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Revolucion Haitiana


Enviado por   •  25 de Febrero de 2019  •  Documentos de Investigación  •  6.544 Palabras (27 Páginas)  •  211 Visitas

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Fases

Primera fase

Uno de los acontecimientos de mayor repercusión y complejidad ocurrido en América, a fines del siglo XVIII y principios del XIX lo constituyó la revolución haitiana, cuya dimensión, en gran medida ha sido apocado por razones geográficas, económicas y raciales.

En la historia de la humanidad, no se había registrado un hecho de esa naturaleza, en que un pueblo negro y esclavo se sublevara, venciera potencias imperialistas, como Francia e Inglaterra y proclamara su independencia en una región, que, como América, predominaba la esclavitud.

La revolución haitiana fue la primera consecuencia de la ocurrida en Francia, y su desarrollo obedeció a distintas fases o etapas:

La primera, de 1789 a 1791, se inicia en París y luego en Saint Domingue tras fracasar los líderes mulatos por obtener la igualdad de los derechos civiles, Vicent Ogé se trasladó a la posesión francesa, donde llegó el 23 de octubre de 1790, con la disposición de continuar la lucha, ésta vez con las armas en las manos,

Ogé recibió el apoyo del también mulato Jean Baptista Chavannes, quien luchó en la guerra de independencia norteamericana en 1776, y conocía del valor de los negros cuando éstos luchaban por su libertad, por lo que procedió a aconsejarlo a buscar una alianza con los negros esclavos antes de levantarse en arma al Norte de Saint Domingue.

Sin embargo, Ogé actuó como lo que era, un pequeño burgués, que entre sus características principales está la de prejuiciado, trepador y oportunista, y como todo mulato educado en Francia minimizó la importancia del negro en su lucha por lo que rechazó la sugerencia.

La negativa Ogé estuvo fundamentada en la misma demanda que formulada, o sea, la igualdad del mulato frente al blanco, al margen del negro esclavo.

Además, porque era opuesto al artículo 59 del Código Negro, promulgado por el rey francés Luis XIV en 1685, y que señalaba como un esclavo obtenía su libertad a través de dos condiciones: una por compra en efectivo y la otra, por concesión de su amo o padre.

La indicada disposición establecía que quedaba considerado como un ciudadano francés, con todos los derechos inherentes a la calidad de tal y por ende podría comprar tierra y disponer de su riqueza a su antojo.

De esta manera, el Código permitió que muchas personas de color fuesen acumulando riqueza, y para 1791 algunos tenían una posición social mejor que la de los denominados pettis blancs.

El enfrentamiento entre mulatos y blancos colonialistas franceses fue fatal para los primeros los cuales apenas llegaban a 300, mientras que sus adversarios, dirigidos por el coronel Cambefort, pasaban los 1,500.

Ogey Chavannes, así como otros más se vieron obligados a refugiarse en la parte española de la Isla, pero la Asamblea del Norte solicitó un castigo, sin gracia ni piedad, para los rebeldes, al mismo tiempo que exigió de las autoridades españolas la entrega de los fugitivos.

El brigadier Don Joaquín García, gobernador y presidente de la Audiencia de Santo Domingo, accedió a la petición de los colonialistas franceses, pese a la oposición que hiciera el abogado criollo Don Vicente de Faura, quien sostuvo con energía el derecho sagrado de asilo que amparaba a los perseguidos.

La lista de Santo Domingo and siglo XVIII Ogé, Chavannes y los demás rebeldes fueron juzgados por el Consejo Superior del Cabo Francés durante los meses de enero y febrero de 1791. y a pesar de haber sido abolido por la Revolución Francesa, los acusados fueron sometidos a bárbaros tormentos de la rueda.

Los principales líderes del movimiento, presididos por Ogé, fueron condenados a que sus miembros fueran destrozados a golpes de barras de hierro hasta que murieran; veintiuno de sus seguidores sentenciados a morir ahorcados y otros trece en las galeras.

La terrible sentencia fue ejecutada el 25 de febrero de 1791, contando con la presencia del gobernador, por la Asamblea provincial del Norte, y los integrantes del Consejo Superior

El trágico final de esta primera sublevación de los mulatos no detuvo su decisión de continuar luchando por sus derechos, y al poco tiempo surgieron otros líderes dispuestos a enfrentar a los esclavistas blancos.

Segunda fase

Se iniciaría el 7 de agosto de 1791 la segunda fase, con la reunión de un grupo de mulatos en la iglesia del Burgo Saint-Louis de Mirebalais, donde se formó el Consejo de Representantes de la Comuna, bajo la dirección de Pierre Penchinat.

El Consejo, integrado por unas cuarenta personas, exigió del gobernador de Saint Domingue la puesta en vigencia de los decretos de mayo de 1791, que establecían la igualdad de los derechos políticos, pero la respuesta de Blanchelande fue el insulto y el ultimátum de que disolvieran el organismo.

Ante la radical actitud del gobernador, los mulatos decidieron volver a tomar las armas, pero esta vez buscaron el apoyo de los negros conscientes de que sin éstos no podrían triunfar.

Además, en esta ocasión contaron con líderes experimentados en acciones bélicas como eran Baunais, quien participó en la guerra de independencia norteamericana, Andrés Rigaud, Henri Christophe, Jean Pierre Lambert y Pierre Cange.

Mulatos y negros combatieron juntos por primera vez y lograron vencer a los esclavistas, y así obtener los reclamos que inicialmente formularon.

Los mulatos exigieron y obtuvieron el cumplimiento del decreto del 15 de mayo de 1791, emitido por la Asamblea Nacional Constituyente de Francia, mediante el cual se establecía la igualdad política de estos y de los negros nacidos de padres libres.

Sin embargo, los mulatos con el objeto de desligarse de los negros, que los ayudaron a triunfar, procedieron a aliarse a los colonialistas blancos franceses, y para demostrar sus intenciones les entregaron unos 400 negros de los que más se destacaron en la lucha.

Los negros entregados, presumiblemente por Rigaud, fueron embarcados, y ya en alta mar, con cadenas puestas al cuello, lanzados hacia las profundidades, donde perecieron ahogados.

La traición de los mulatos hizo comprender a los negros que la única manera de obtener su libertad era luchando sólo, lo que hicieron a partir del 14 de agosto de 1791.

En una reunión efectuada, en horas de la noche, en Bois Caiman y presidida por el líder negro Boukman, quien comprometió a los presentes, unos doscientos representativos de distintos lugares, a luchar hasta morir.

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