Resumen crítico de la colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina
Mariana Perez EstradaEnsayo5 de Julio de 2023
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Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad del Perú, DECANA DE AMÉRICA
Facultad de derecho y Ciencia Política
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RESUMEN CRÍTICO DE LA COLONIALIDAD DEL PODER, EUROCENTRISMO Y AMÉRICA LATINA
AUTOR:
Anibal Quijano
INTEGRANTES:
Camacho Salcedo, Jhoseline Tania
Ccancce de la Cadena, Jose Manuel
Esteban Shuan, Yordi Michelle
Villoslada Taipe, Brytney Lia
Pérez Estrada Mariana Nicole
CURSO:
Teoría Política Moderna
SECCIÓN:
2
DOCENTE:
Dr. Martín Demetrio Navarro Gonzalez
2023
COLONIALIDAD DEL PODER, EUROCENTRISMO Y AMÉRICA LATINA
(ANIBAL QUIJANO)
INTRODUCCIÓN:
A lo largo del tiempo, se mantuvo y mantiene ciertas características bien marcadas en la historia de América y europa que fueron tomadas por Quijano para analizarlas y de ahí desprender sus análisis que lo plasma en su libro “colonialidad del poder, eurocentrismo y América latina”, este manifiesta que dichas esencias provienen desde la “conquista” de América, y de ella radica y provino la idea de raza, en el que los conquistadores Europeos occidentales se consideraban como la raza superior y los conquistados indigenas de America, eran la raza inferior. Por ello, se constituyó una distribución racial del trabajo, en el que se desprendió la riqueza que encapsuló Europa.
Aquella idea de clasificación quedó bien enmarcada en la historia del colectivo y hasta el dia de hoy se suele percibir ciertos rezagos, en el que las características fenotípicas pueden darte cierto estatus o beneficios; esto fue debido a la división racial del trabajo que se perpetuó y ayudó a la consolidación del capitalismo como sistema dominante.
Los que fueron beneficiados mayormente con el capitalismo son los que en el mayor de los casos provienen de una genealogía privilegiada que obtuvieron cierta cantidad de terreno y mano de obra indigena, acrecentando sus patrimonios en el que sus descendientes pudieron aprovechar estos en el contexto del capitalismo y ser dueños de los medios de producción; sin embargo la idea de raza tal como lo señala Quijano no fue el único eje de control entorno a la idea dicotómica de superioridad/inferioridad; el autor también menciona al género, ya que ser mujer también está entorno a esa idea de inferioridad frente al hombre y esa idea también se ha perpetuado en el colectivo a través del tiempo y también hay ciertos rezagos sobre ella.
El autor del presente libro el cual buscamos criticar, redacta una crítica a la hegemonía eurocéntrica, empezando con la conquista como un hecho de dominación racial y luego pasando al capitalismo que perpetró esta dominación. La alteración y cubrimiento de la cultura de América frente a la europea occidental se instrumentalizo, según el autor, para imponer su idea de raza y así poder ejercer su dominación, y poder justificar su violenta explotación y exclavitud.
RESUMEN:
Según estudios del sociólogo y teórico político Anibal Quijano, el nuevo patrón de poder mundial inicia con la constitución de América, como el primer espacio/tiempo de un nuevo patrón de poder y por ende, la nueva identidad de poder; y la del capitalismo colonial/moderno. Esta colonialidad del poder europeo cuenta con dos ejes, el primero es la idea de raza, como construcción mental de supuestas estructuras biológicas que diferencian al conquistador y al conquistado, además de estructuras fenotípicas que se desarrollarán después. Asimismo, la idea de raza implica un elemento fundamental de la colonialidad, ya que produjo una clasificación social que después sería expandida por el mundo. De la misma manera, esta clasificación social tuvo como consecuencia el establecimiento de las nuevas, historicas y socialmente, identidades raciales: indios, mestizos, negro y europeos, mas adelante conocidos como blancos. De esta manera, la raza constituye el principal elemento de dominación y legitimación que impondría la conquista europea en América Latina.
Por otro lado, el segundo eje de la colonialidad del poder es el control del trabajo como estructura del capitalismo. En la constitución de América, todas las formas de control de trabajo y de control de la producción, apropiación y distribución de los productos, fueron articulados de la relación capital-salario y mercado mundial. En este nuevo patrón de poder del trabajo quedaron incluidas la esclavitud, servidumbre, pequeña producción menrcantil, reciprocidad y salario. De esta manera se consolida un nuevo patrón global de control del trabajo, en donde los europeos al considerarse una raza superior, creerán que “naturalmente” son dignos de un salario y los conquistados serán indignos de un salario, idea que se va a imponer al resto de sociedades.
