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TEORIA POSCOLONIAL Y ESTUDIOS


Enviado por   •  22 de Junio de 2020  •  Apuntes  •  1.989 Palabras (8 Páginas)  •  163 Visitas

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POSCOLONIAL

DECOLONIAL

MULTICULTURALISMO

La teoría poscolonial hace referencia a un conjunto de inquietudes de intelectuales provenientes de las ex-colonias europeas en Asia y África del Norte, y su problematización de la situación poscolonial, en general en fluido diálogo con la teoría social europea, principalmente el postestructuralismo francés .
La crítica al Iluminismo asociada al pensamiento posmoderno y mayo del 68
, la muerte del sujeto, el fin de la filosofía de la historia, el abandono de la idea de verdad, el antiesencialismo, la historización de todas las categorías, el antihumanismo, entre otras, serían las influencias directas de la teoría poscolonial. Se trata de una condena a las metanarraciones modernas que subsumen la multiplicidad en esquemas totalizantes, lo que explica el renovado énfasis en el «Otro». Para Mellino uno de los méritos de este movimiento ha sido el de «haber ofrecido un duro ataque al imperialismo de la modernidad iluminada que fingía hablar por los otros con una sola voz» . De este modo, el objetivo principal del proyecto poscolonial es restituir al otro, al sujeto colonizado y silenciado, su subjetividad y autoridad sobre sus propias categorías cognitivas.
Una segunda referencia del vecindario poscolonial es la obra del Centre for Contemporary Cultural Studies de Birmingham durante la dirección de Stuart Hall 
, reintroducirá la discusión sobre las cuestiones de raza, género y clase en el Reino Unido, pero con novedosas aproximaciones a los medios de comunicación y la cultura popular, renovando los enfoques teóricos y metodológicos hasta entonces vigentes . Este giro hacia la cultura permitió, además, abrir una ventana de recepción a los teóricos poscoloniales en el Reino Unido. emerge el discurso colonial como un campo específico de estudio, extendiendo la concepción foucaultiana de discurso al espacio de relaciones entre Occidente y los Otros, algo que Foucault nunca desarrolló

El Grupo de Estudios Subalternos introducirá la noción de subalternidad
, que remite a diversas relaciones de subordinación en el ámbito político y cultural , y no exclusivamente en lenguaje de clase. Como se ha hecho notar, la subalternidad refiere a una relación de mando, «un rango de inferioridad» en el lenguaje militar de donde lo extrae Gramsci, y no de explotación económica .
Desde el espectro marxista se recela de su filiación teórica con el posestructuralismo francés y el consecuente vuelco hacia el construccionismo lingüístico
, el discurso y la deconstrucción, abandonando el análisis económico marxista .
Otra línea se centra en acusar al poscolonialismo de ser una ideología de intelectuales del tercer mundo en el primer mundo
, lo que permite a este sujeto sostener un rechazo al «Imperio» y simultáneamente ocultar sus intereses de clase, como acusa el profesor Arif Dirlik . en la tendencia al historicismo y la diferencia, dejando intocada la «totalidad innombrable» . Al dejar de lado al capitalismo, los poscolonialistas caerían en «un énfasis exclusivo en el eurocentrismo en cuanto problema cultural ideológico que ignora las relaciones de poder que le confieren su dinamismo y su persuasiva hegemónica»
Para Žižek, la insistencia casi paranoica en la diferencia y las identidades débiles termina pareciendo una filosofía de la identidad desligada completamente de las fuerzas y dinámicas objetivas que actúan sobre los grupos sociales, el autor cuestiona las «luchas culturales» que se concentran en los derechos de las minorías, pues dejan invisible el marco económico que posibilita sus demandas, el mestizaje, la diferencia cultural o la hibridación se encuentran ya coaptados por el mercado cultural; rechaza el abandono de la universalidad de los poscoloniales y multiculturalistas, entendida por estos como instrumento e ideología del colonizador, y su defensa de la particularidad desconociendo que esta es efectivamente la lógica cultural que promueve el capitalismo multinacional . por el rechazo de Europa sino por la plena aceptación de la herencia universalista europea. , ahora desde América Latina y fuera del marxismose trata más bien de una degradación de las ciencias sociales e, incluso, en el caso de Spivak y Bhabha, dirá que se trata de adictos al oscurantismo retórico de Derrida y Lacan que torturan a sus lectores con una «jerga marciana» que además se jacta de ser progresista y estar del lado de los sectores subalternos .

