Semblanza sociopolítica de la primera mitad del Siglo XX en México, vista desde el cine naciona

Semblanza sociopolítica de la primera mitad del Siglo XX en México, vista desde el cine nacional.

El siglo XX estuvo dominado por la política. La oposición capitalismo-socialismo era la contradicción principal. En el caso mexicano, se comenzaron a gestar prácticas cada vez más desleales, ruines y contundentes. Con la Revolución Mexicana de 1910 se inicia para nosotros el siglo XX. Esta no fue una revolución socialista, pero sí tuvo un contenido social, gestado en los artículos 3 y  27 de la constitución de 1917, así como en la reforma agraria, aspectos que la distinguen de las revoluciones liberales del siglo XIX.

          A pesar de sus aportes, también fue un movimiento contradictorio, ya que la demanda inicial y fundamental, "Sufragio efectivo, no reelección", quedó supeditada a una lógica comisarial y revolucionaria. El partido de la Revolución, en sus distintas etapas y con sus distintos nombres: PNR, PRM y PRI, monopolizó el poder. Incluso, hubo una separación en los ideales sociopolíticos de los principales caudillos; mientras Zapata y Villa lucharon por las causas obreras y campesinas, Carranza se centró en un sistema constitucional, pero con ideales capitalistas.

          Con el objetivo de contextualizar elementos sociales y políticos en la primera mitad del siglo pasado en nuestro país, se abordarán cuatro películas de la época dorada del cine mexicano.

           Santa inicia mostrándonos los alrededores de una ciudad, que aún no alcanzaba su esplendor, de una modernidad a medias. Cabe destacar que esta fue la primera cinta sonora en nuestro país. La pequeña villa de Chamalistac, a unos kilómetros de lo que actualmente es el centro de la ciudad de México, es hogar de una humilde pero muy hermosa joven.

          Con respecto a la música, podemos deleitarnos con piezas escritas por el siempre talentoso Agustín Lara, quien conmueve con sus bellas y sentidas baladas; pero también se ameniza la cinta con el folclor de piezas flamengas, chachachá y lambada, dando a la cinta una peculiar mezcla de lo dulce y amoroso, con lo atrevido y pícaro, estos géneros eran muy mal vistos en aquella época, ya que incitaban al pecado y las ideas religiosas estaban priorizadas en las sociedad. Incluso, el ejercer la prostitución era la peor deshonra para una mujer y su familia.

Santa busca refugio en una casa de citas, que es administrada por una señora llamada Elvira. Es aquellos años, estos sitios eran catalogados como “lugares de mala muerte” y “perdición”, por lo que se podría decir que la muchacha “pura” tiene que adaptar unas nuevas costumbres y romper paradigmas, lo que le acarrea el rechazo de su propia familia. Su madre muere avergonzándose de ella, pero concediéndole el perdón ante “aberrante acto”, mientras sus hermanos le dicen que jamás volverán a acercarse a ella.

          Los paradigmas sobre género están bien determinados en esta cinta, que no es tan cruda como otras, pero que sin duda deja una reflexión en su espectador, sobre todo por el triste y doloroso final que sufre la protagonista.

          El contexto post-revolucionario y de la guerra cristera, hacen que exista una constante actividad militar por todo el país. El poder es visto como un elemento utilizado solamente por las instituciones gubernamentales y que estás llegan a corromperse de tal manera, que llegan a caer en acciones de lo más bajas para conseguir sus objetivos.

          Debido a su contenido político y a la dureza crítica, la película La sombra del caudillo fue prohibida por las autoridades oficiales al momento de su estreno en 1960. La decisión vino por parte de los cuerpos militares y el Secretario de Gobernación, Gustavo Díaz Ordaz. Esta acción se llevó a cabo con el argumento de que: “desprestigiaba la historia militar del país”. Fue así como desaparecieron entonces las cintas de una película que era la “mejor película mexicana realizada hasta ese momento”.

          En la película se toca la historia de un caudillo revolucionario en el poder, que se encuentra en un aprieto para elegir a su sucesor presidencial: tiene la posibilidad de nombrar al general Jiménez, ministro de Gobernación, o a Ignacio Aguirre, su ministro de Guerra. Este último decide retirarse de la contienda, ya que los tiempos políticos no son buenos para él, aun cuando tenga gente todavía apoyándolo y tenga que decidir entre acceder al poder o callarse y apoyar las decisiones del régimen.

          La historia no cuenta nada nuevo, ni siquiera denuncia una situación histórica, porque forma parte del dominio público. Todos saben que esos cuartelazos y traiciones dentro de fueron típicos durante los años revolucionarios. Desde Huerta con la traición a Francisco I. Madero, o Villa y más tarde Carranza con el fusilamiento del general Felipe Ángeles.

          Las disputas de poder, corruptelas y traiciones son retratadas con aguda visión crítica. Bracho sólo dibuja los acontecimientos ocurridos en la década de los veinte que culminaron con varias muertes, entre ellas, la más significativa la de Álvaro Obregón quien pretendía reelegirse.      

          Incluso, en aquella época, no se reflejaba en la pantalla grande, una violencia, escenas sexuales o realidades cruentas como la corrupción, la impunidad y la vulnerabilidad de la población. Para la década de los 60, la simple exhibición de prácticas corruptas en pantalla grande o la acción de emborrachar a un miembro de la clase política eran tabús, siendo que en nuestros días es común hacer mofa acerca de estos males cínicos en nuestro aparato gubernamental.

          Otra cinta con una temática similar es Distinto amanecer. En medio de una intriga y escándalo que involucra a gobernadores corruptos, sindicatos infiltrados por el poder y líderes revolucionarios que se acercan a los medios , en este caso la prensa escrita, para destapar la podredumbre del sistema, encontramos una historia de amor clásica. Un triángulo donde no falta el héroe que regresa para salvar al mundo y que, inútilmente, trata de sacar del fango a una bella mujer fatal que malvive trabajando en un cabaret como fichera y soportando un marido abusivo.

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