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Sentencia

8000694429 de Enero de 2014

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El Caso Marbury contra Madison (5 U.S. 137 [1803]) es un proceso judicial de la Suprema Corte de los Estados Unidos, resuelto el 24 de febrero de 1803. Se le considera el caso más importante de la jurisprudencia estadounidense, no por el asunto específico tratado, que no era menor, sino por los principios que estableció

La sentencia afirma la capacidad de los tribunales de juzgar la conformidad de la ley con la Constitución y para abrogar, inaplicándolas, aquellas que pudieran contravenirla. Este principio estatuye la atribución más importante de los tribunales estadounidenses, y hace de ellos los primeros tribunales constitucionales de la historia.

Las cuestiones que resolvió la Corte fueron en el siguiente orden:

1. La Ley de Judicatura que impedía a la corte conocer el asunto en cuestión era inconstitucional, porque el Congreso no puede por ningún medio ampliar la jurisdicción original que otorga la Constitución.

2. La naturaleza de la Constitución escrita es superior a la Ley.

3. El Poder Judicial se extiende a todos los casos surgidos de la Constitución de Estados Unidos de América.

1. El caso norteamericano. Introducción

En los Estados Unidos de América la Constitución de 1787 no confió a ningún órgano específico de gobierno el control de constitucionalidad. La Corte Suprema, en el famoso leading case Marbury vs. Madison, diecisiete años después del lanzamiento de la Constitución, creó pretorianamente la revisión judicial de constitucionalidad, receta que aunque muy exitosa. Hoy, refrendada por un granítico derecho constitucional consuetudinario, parece una fórmula imbatible y pétrea.

la Constitución es "la ley suprema de la tierra", a la que deben conformarse tanto los órganos judiciales como los del Poder Ejecutivo y del Legislativo. La vinculatoriedad de la doctrina judicial establecida por la Corte cuenta así con un enunciado explícito y rotundo. Puede pensarse, por ello Marbury vs. Madison", por su trascendencia institucional; y que de algún modo significativo altera las bases del sistema histórico inicial difuso de control de constitucionalidad.

"Marbury a contraluz"

por Trionfetti, Víctor (Publicado en suplemento de Derecho Constitucional de La Ley 1/01/2009)

SUMARIO:. - 2. El caso Marbury vs. Madison. Aspectos introductorios. Contexto político y protagonistas. - 3. Proyecciones del caso en el imaginario académico. - 4. La sentencia. - 5. El caso Marbury visto por la doctrina constitucional norteamericana desde una perspectiva no ortodoxa. El mito. - 6. Reflexiones finales (en este artículo). - 7. Corolario.

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2. El caso Marbury vs. Madison. Aspectos introductorios. Contexto político y protagonistas .

Un primer aspecto relevante del famoso caso judicial es su contexto político y personal de los protagonistas. Luego de las elecciones presidenciales y legislativas de noviembre de 1800, el presidente John Quince Adams del partido federalista, poco antes de entregar su cargo al presidente electo Thomas Jefferson del partido demócrata republicano, efectuó varios nombramientos judiciales con el propósito de mantener gente de su partido en lugares estratégicos de decisión. El Congreso, todavía con mayoría federalista, aprobó en febrero de 1801, unas semanas antes del recambio de autoridades, la creación de cargos judiciales para jueces federales de circuito y, posteriormente, para jueces de paz en el distrito de Columbia. El presidente saliente dispuso designar en tales cargos a personas afines a su partido. En lo que aquí interesa, basta con señalar que Adams nombró a William Marbury para el cargo de juez de paz en el distrito de Columbia el 2 de marzo de 1801, nombramiento que fue ratificado inmediatamente por el Senado. Sin embargo, su nombramiento no pudo comunicarse a través de la entrega de la correspondiente credencial. Una vez asumido el cargo de Presidente, Jefferson ordenó a su secretario de Estado, James Madison, que entregara sólo 25 credenciales de los jueces nombrados y retuviera las restantes. Ante esta situación, Marbury recurrió a la Corte Suprema solicitando que ésta expidiera una orden (Writ of mandamus) (3) a fin de compeler a Madison a extender la credencial que hiciera efectivo el nombramiento de juez. La demanda estaba fundada en la Judiciary Act de 1789 la cual otorgaba competencia a la Corte Suprema para emitir "writs of mandamus". Dicho de otro modo, formalmente y en virtud una la ley infraconstitucional, la Corte parecía resultar competente para tratar el pedimento de Marbury.