Para el autor esto refleja una situación paradójica, donde la línea que separa la crítica de la apología resulta muy lábil.
.

La Teoría de la Dependencia plantea que la situación de subdesarrollo latinoamericana no se debería a la falta de desarrollo, sino que ha sido el propio desarrollo del capitalismo mundial y nacional, el que generó el subdesarrollo en el pasado y que sigue generándolo en el presente Para Walter Mignolo , la teoría de la dependencia representa una crítica al marxismo desde la «diferencia colonial», evidenciando que el capitalismo no sigue un mismo desarrollo en las zonas centrales del sistema que en las zonas periféricas dependientes. La Filosofía de la Liberación, por su parte, definida por Dussel como filosofía crítica de la cultura, intenta hacerse cargo de modo consciente de la geopolítica del conocimiento que emerge con la distinción entre centros y periferias, anunciada por la teoría de la dependencia en el plano de la economía global.
El compromiso con la liberación de los oprimidos articula no solo una crítica de la explotación económica
, sino también de la opresión cultural de los sectores populares de la región parao Paulo Freire , la categoría del «Otro», el excluido, el oprimido, al igual que en Dussel, resulta fundamental. Según su pedagogía «solo ellos, por situación histórica particular, pueden adquirir la conciencia necesaria de las estructuras sociales y la experiencia histórica que hace posible la situación de dominación» Por último, la categoría de «colonialismo interno» representa también un influjo teórico que suele ser apropiado desde posiciones decoloniales Pero además de estas influencias latinoamericanas del siglo xx de las cuales el giro decolonial se declara como heredero, también se trata de un grupo que ha acogido la obra del pensador norteamericano Immanuel Wallerstein, quien a su vez reconoce a la teoría de la dependencia como una de las fuentes indispensables de su analítica del moderno sistema-mundo. Ideas-fuerza de la decolonialidad que no podemos desarrollar por asunto de espacio son: la distinción entre colonialismo y colonialidad, que, para Quijano , es un patrón o matriz de poder que estructura el moderno sistema mundial en el cual el trabajo, las subjetividades, los conocimientos, los lugares y los humanos son jerarquizados y gobernados a partir de su racialización y, consecuentemente, la colonialidad como lado «oscuro» de la modernidad; una problematización de los discursos intramodernos y el saber euro-centrado , reflejado en la idea de «colonialidad del saber»; una necesidad de situar la reflexión a nivel geopolítico de un sistema mundializado de poder, donde la propuesta de análisis del sistema-mundo de Wallerstein y su corrección como sistemamundo moderno/colonial por Quijano resulta crucial ; y una autorepresentación como «paradigma otro» con aspiración a consolidar un proyecto descolonizador que puede asociarse, como veremos al final del trabajo, con una propuesta de interculturalidad crítica. la crítica decolonial no invisibiliza el capitalismo como acusan Žižek o Dirlik a los poscoloniales , pues todos comparten la necesidad de una analítica macro del poder, que necesariamente ataca a la explotación global del trabajo. Tampoco se trata de un culturalismo: por más énfasis que los autores pongan sobre el discurso colonial, los saberes eurocéntricos y los sistemas simbólicos a través de los cuales se produce y legitima la colonialidad, esta no se desconecta de la materialidad de las relaciones sociales de poder. el giro decolonial puede leerse como una aproximación sistémica de largo alcance, geopolítica y geoepistémica, que no desconecta las prácticas discursivas de las relaciones de poder encarnadas sobre los cuerpos y las poblaciones a escala global. Pero esto no significa que se comparta el análisis del capitalismo global de la izquierda europea, ya que estos trabajarían con una visión «sobredimensionada de Capitalismo», como discurso-maestro que homogeniza el espacio social y expulsa las diferencias

