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TEORÍA Y MÉTODO DE LA HISTORIA


Enviado por   •  12 de Diciembre de 2016  •  Reseñas  •  2.418 Palabras (10 Páginas)  •  303 Visitas

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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES

TEORÍA Y MÉTODO DE LA HISTORIA

RESEÑA

FEBVRE, Lucien. “Combates por la Historia”. Editorial Ariel. Primera edición 1970. Carcas- México- Barcelona.

BIOGRAFÍA

 Lucien Febvre nació en Nancy (Francia) en 1878-Saint-Amour y murió en  Jura (Francia) en 1956 es un importante historiador francés. Fundó en 1929 con M. Bloch Les Annales d'histoire économique et sociale. En su primera época recibió la influencia de H. Pirenne y de Vidal de la Blanche. Su concepción básica de la historia, que consistía en no escribir sobre los hechos, sino de los hombres y las sociedades. Este además combatió en la Primera Guerra Mundial.

IDEAS PRINCIPAL:

Este importante texto del francés Lucien Febvre, nos sumerge en una idea diferente de lo que nosotros concebimos por historia, del porqué de la historia, de la importancia de la historia, como se debe hacer historia;  al igual que hace referencia de cómo debe pensar, actuar y formarse un historiador para no caer en las trampas que han caído varios historiadores a lo largo del tiempo y que Febvre señala en el desarrollo de su escrito. Febrve para superar los problemas planteados por la historia, se basa en una elite de pensadores, de los cuales él se va a valer y de los cuales va a tratar ciertos errores a la hora de concebir la historia.

IDEAS SECUNDARIAS

En su primer capítulo el cual se titula “Examen de conciencia de un historiador”, Febvre comienza dando dos fechas sumamente importantes, la primera 1892, en la cual señala entre la historia y la filosofía, es decir, se plantea un problema epistemológico frente a la historia. La segunda 1933, en donde se comienzan a desglosar estas preguntas filosóficas acerca de la historia, es decir, porque se hace historia?, ¿Quién  hace la historia?, ¿Cuál es el objeto de la historia?, ¿Solo historia del pasado, o también del presente?. Es este punto donde Febrve dice que hay que tener una conciencia frente a la historia, una conciencia de sí y para sí, una preocupación por lo espacio-temporal, y finalmente nos advierte que el historiador debe valerse de una serie de fuentes que debe cerciorase bien de su proveniencia y veracidad, para todo esto el historiador debe ver, relatar, recordar, escribir, investigar los hechos.

Febvre advierte que para ser un buen historiador se debe tener entusiasmo por lo que se hace, es decir por la historia, se debe poseer un espíritu que colabore con la causa de hacer la historia, por ello su segundo capítulo se denomina “Vivir la Historia”, y ¿Por qué vivirla?, ¿para qué vivirla?, para ajustarnos a determinado contexto temporal, para resolver inquietudes que por pequeñas que sean son importantes. Para febvre la historia en su unidad es el estudio científicamente elaborado de las diversas actividades y de las diversas ceraciones del ser humano  en otros tiempos, y para ello el ser humano  debe ser el objeto único de la historia, pero deben crearse una serie de hipótesis y preguntas alrededor del ser humano,  y esto para que el historiador se llene de un sentimiento y pueda resolver estos problemas  penetrando con la subjetividad a la objetividad, sacando a la luz hechos históricos. Hay que poseer un gran espíritu para poder pensar la  historia y para poder vivirla, ya que la historia no es una disciplina particular y limitada, sino que por el contrario tiene una gran cantidad de campos de estudio.

En1929 salen a la luz los “Anales” obra de Febvre, pero existe un problema, estos deben cambiar porque alrededor de estos “Anales” todo cambia, es un sistema dinámico, los grupos humanos poseen electricidades contrarias, se pregunta que civilización precederá a esta, cuales etapas vendrán, quienes tendrán éxito, ya se crea el internacionalismo, y todos estos movimientos repercuten en otros. El historiador debe adaptarse al mundo para poder entenderlo y explicarlo, no debe dejarse influenciar, por lo cual la historia es la única que nos puede permitir vivir con un sentimiento diferente al del miedo, el historiador debe estar pendiente de en un mundo inestable. Sin la historia no se hace nada sólido, la historia debe comprender y hacer comprender. Este es el principal tema de su tercer capítulo titulado “De Cara al Viento”.

En el cuarto capítulo Febvre hacer referencia a la vida como historiador, ya que este se titula “La Vida, una continua pregunta”. El comienza explicando cómo ha sido el transcurso de su vida en Francia y europa. Se deben enlazar los lazos rotos para ir más lejos, es decir, debemos es enlazar la moral y la filosofía con el fin de observar las cosas antiguas con nuevos ojos, una especie de selección, de eliminar datos que no son relevante, pero con minuciosidad. Febvre da un ejemplo de como él y otros dos amigos tenían un pensar diferentes pero una visión común del universo, para Febvre esto era enlazar con el fin de comprender los hechos históricos con mayor amplitud, tener una mayor perspectiva, comprender a otros arquitectos, escultores, músicos. El mundo ha sido transformado por una serie de inventos científicos y estos inventos actúan sobre nosotros afectando nuestra percepción (televisión, radio, celulares, aviación), de ahí la necesidad de enlazar hechos para entender la serie de cambios, y poder comprender como nuestras vidas cambian. Febvre señala que en ciertas ocasiones los autores poseen una especie de vanidad y que esto no debe ser así, no solamente se deben buscar lo hechos sino comprenderlos, y estos mimos hechos son ya la selección de momento a estudiar. Para comprender debemos basarnos en una teoría histórica para desarrollar un espíritu, no se debe llevar un orden jerárquico, sino genético que da una importancia a la existencia, la confecciona y la perpetua.

“Contra la Historia Diplomática” es su sexto capítulo en donde enmarca que la tan popular diplomacia es una política de cortes y gabinetes que  basa en el interés de lo público, a partir de esto surge una conducta que lleva a unos estados a imponerse sobre otros, lo cual le da una preponderancia a la política sobre la economía,  es entonces donde las capas subyacentes de la historia son solo documentos diplomáticos, y que llevan una tradición de siglos. La historia se limita a comprender y hacer comprender en lo posible los motivos reales de los grandes movimientos de masa que conducen las colectividades nacionales y colaborar pacíficamente como las lanzan unas contra otras. Febvre señala que los historiadores se ahogan en la necesidad de dar relieve a los factores personales de políticos, además, Febvre resalta que se debe fluctuar por encima de estas realidades de abstracción política. La historia de relaciones diplomáticas son una forma de paz armada, y ¿Dónde se dejan los problemas económicos? Por esta razón se debe ir contra la diplomacia y pensar más en la una economía estable para el porvenir del ciudadano.

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