Y allí estaba John Marshall. Quince años después de haber defendido como delegado la adopción de la Constitución ante la Convención ratificadora por el Estado de Virginia y, en particular, de haber pregonado en esa instancia las bondades de la doctrina de la revisión judicial (4), ahora con 48 años de edad se encontraba como juez de la Corte Suprema de Justicia y ubicado en el sector político opuesto al de su primo, el presidente electo Thomas Jefferson, con quien mantenía profundas diferencias ideológicas.

La petición de Marbury ingresó a la Corte en diciembre de 1801, nueve meses después de la negativa a entregar la credencial para asumir el cargo. A esto debe agregarse como dato ilustrativo que la sentencia se dictó recién en 1803. El reclamo de Marbury, en igual situación que otros colegas a los que tampoco se les había facilitado la credencial de juez, iba dirigido contra Madison actual secretario de Estado, es decir, Madison ocupaba el último empleo de Marshall y éste el de juez de la Corte Suprema de Justicia. Como puede observarse el caso estaba tan contaminado de cuestiones políticas y personales que no podemos dejar de hacer algunas reflexiones. En verdad, una de las cosas que todavía hoy llama la atención es por qué Marshall — juez de la Corte Suprema de Justicia— no se excusó ya que el caso rozaba sus propias responsabilidades en el cargo que ahora ocupaba Madison (5). Claro que si dejamos de lado esa perspectiva — con toda probabilidad totalmente ingenua— no deberíamos asombrarnos: Marshall simplemente deseaba operar políticamente frente al Ejecutivo definiendo límites y potestades que exhibieran el poderío de su partido. En este sentido su mensaje fue claro. Abona esta visión un dato que parece anecdótico, pero no lo es: el abogado de los actores era Charles Lee, ex ministro de Justicia del ex presidente Adams. Hoy simplemente veríamos una estructura partidaria enfrentada con otra. En este contexto, es difícil no sospechar que Marshall utilizó el escenario que se le presentaba como un verdadero enroque. Aprovechó un caso, quizá de no demasiada envergadura por cuanto el cargo judicial en cuestión que Marbury reclamaba era de menor jerarquía — juez de paz— y, además, aprovechó el momento político propicio — la reacción política frente a los nombramientos había cedido en fuerza— , para introducir su concepción del judicial review. Marshall rechazó el reclamo de Marbury — lo que de no ser así hubiera provocado un enfrentamiento directo y de difícil retorno entre el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo (6)— pero lo hizo sobre la base de un argumento en el cual todos los protagonistas perdían, salvo la posición del partido saliente en la Corte. Marbury fue la pieza sacrificada para consolidar esta posición (7).

El fundamento para rechazar el reclamo de Marbury fue debido a un tema de competencia: Marbury se dirigió a la Corte en función de lo prescripto por la sección 13 de la Judiciary Act de 1789 que otorgaba competencia originaria a la Corte Suprema para expedir la clase de orden solicitada por el reclamante. Marshall sostuvo que la adjudicación de esa competencia por la ley era inconstitucional, pues esa clase de competencia surgía directamente de la Constitución la cual no contemplaba el tipo de actividad que Marbury reclamaba de la Corte (expedición de un writ of mandamus). Así, el tema de la competencia originaria operó como una suerte de "caballo de Troya" para posibilitar a Marshall pregonar la posibilidad de que el poder judicial ejerciese el "judicial review" o control de constitucionalidad sobre la actividad de los otros poderes.

3. Proyecciones del caso en el imaginario académico

Muchos juristas (8) consideran que el caso 'Marbury' fue una contribución notable a la consolidación del poder de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos y sirvió de paradigma para fomentar el control de constitucionalidad en otros sistemas jurídicos. Sin embargo y como se ha podido ver hasta aquí, resulta claro que el judicial review no fue inventado por Marshall. El tema ya estaba instalado entre los framers (9). Fue objeto de debates en la Marbury vs. Madison presenta para el lector actual varios puntos interesantes: a) Se trata de un caso con características contencioso-administrativas en el más alto nivel del derecho público en el que se cuestionan omisiones de significativa gravedad institucional; b) El análisis de la causa involucra una cuestión de derecho procesal constitucional: la competencia de la Corte Suprema; c) El control de constitucionalidad se realiza de oficio; d) El objeto del control recae sobre un presupuesto procesal constitucional: la competencia de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos de Norteamérica y, por lo tanto, compromete al propio órgano decisor; e) Se insinúa la doctrina del self restrain o autorrestricción judicial o, su otra cara: las political questions (11).; f) El caso encubre una lucha entre partidos políticos. En efecto, la 'cuestión judicial'

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