce en cada etapa del modelo con el fin de lograr su efectividad. Por otra parte, nos dice que el orientador primerizo necesita un marco referencial de trabajo, el cual se divide en dos clases: un marco práctico, esta clase menciona que el orientador necesita un modelo práctico, es decir, un modelo de ayuda en donde haya una gran variedad de teorías y no una sola y un marco integrante: en esta  clase se  menciona que el orientador necesita un marco de trabajo que le ayude a tomar ideas, técnicas y metodología de otras teorías y enfoques para que logre componer su propia definición y práctica de ayuda.

Por otro lado, el autor nos menciona que las profesiones de ayuda también requieren de ayuda, es decir, se necesita controlar nuestras emociones, ya que el proceso de la orientación puede mejorar o empeorar la situación del paciente u orientado. También es importante que exista una buena preparación de orientadores, además de programas actualizados. El siguiente punto trata de que el orientador antes que otra cosa, debe responsabilizarse de su propio conocimiento: físico, intelectual, emocional y social, esto a que se entrega y debe moldear la conducta que él persevera que otros consigan.

Es importante enfatizar que un buen orientador sabe que ayudar requiere de mucho esfuerzo, además de que es un ser integrador, ya que debe escuchar atentamente al otro, desde un marco de referencia de su orientado o cliente como lo llama el autor, además de respetarlo, pero sobre todo de interesarse por la persona. Por otra parte, el orientador no teme en compartir experiencias propias, no teme en enfrentar a su cliente de forma cuidadosa y no teme tratar abiertamente el tema de su relación con su cliente, ya que de una forma ayuda a que el cliente entienda su conducta y su persona.

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