Concepto de multiculturalismo las sociedades contemporáneas están compuestas por diferentes grupos culturales, con diferentes lenguas, identidades y prácticas. Unidos y Canadá, frente a la crisis de la ideología del melting pot o modelo integrador de las minorías inmigrantes, en la década de los sesenta y los setenta, frente a nuevos contextos que ya no exigían a los inmigrantes que cortasen todos los lazos con el propio origen étnico para poder ser considerados ciudadanos . El multiculturalismo aparece entonces como una política gubernamental activa que viene a reemplazar el melting pot a través de una valoración y defensa explícita de la diversidad.
Para Nancy Fraser
, hay un conjunto de «grupos» o «minorías», a las que apunta el multiculturalismo, que no solo aspiran a alcanzar una igualdad formal con otros ciudadanos a través de los clásicos derechos civiles y políticos, sino que afirman y buscan ser reconocidos como «grupos sociales» con experiencias y perspectivas diferentes, lo que denominará como políticas de la identidad . Por esto, en la discusión norteamericana, el multiculturalismo no solo hace referencia a las demandas étnicas, sino que se transforma en un modelo de gestión de todas las minorías .También es necesario distinguir entre multiculturalismo y la noción de interculturalidad. Desde la vereda comunitarista de Taylor, MacIntyre o Walzer, encontramos una crítica al liberalismo del tipo de Kymlicka que parte de una concepción de individuo abstracto y sus derechos, desvinculándolo de la matriz social y comunitaria que es siempre pre-existente. Taylor dice que los liberales deben abandonar la idea de un Estado neutro y activamente promover la defensa de lo que denomina bienes comunes y formas de vida comunitarias. De este modo, será un promotor de las políticas de la diferencia y la discriminación positiva, para resguardar estas formas de vida comunitarias .  En general, estas visiones descansan sobre la idea de que los estados nacionales emergen de un núcleo étnico específico o, al menos, de diversos grupos en buenas condiciones de «asimilarse» culturalmente en una comunidad nacional. Para Sartori no se puede abandonar la idea de que la ciudadanía liberal requiere de ciudadanos iguales y viceversa, por lo que las propuestas de ciudadanías y derechos diferenciados son altamente peligrosas para la sociedad liberal. Las diferencias e identidades culturales ya estarían totalmente cooptadas por la lógica del mercado global

En este sentido la decolonialidad se aleja de la visión «celebratoria» del multiculturalismo, para la cual dichas políticas representan indiscutibles avances democráticos y logros atribuibles a los movimientos sociales de los pueblos indígenas o afrodescendientes. Catherine Walsh r, el multiculturalismo sería parte de una estrategia de dominación cultural, donde existiría una entidad o lugar que se imagina por fuera de los particularismos en tanto se presume como universal . N, el multiculturalismo liberal no cuestiona la colonialidad que sigue operando en la estructura de la sociedad dominante, la misma que racializa y subalterniza seres, saberes, lógicas, prácticas y sistemas de vida diferentes. rasgos teóricos del giro decolonial pese a coincidir en ciertos diagnósticos críticos al multiculturalismo en su versión hegemónica, no comparten que estas críticas puedan extenderse automáticamente a toda experiencia local, ni a otras posibilidades y otros proyectos de transformación política que efectivamente posicionen la histórica racialización y la subordinación cultural en el centro de la disputa política. Como señala Restrepo, las luchas culturales latinoamericanas no son solo expresión en lenguaje culturalista de las transformaciones estructurales de la economía señaladas por las «posiciones condenatorias» del multiculturalismo. En síntesis, desde la lectura decolonial, si bien se comparte una visión crítica del multiculturalismo en cuanto proyecto hegemónico del capitalismo global, esto no implica el mismo rechazo que se encuentra en el marxismo europeo por las luchas culturalistas ni por todo proyecto de politización en clave cultural. Para los autores decoloniales, entonces, no se trata solo de criticar el multiculturalismo neoliberal por sus conexiones con la lógica del capitalismo, sino también por sus otras aristas que refuerzan la colonialidad de la matriz de poder. El multiculturalismo existente no ha supuesto una superación de la colonialidad, sino que, al contrario, representa una reconfiguración de las instituciones, estructuras y mecanismos que reproducen la colonialidad del poder y del saber en un mundo globalizado y en una economía trasnacional.

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