Continuando con la idea de raza, como base de la colonialidad del poder, las nuevas identidades raciales, anteriormente mencionadas, fueron vinculadas con el control del trabajo, quedando asociadas y reforzandose mutuamente, a pesar de que ningún elemento era necesariamente dependiente del otro. La unión de estos dos fundamentos del nuevo patrón de poder, conforman el sistema de división racial, que constituye una distribución racista del trabajo en el capitalismo colonial. De esta manera, para los conquistadores el controlar las formas de trabajo les permitiría el control de un grupo determinado de conquistados. En el texto, se ejemplifica esta división racial del trabajo en el que los negros fueron reducidos a la esclavitud, los indios a la servidumbre y los europeos, al trabajo administrativo, político y social.
Los colonizadores ejercieron diferentes maneras para establecer nuevas relaciones intersubjetivas entre Europa y el resto del mundo. Entre estas medidas destacan la privación, a los conquistados, de sus descubrimientos culturales para el desarrollo del capitalismo. Asimismo, reprimieron las formas de reproducción de conocimiento e impusieron su cultura a los dominados. En resumen, se da una dominación cultural.
Si continuamos con el segundo fundamento, el control del trabajo, como nuevo patrón de poder, otorgó a Europa el control del capital comercial, por lo cual se constituía como una nueva identidad geocultural: Europa, sede del control del mercado mundial. En su nueva posición de centro del capitalismo mundial, Europa impuso su dominio colonial en todo el mundo y los incluyó en su “sistema - mundo”. Como parte de su hegemonía, Europa busca controlar las formas de subjetividad, cultura y conocimiento, sobre todo la producción de conocimiento, por el que se consolidó una colonización de las perspectivas cognitivas. Europa como centro del moderno sistema - mundo consiguió tener un etnocentrismo cuyo fundamento y justificación fue la clasificación racial de la población que permite explicar porqué los europeos se sentían “naturalmente” superiores. En donde los europeos se catalogan como los modernos de la humanidad y lo más avanzado de la especie.
Surgió una perspectiva binaria/dualista en donde Europa y el resto del mundo se codificaron en categorías de Europa y no - Europa, imponiéndose como hegemonía en su expansión del dominio colonial. Asimismo, dentro de su versión eurocéntrica existen los mitos de la modernidad: El primero menciona que las civilizaciones no-europeas inician en un estado de naturaleza y culmina en Europa, es decir que con Europa inicia su historia moderna; el segundo describe que las diferencias entre Europa y no-Europa como diferencias naturales y no como una historia de poder.
Por otro lado, la modernidad, según Quijano, no es un producto exclusivamente europeo, sino un fenómeno de todas las culturas, ya que si la definición de modernidad implica ideas nuevas, avanzadas o científicas, podemos calificar a todas las culturas como modernas. Asimismo, considera que si planteamos a la modernidad con características europeas, solo existiría el debate sobre su originalidad y exclusividad. Por lo que, Quijano plantea un “universo de relaciones sociales, materiales e intersubjetivas, cuya cuestión central es la liberación humana como interés de la sociedad” (Quijano, p. 792), es decir, un nuevo patrón de poder. En donde, el cambio histórico que requiere el desmantelamiento de las instituciones y prácticas de poder europeo, la individuación de las gentes para crear un foro propio sobre la libertad individual, en consecuencia la necesidad de una igualdad social entre todos.
Finalmente, al preguntarse cómo se reconoce América, por medio de un espejo eurocéntrico, obtiene un reflejo distorsionado de lo que es, con características similares e importantes rasgos históricos europeos y a la vez, completamente diferentes, sumado a la falta exitosa del establecimiento del Estado - Nación, ya que a comparación con Europa, América tiene dificultades para establecer un correcto Estado - Nación, por rezagos de la colonialidad del poder y la división racial [racismo]. Para el autor, este escenario de desidentificación cultural, social y política constituye la tragedia de este continente. Por esto, Quijano nos llama a “liberarnos del espejo eurocéntrico, donde nuestra imagen está distorsionada. [por lo que] Es tiempo de dejar de ser lo que somos”. (Quijano, p. 828)
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