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San Agustin Y La Ciudad De Dios


Enviado por   •  24 de Septiembre de 2012  •  1.352 Palabras (6 Páginas)  •  1.209 Visitas

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“La Ciudad de Dios”.

San Agustín fue un filosofo católico que basa su teoría en el idealismo de Platón, de ahí empieza la construcción de su teoría filosófica de “La Ciudad de Dios”; como sabemos la religión y Dios están basadas en la perfección, según Platón la única perfección que existe es el de las ideas, así San Agustín haciendo conexión entre la religión y la teoría platónica, trata de idear una ciudad perfecta

En este sentido desarrolla la enseñanza platónica, y en su filosófica hay idealismo en el genuino sentido de este término. De el viene la definición de las ideas que la filosofía cristiana ha conservado desde entonces:"Las ideas son ciertas formas originales de las cosas, su arquetipos, permanentes e incomunicables, que se contienen en la Divina inteligencia. Y aunque no tienen ni principio ni fin, con todo se modelan según ellas las múltiples cosas del mundo que vienen a la existencia y desaparecen. Sobre esas ideas solo lo exclusivamente racional puede fijar su mirada, dotado como esta de la facultad que es su peculiar excelencia, esto es, mente y razón, un poder, por así decir, de visión intelectual; y es para tal intuición para la que solo y únicamente esta cualificado lo que es puro y santo, esto es, aquello cuya mirada es normal, clara y bien adaptada a las cosas que voluntariamente contempla"

La ciudad de Dios presenta una serie de conceptos de la cultura romana. San Agustín describe las características de ser humano romano y les da un valor en cuanto a su conciencia moral. Puesto que los productos culturales de su sociedad no los ve como el resultado de sus relaciones sociales sino como resultado de otros aspectos que van más allá del comportamiento humano. Está preguntándose acerca de lo qué significa este ser humano para ellos mismos como romanos.

Para San Agustín la piedra angular de esta comprensión está en la relación del romano con su propia teología. Por lo tanto, La Ciudad de Dios va más allá de una simple refutación de los dioses paganos tradicionales.

San Agustín, establece una nueva perspectiva antropológica desde la cual mirar la cultura romana; sus estructuras de poder, relaciones, costumbres, tradiciones. etc. Esto no solo es la visión de una cultura en particular sino que además significa la manera como otro cultura (la romana) funciona como referente para la construcción de una identidad (la cristiana) a partir de una relación de poder, puesto que la antropología la hace el antropólogo quien se posiciona en una situación (de poder) desde la cual puede estudiar a la otra cultura. San Agustín obtiene esta visión de la cultura romana y del hombre romano en contraste con la cristiana desde la observación y análisis de los dioses paganos y del Dios cristiano, en una dimensión de las relaciones que tienen con ellos.

Para San Agustín, que como sabemos provenía de una familia de padre pagano y madre cristiana, la labor en la Ciudad de Dios persigue descubrir la explicación de la idea del hombre cristiano contrastada con la pagana a partir de la concepción que este tiene de sí mismo en una fase determinada de la existencia.

San Agustín sabe por propia experiencia que el pueblo romano es “creyente” .El conoce su “teología”. Su sistema de creencias, sus divinidades, y ante la duda de los romanos cristianos acerca de dónde poner la necesidad de creer, San Agustín se ve impulsado a realizar la obra de la Ciudad de Dios en donde des- construye, des -diviniza y pone en evidencia la incongruencia del sistema pagano de creencias proclamando su ineficacia no solo al colocar la razón sobre ella, sino relacionándolo con la explicación del hombre romano y su obra evidenciada por su propia historia.

esta Ciudad de Dios no se encuentra en la tierra. San Agustín va contra la idea de que la implantación del cristianismo en el Imperio Romano era el establecimiento del Reino de Los Cielos en la tierra, pero esta igualmente consciente que desde una visión cristiana la acción política y social puede crear aquí en la tierra una tercera ciudad desde donde construir una concepción del hombre y su obra que facilite un tránsito en paz y justicia necesaria para alcanzar la Ciudad Eterna.

Para San Agustín lo divino esta primero que lo humano. Esta diferencia fundamental representa la base de dos visiones teológica.

Conceptos como justicia, paz, república entre

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